Blanco

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Un sonido lastimoso empezó a sonar. Instintivamente cubrí mis oídos, me encontraba aturdido y una luz muy cegadora entraba a través de mis ojos.

Me encontraba tirado en el suelo, o al menos eso parecía, me senté poco a poco y vi a mi alrededor. Nada. Todo era de color blanco y en un silencio total, no podía ver un horizonte o al menos una línea que separará el suelo de "lo demás".

Estaba muy confundido ¿Acaso había muerto?

Rápidamente me pare y al estar en dos pies un leve mareo me hizo tambalearme.

No, no puedo morir aún, soy muy joven.

Una extraña sensación me indicó que no traía puestos zapatos, mire hacia mis pies y claramente estaba descalzo, instintivamente mire mis ropas, todas eran de color blanco y algo holgadas.

- ¿Hola? -grite- ¿Hay alguien aquí?

Mi voz no hacia ni siquiera un eco, opte por comenzar a caminar, por lo que parecía la nada.

- Aquí no hay nadie -me contestó una voz que resultaba un poco familiar-.

- Pero me has contestado -grite de nuevo, algo esperanzado, por lo menos no estaba solo- tu, lo que seas.

- No, no es cierto, no te contesté, tu estas loco y escuchas cosas -la voz contestó de nuevo-.

- ¡Sal de donde quiera que estés! Tu quien quiera que seas, y ¡yo no estoy loco!

No sabía de donde provenía la voz.

- ¡No! Si salgo no te resistirás a mi belleza.

- ¿Qué? -tal ves si estaba loco- esto es extraño, dime ¿estoy muerto? ¿estoy soñando?

Seguí caminando, para encontrar a la persona que donde quiera que estuviese, me estaba contestando.

De pronto topé con lo que parecía una pared invisible.

- ¡Auch! -me golpee el rostro y me dolía la nariz- ¡mi rostro!

Comencé a sobar mi cara.

- Ni que estuvieras tan guapo, aparte, porque no te fijas por donde vas, acaso estás ciego.

- Pero no se ve nada -contesté reclamando con una voz aguda por el dolor- aquí hay nada. Y para que sepas, ¡Yo tengo muy buena vista!

- ¡Oh cierto! Es mi puerta invisible -me contestó la voz- mi culpa -soltó una risita-.

Me encontraba viendo  hacia donde mi cara se había azotado. Definitivamente no había nada ahí.

De repente un cierre que no estaba ahí, se comenzó a abrir.  La nada se estaba abriendo, un cierre como de unos dos metros de alto aparecía con ese sonido peculiar, como cuando abres una mochila ó tu chamarra de cuero favorita.

El cierre fue bajando poco a poco, era un poco, que poco, muy extraño.

Cuando el cierre llegó a la altura del suelo, si es que existirá uno, o más bien, a la altura de mis pies, unas manos empezaron a surgir abriendo esa rendija hacia los lados.

- Oye esto asusta.

- No pasa nada.

De la rendija comenzó a salir un sujeto con un traje super elegante blanco, su cabeza estaba agachada por lo que no vi su rostro. Cuando ya había salido por completo, unas alas enormes y blancas se extendieron hacia los lados, haciendo que una ráfaga de viento me moviera el cabello.

El sujeto levantó su rostro.

- ¿Taehyung?

- ¡Qué me llamó V! -sonrió-.

- ¡Que rayos esta pasando!

- Sabes, cada persona nos ve de forma diferente -no entendía lo que quería decir-.

¿Qué?

Frente a mi estaba un Taehyung con alas.

- Buena entrada, ¿eh? -Taehyung se puso a mi lado y golpeó mi hombro, mostrándome su sonrisa-.

- ¿Po-porqué? ¿Qué hago aquí? ¿Porqué tienes alas? ¿Estoy muerto?

- ¿Te gustan? -saco una varita de su bolsillo- ¿quieres tocarlas? Te puedo poner unas también.

- No es necesario -tal vez si estaba loco- sólo dime que hago aquí.

- Ah, estas inconsciente -agitó su varita y a mi espalda aparecieron unas alas tan pequeñas como las alas de una gallina.

- Que, que rayos -mis alitas se empezaron a agitar- ¿Qué crees que estas haciendo?

- Tu querías unas alas y te he dado unas.

- ¡No! ¡Yo no te pedí alas!

- ¡Cierto! -hizo un chasquido con sus dedos- pero bueno, ya tienes unas - sonrió.

- ¡Ay, ya olvídalo! Sólo dime que me está pasando?

- Ósea aparte de ciego, sordo. Ya te dije que estas inconsciente -chasqueo los dedos y en su mano apareció una piña-.

- ¿Porqué  dices que estoy inconsciente?

- Tuviste un accidente -chasqueo de nuevo sus dedos y la piña apareció rebanada en un plato en su mano- te están operando ¿Gustas piña? -alargó su brazo con el plato de piña-.

- ¿Qué? ¿Porqué me están operando? ¿Qué me paso?

- Ay, haces muchas preguntas, olvídalo, ya no te daré piña -agitó su mano en el aire como espantado un mosquito e hizo desaparecer las alas que me había puesto-.

- ¿Sólo dime que me pasó? -hice movimientos con mis hombros para espantar el hormigueo que había quedado donde habían desaparecido las pequeñas alas- Perdona el bombardeo de cuestiones.

- Tuviste un accidente de tránsito, te están operando y tienes que esperar. ¿Quieres sentarte? -de pronto y de la nada un sofá grande y blanco apareció y calló frente a nosotros- toma asiento.

- ¿Esperar a qué?  

- Esperar para ver si puedes despertar -con una mano golpeó el sofá indicándome que me sentara- toma asiento, si lleva tiempo te pueden doler las piernas si estas parado todo el tiempo.

- ¿Cómo que si lleva tiempo? -me deje caer en el sillón, tome mi rostro entre mis manos y apoye mis codos en mis piernas.

- Nunca se sabe cuanto tiempo se lleva despertar y volver. Siempre es diferente -hizo un pequeño puchero- ya se, te daré uvas-.

Taehyung se disponía a chasquear los dedos, cuando recordé algo.

- No, no me des comida, no tengo apetito.

- Si eso quie...

- Solo dame -hice una pequeña pausa- dame una foto de ella.

El asistió y me volteó a ver.

- No te preocupes, puedes pedirme lo que quieras,  aquí estaré contigo el tiempo que sea necesario.

Me dio unos golpecitos en el hombro y se quedo a mi lado, mientras yo pensaba en todo lo que había pasado.

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Hola, hola, tanto tiempo sin leernos :)

XOXOXOXOXOXOXOXO

- Bere c:

Amor acosador [Jin (BTS) y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora