18

248 19 16
                                    

Todos estábamos esperando que suceda ésto, o eso creo yo. ¿No?
Espero que disfruten leerlo tanto como yo disfruté escribiendo❤️
Ahora, pueden empezar a emocionarse.

Con todo el love,

xPedra❤️

—Tierra llamando a Jordyn. —mi hermano se rió de mi desconcentración y me refugió entre sus brazos.
Él notaba absolutamente todo de mi, me conocía perfectamente. No podía mentirle, ni siquiera intentarlo. Había estado toda la tarde conmigo hablándome y yo no le había prestado ni la más mínima pizca de atención.

—Lo siento, estoy un poco distraída, James. —dejé que me acariciara la espalda mientras yo suspiraba. Enredó mi cabello en sus dedos y prosiguió haciéndome trenzitas.

—No lo había notado. —se burló y me despeinó las trenzas—. ¿Qué te sucede?

¿Qué me sucedía? Ni yo lo sabía.

Divagaba mucho en mis pensamientos acerca de lo que posiblemente ocurriría con Matthew, tenía miedo.
Estaba angustiada también, y solo dios sabía el porqué.
El sonido del timbre me interrumpió y corrí a abrir. Una Maddison sonriente se apareció en la puerta mirándome súper feliz, fruncí el ceño y la dejé pasar.

—Jordddd, nire maitasuna. —saltó literalmente encima mío enredando sus piernas en mis caderas y me besó la mejilla.

—No hables en ese idioma raro conmigo, no lo entiendo. —gruñí y la bajé para luego cruzarme de brazos molesta.

Maddison, cada vez que estaba demasiado feliz o, demasiado contenta empezaba a gritar cosas en ese idioma que justamente ahora no recuerdo el maldito nombre.
Yo tampoco sabía hablarlo ni entenderlo, me quiso enseñar pero era demasiado para que mi pobre cerebro tenga que relacionar y procesar.

—Hola mi amor. —dijo la voz de James mirando a mi amiga, abrí tanto los ojos que se podrían haber salido de sus sitios. Ella sonrió y creo que yo era la única que no entendía.

—¿Eh? —me crucé de brazos observándolos. Mi pie se comenzó a mover con inquietud.

Se sonrieron y yo desfiguré mi rostro, torcí mis dedos y aclaré mi garganta.

—Hola mi amor. —repitió mi hermano observándome a mí ésta vez—. Ella te dijo Hola mi amor en Euskera.

Aaaahoooooraaaaa sí. Mi cerebro procesó todo.
Él la tradujo. Duhhhhh, idiota soy.

—Ahora entiendo. Pensé que ustedes... Iugh. —negué y ellos hicieron lo mismo mientras se limpiaban las manos en el pantalón.

—¿Yo, con ella? —mi hermano carcajeó y Maddison le dio un pequeño empujón inofensivo para el.

El timbre sonó y miré a mi hermano quien me miró algo preocupado. Me encogí en mi sitio y mi amiga entrecerró los ojos.

—¿Esperabas a alguien, Jord?

Miré a James y le asentí, éste miró con picardía a mi amiga quien frunció el ceño confundida. James la sujetó por la cintura y la acomodó en su espalda llevándola escaleras arriba aprovechando para tener en su vista el para naaaaaaada grande trasero de mi amiga.

—¡Bájame, suéltame! ¡Tu culo está en mi campo visual y no es bonito! —le gritó a mi hermano y ambos siguieron subiendo—. ¡JORDYN, VOY A MATARTE!

Abrí la puerta carcajeando y un Matt riendo estaba apoyado en el marco de la misma, me sonrió mientras agitaba sus manos tratando de alejar la risa.
Pensé unos minutos lo cuánto que se pudieron haber malinterpretado esas voces desde allí afuera. Negué riendo y me corrí para que pasara.

Ambos nos sentamos en el sofá, ninguno había dicho nada estábamos en un completo silencio.

—Yo... —hablamos a la vez y reímos.

