Su camino a casa fue silencio e incómodo, Sakura no se había percatado, pero Sasuke se sintió excluido por no haberle dicho la verdad de lo que le pasaba.
Él era cociente que el sello que ella poseía era algo delicado, y cuando ella estaba cansada provocaba que el sello consumirá más chakra de lo normal, causando debilidad en ella.
—¿Estás molesto?— la voz de Sakura lo saco de sus pensamientos, ya habían llegado a casa y aunque aún era temprano era necesario que ella descansara.
—Deberías descansar— hablo saliendo de la habitación. —Iré a entrenar.
Sakura suspiro sentándose en la cama, la verdad es que si se sentía cansada. Así que fue a cambiarse de ropa para luego acostarse y en pocos minutos de durmió.
Cuando despertó comenzaba a oscurecer, bajo las escaleras y estaba sola, Sasuke no había llegado pero se dispuso a preparar la cena.
Cuando casi estaba lista la cena el chico llegó, lo escucho subir las escaleras y al rato ya había bajado cambiado.
Ambos comieron callados pero Sakura noto el cambio en él, a pesar de que siempre estaba callado nunca había sido tanto.
—¿Estás molesto?— Sasuke se levantó al haber terminado, Sakura lo siguió y lo encaró —¿Puedo saber que te pasa?.
—Iremos a la guarida de raiz— la pelirosa se irritó al oírlo hablar, y cuando quiso irse ella lo detuvo posicionándose frente de él tomando cada uno de sus brazos.
—¿Estás así por lo de antes?— Sakura vio un ligero cambio en su expresión y lo entendió —Si no te dije nada era para no preocuparte, no para que te enojaras.
—Bueno si ya sabes que tengo, ahora ve a cambiarte— dijo quitándose los brazos que lo sujetaban. Sakura dio un suspiro, lo observó irse y luego lo siguió.
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El camino a la guarida de raiz fue rápido y silencioso, un ambu los esperaba afuera, el resto del camino fue a pies.
—¿Donde está el Hokage?— Sakura habló una vez que estaban en la entrada y sin más fueron empujados dentro de la guarida.
—¿Les dijeron que el Hokage estaba aquí?— hizo seña despreocupada —Información errónea.
Una vez terminó de hablar cerro la entrada dejándolos encerrados.
—Maldición— la exclamación de Sasuke la saco del trance, sintió unos chakra acercándose a ellos.
—Viene alguien Sasuke.
Al poco rato llegaron otros ambu y los llevaron a donde estaba Danzō Shimura.
—No estaba seguro de que vinieran, así que tome medidas drásticas— comentó mientras caminaba frente a los chicos leyendo despreocupadamente unos pergaminos.
—¿Que quieres?— la voz de Sasuke salió ruda, pero el mayor no cambio su expresión.
—Todo tiene un motivo ¿No?— preguntó dándose la vuelta he hizo una seña, y dos ambu apresaron a la chica —Pero tienes toda la razón, quiero algo y tú me lo vas a conseguir— comento sentándose detrás de su escritorio —Solo tienes una opción Sasuke o ¿Quieres que le hagamos daño a Sakura?.
El pelinegro observó a Danzō y luego a los ninja que tenían a la chica, estaban en problemas pero no tenía de otra.
—Lo haré— dijo firme observando a Danzō.
—Te felicito.
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Sasuke corría con prisa hacia la ciudad vecina, tenía que llegar antes de media noche o ya sería tarde.
Ve a la ciudad vecina, precisamente a casa del señor feudal.
Sasuke observó a los guardias custodiar la entrada y parte de los costados, en el segundo piso observó una ventana abierta, en esa parte no habían guardias así que paso rápidamente por ahí sin ser visto.
Una vez dentro debes buscar una habitación llena de riquezas.
Le costó bastante pero finalmente dio con la habitación, supo cual era al ser la única que estaba llena de guardias armados.
Entrarás en ella sin ser visto.
Fue una tarea un poco difícil pero finalmente entró a la habitación, observó las riquezas que contenía era algo que él nunca había visto, hasta que divisó lo que buscaba en el centro de la habitación.
El señor feudal posee un pergamino, es muy importante que lo tomes y salgas de ahí sin ser visto.
Una vez obtuvo el pergamino y salió de la habitación, uno de los guardias noto la ausencia de este y aviso a los demás. El pelinegro ahogo una maldición cuando la casa del señor feudal se volvió un caos.
Y lo más importante tienes que llegar dos horas antes del amanecer, o tu querida Sakura pagará tú error.
Encontró una ventana por donde salió sin ser visto, agradeció no haber peleado con nadie, y en alguna parte del bosque camino a Konoha, observó el símbolo de su Clan en ese pergamino.
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Sakura respiro con dificultad mientras era jalada por aquel ambu, Danzō había ordenado quitarle su chakra, ya que la última vez, ella se había escapado con ayuda de Sai.
Pero esta vez el mayor fue más astuto, lo cual causó problemas en Sakura.
La pelirosa trago pesado cuando llegaron a la entrada de la guarida, eso quería decir que Sasuke había regresado, y lo agradeció internamente, no sabía cómo había soportado tanto tiempo despierta, el sello en su nuca comenzaba a arder, al no pasar la cantidad correcta de chakra este la debilitada.
—Este pergamino pertenece al Clan Uchiha.
—Sasuke, acaso ¿te debo recordar modales?, tu haces los recados y no objetas nada— habló sin preocupación —Pero esta bien, como veo que prefieres el pergamino, nosotros nos quedaremos con los chica.
Sintió la mano del ninja sostenerla con fuerza y cuando iba a caminar Sasuke hablo.
—Toma el pergamino— la pelirosa observó cuando Sasuke entregó el pergamino y le resultó dolosamente familiar.
—Buena elección Sasuke— la pelirosa fue empujada al frente, pero por su debilidad no pudo sostenerse a lo que el pelinegro corrió hasta ella y la sostuvo antes de caer.
—Mierda— Exclamó cuando sintió el nivel de chakra muy bajo, en ella, eso era malo, para Sakura todo a su alrededor se nubló y lo único que pudo hacer fue desmayarse.
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.
.Sintió su cuerpo sumamente pesado, era una sensación completamente desagradable, y lo más que le dolió fue que la había sentido antes.
Sintió cuando algo cálido bajo por su mejilla, con toda su fuerza de voluntad guío su mano quitando la gota de lágrimas
Y cuando por fin pudo abrir sus ojos se sintió desesperada, era una lágrima de sangre, eso solo significaba dos cosas.
El sello se había debilitado...
Ahora poseía el Sharingan...
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Chunin - (SxS)
FanfictionUna de las cosas que Sakura lamento en toda su vida fue haber nacido con ceguera y en aquel pueblo en los linderos del país del fuego. Y aunque sonara como una escoria, lo más que odio fue el día en que sus padres ayudaron a aquel ninja médico del c...