Matthew;
Al sentarme un dolor me recorrió del coxis hasta la nuca y me di cuenta que había dormido en el sofá. Todos los recuerdos de la noche anterior me azotaron rápidamente causando un latido en mi sien y un fuerte dolor de cabeza.
Mi móvil comenzó a sonar haciéndome dar un brinco por la sorpresa del sonido. Al ver el numero atendí rápidamente.
—¿Sí?
—¿Bennett?
—¿Qué sucede?
—Necesitamos que vengas a testificar y declarar acerca de la señorita Jordyn White, que por si mal no recuerdo es su esposa.
—Así es.
—¿No le importaría venir ahora mismo? Tenemos que verificar su testimonio y la cantidad de años que cumplirá como condena.
—¿La dejarán bajo fianza?
—Claro que no. —rió amargadamente a través de la vía telefónica—. Casi acaba con la vida de dos niños indefensos, ¿cree que la justicia perdonará eso?
—Está bien, voy en camino y conversamos estas cuestiones personalmente.
Me levanté rápidamente, me puse los jeans, una remera básica y unas deportivas. Tomé las llaves del auto y partí rumbo a la estación de policías.
Tenía ya en mente mi testimonio, cada palabra que debía decir la tenía memorizada. Ya había leído los informes policiales gracias a Lía —quien trabaja allí— y por lo tanto me mantenía al tanto de la causa. Solo unas cuantas mentirillas de las que nadie se enteraría y listo, problema resuelto.
—Entonces... —alargó el agente Holmes releyendo unos papeles—... según lo escrito aquí, la señorita White culpó a los niños por su pedido de divorcio y por ello trató de matarlos, incluyéndolo a usted quien se encontraba en el automóvil en el momento del presunto accidente. —asentí, y relamí mis labios— Dígame, ¿a qué se debió el pedido de divorcio?
Repasé lo que había memorizado, y dejé que fluyera de mis boca rápidamente sin darme tiempo de arrepentirme.
—Tengo un hijo con otra mujer, que me necesita mucho más. Jordyn podía hacerse cargo perfectamente de los niños y tiene ayuda de sus padres y amigos. La otra chica de la cual le estoy hablando, no la tiene. Su madre murió hace unos años y no tiene quien la ayude y/o acompañe.
—Eso suena muy convincente, pero falso.
Fruncí el entrecejo y los nervios se me pusieron a flor de piel.
—¿Falso? —cuestioné, con miedo a que me descubrieran. Necesitaba hacer esto.
El oficial se puso de pie cerrando una carpeta de un solo movimiento y comenzó a dar vueltas por detrás mío mirándome fijamente.
—¿De casualidad me está hablando de la señorita Lía Hadcothe? —asentí confuso y continuó hablando— Pues me temo que su tan poco ideado plan falló. Ya le hemos hecho un examen de ADN al niño, no es suyo, Señor Bennett. Sabemos que la señorita Hadcothe ha estado tomando prestado algunos expedientes y archivos PRIVADOS con respecto a la investigación en curso. —quise hablar pero en su lugar solo logré balbucear como idiota— También me temo que sus dos hijos, Leyla y Jackson, confesaron el haber sido chantajeados para decir que usted estuvo en el automóvil el día del incidente. Y ambos sabemos que eso no fue así. Tú no estuviste ahí, hemos rastreado una llamada telefónica. —rebuscó entre unas cartillas anaranjadas y con su dedo señaló una línea— Jenna Bennett, tu madre. ¿no es así? —asentí, aún mudo— Ella estaba hablando con Jordyn, tú no estabas en ese auto, Matt. Ahora, tienes dos opciones. La primera es decirme la verdad y así podré ayudarte a salir de esto y la segunda es pudrirte en la cárcel por mentir e irrumpir en una investigación policial, más el asunto de haber amenazando a dos menores de edad, y la señorita Lía hurtando cosas... ugh, eso no se oye muy bien... ¿No crees?
Me quedé en silencio, temiendo decir algo que me hunda aún más. Miré al techo de la sala de interrogatorios y golpeé fuertemente la mesa con mi puño. Joder, todo estaba saliendo mal.
—Dígame, Matthew... ¿Por qué inculpar a su esposa de esa manera? ¿Qué le ha hecho ella como para querer meterla en la cárcel?
—Amarme. —musité, y me rasqué la nuca con nerviosismo—. Ella es perfecta, y por más que quiera hacerlo no puedo alejarme de ella. Se qué le haré daño tarde o temprano, y por eso quiero apartarla de mi. No hubo manera de lograrlo, siempre me costó tanto que luego volvía a ella como perrito faldero... —reí con amargura—... hace años estoy tratando de apartarla de mi vida, no quiero que conviva con una persona como yo. Por eso todo, por eso trato de que no me quiera, tengo miedo de dañarla porque sé perfectamente que lo haré en algún momento. Creí que quizás me odiaría si esta vez lograba salirme con esta, pero vaya que hay entrometidos que arruinan las cosas... Simplemente quiero que ella esté bien, y conmigo no lo estará.
—¿Decírselo no era más fácil?
—¡Claro que no, ella trataría de convencerme de que no tengo razón y sé que si la tengo! Ella me daría charlas y estaría aún más pegada a mí con tal de hacerme cambiar de opinión y...y lo peor es que lo logra. ¡Ella es mi maldita debilidad, es mía y no puedo con eso! —golpeé la mesa y dejé que algunas lágrimas cayeran— estuve tratando de buscar lo que más le doliera para así apartarla de mi. Suena masoquista, posiblemente, pero no lo hago por mi, solo lo hago por ella. Quiero protegerla, y cuidarla. Quiero protegerla de mí mismo pero también cuidarla de los demás.
La puerta de la sala de interrogatorios se abrió y tres policías entraron rápidamente con esposas en manos. Uno de ellos me esposó mientras el otro tomaba aire para hablar.
—Matthew Bennet, quedas arrestado por el intento de homicidio de Leyla Bennett qué, se encuentra grabado en las cámaras de seguridad del hospital central. También concluyen los cargos con interferir y mentir en una investigación policial y por tener complicidad en el caso de hurtos de archivos del gobierno con la señorita Lía Hadcotche. Todo lo que diga podría ser usado en su contra ante un tribunal...
Mudo, avergonzado, entristecido. Así caminaba por los pasillos de la comisaría ya esposado. Me pregunté a mí mismo si Jordyn podría haberles dicho acerca del asunto del hospital, pero todo se esfumó al ver a Maddison en la sala de espera de la comisaría. Sabía que ella siempre había sospechado acerca de esto, pero no creí verla capaz de confesar mis actos.
—¡MADDISON! —le grité, y caminé a la fuerza hacia ella mientras era arrastrado por los policías detrás mío—. No creí que podrías haber hecho algo así.
—No estoy aquí por ti. —escupió, con el rostro rojo de furia y los ojos totalmente hinchados—. Estoy aquí para pedir la jodida custodia de tus hijos, porque no sé si sabías que en tu afán de creerte el héroe de la historia dejaste a Jordyn en coma, otra maldita vez. —comenzó a llorar y sentí una punzada directo al pecho—. Ya todos saben que tú fuiste quien conducía el camión, te han registrado en las cámaras de seguridad. Todavía está en caso dudoso qué hacer con este cargo, pero créeme, me encargaré de que te púdras en prisión y no puedas salir nunca. No volverás a ver a tus hijos, y quizás tampoco a tu esposa. ¿Eso querías, estás feliz ahora, Matthew?
No. Claro que no, no quería que muriera. No podría soportar con eso. Todo, maldición, ¡todo había salido al revés, todo había salido mal! Jamás estuvo en mis planes hacerle daño, en vez de lograr lo que quería hice todo lo opuesto. Hice todo lo que no quería que ocurriera. Se suponía que ella iría a la cárcel, no yo. Se suponía que desde allí no podría dañarla, se suponía que Leyla y Jackson se debían callar y continuar con lo acordado, se suponía que todo saldría bien, se suponía que el tema del hospital no saldría más a la luz, se suponían tantas cosas que fueron tan erróneas...
Sujetaron mi cabeza para meterme dentro de la patrulla y allí comenzó el viaje al infierno, que tan merecido me tenía.
Un extra, y se acaba la nove chiquis.
xPedra✨
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WhatsApp, MSB [2]
Teen FictionSegunda parte de Whatsapp, My Starbucks boy. [Es necesario haber leído WMSB1] #6 Starbucks 30/09/18 My Sweetheart: Llámame, ahora. My Starbucks Boy: No puedo Jordyn, estoy estudiando. My Starbucks Boy: Ya te lo dije. My Sweetheart: ¿Estás en tu c...