—Dime tú primero. —me sonrió y me puse seria. Comencé a tirar las puntas de mi cabello mientras jugaba con él.
Mis pies volvieron con su inquietud y comencé a observarme las uñas.

Su sonrisa era tan bellísima que no podía verlo fijo.

—No tengo nada para decirte, solo que no malinterpretes lo que escuchaste. —sonreí cálidamente sin mirarlo.

—Yo quiero preguntarte algo.

Mi corazón dio un revuelco y estuve varios minutos pensando en qué podría ser esa pregunta. Tenía miedo pero también intriga. Él se había quedado pensando y no volvió a pronunciar palabra alguna.

—Dime.. —me removí incomoda con el intento de darle a entender que debía seguir hablando.

—Recuerdas el otro día... Cuando estábamos o bueno tú estabas y yo te encontré en el Starbucks... —le asentí, su nerviosismo era muy notable. Me pareció tierno—. ¿No sentiste algo especial en aquel abrazo? ¿O cuando nos mirábamos? ¿O cuando limpié tus lágrimas? No tienes una idea todo lo que sentí por ti, los millones de recuerdos se hicieron presentes en mi memoria, te había extrañado tanto. No tenías una idea. No quería dejar de abrazarte jamás, tú jamás saliste de mi corazón. Me estabas volviendo loco. No podía verte con otra persona que no fuera yo, sinceramente no podía. Quería preguntarte si sentiste algo. Lo que sea. O si yo soy el único que aún siente cosas por ti y... No pequeña,no. No llores. —me limpió las pequeñas lágrimas que sin que me hubiese dado cuenta caían sin control. Sentí mi vista borrosa y pestañeé.

—¿Quieres la verdad? —le pregunté y el asintió obvio, tomó una de mis manos, la derecha para ser exactos, y la cubrió con las suyas.

Corrió de mi rostro algunos mechones húmedos de cabello que se habían pegado en él. Di una gran bocanada de aire, y solté todo lo que me hubiera gustado haber dicho antes.

—Soy una persona rencorosa y orgullosa, ¿Sabes? —su sonrisa poco a poco se fue borrando y aflojó el agarre de sus manos—. Pero eso no quita el hecho de que sí, te extrañé Matthew. Yo tampoco podía mantener relación con alguien que supere la amistad, es más, le hice creer a unos chicos que era lesbiana... —lo vi sonreír y lo observé con ternura, miró hacia otro punto al darse cuenta que yo lo observaba—... Pero nunca dejé de quererte, sí, lo hice. Y te puedo jurar por lo que quieras, que aún lo hago. Y no, no es solo quererte, tú me sacas de las casillas Matt, me encantas. Extraño los momentos que teníamos juntos, todo lo que habíamos pasado juntos, te extraño a ti. Perdóname por ser tan idiota y dejar que todos los malos pensamientos me alejen de ti, perdón por juzgar sin saber que había sucedido, perdón por...

—Sh. —alcé la vista y pude verlo a escasos centímetros de mi rostro. Me sonrió y acarició mi mejilla con su pulgar trazando suaves círculos en la misma—. Ya no pidas perdón, tú no debes disculparte. Yo debo hacerlo.

—No, tú...

—Sh, no me interrumpas. —me presionó ambas mejillas impidiéndome hablar y me reí, tan común en él hacer idioteces en momentos así—. Perdóname.

Le asentí ya que me resultaba imposible hablar y si lo hacía parecería que hablara con la boca llena de comida.

—Ahora, señorita White, me gustaría poder besarla.

El silencio inundó el lugar, no podía observarlo fijo, algo me lo impedía.

—¿Jordyn? —su voz sonó quebrada y rota.

—¡JORDYN!

Abro los ojos totalmente exaltada, estaba realmente muy nerviosa por el encuentro de hoy con Matthew que me quedé dormida. Miré la hora y aún faltaban unos minutos. Fue apenas un descanso de la mente. Suspiré y me froté la frente, cuanto hubiera deseado que aquello no hubiera sido un sueño.

WhatsApp, MSB [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora