—Esta es la zona cuarenta y cuatro de entrenamiento de batalla, será la locación de la segunda prueba. Pero la llámanos el bosque de la muerte.
Todos los presentes estaban sorprendidos, al observar el sitio donde se llevaría a cabo la segunda prueba, Naruto comenzó a burlarse de las advertencias de Anko, y sin percatarse está lanzo un kunai hacia él dejando un rasguño en sus mejillas, para luego posarse detrás de el, fue tan rápida que no se percataron.
—Muchos ninjas como tú, dejan su sangre regada por todo el bosque— la mujer se separó de naruto y se adelantó hasta la entrada del bosque, para luego repartir una boleta de consentimiento, para así comenzar a explicar las normas de la prueba.
—Este examen evaluará su instinto de supervivencia, la zona cuarenta y cuatro esta dividida por cuarenta y cuatro compuertas cerradas, compuesta por un río y una torre ubicada en el centro a diez metros de cada compuerta. Esta prueba se trata de una batalla, para ponerles las manos a estos pergaminos, sin importar el costo. cada uno de ustedes deberan tener un pergamino del cielo y un pergamino de la tierra. Para poder pasar la prueba.
—Entiendo, y como pasamos el examen?— esta vez fue sasuke quien hablo.
—Tu equipo entero debe llevar ambos pergaminos a la torre, no será fácil, además solo tienen cinco días para completar el exámen... Solo hay tres maneras de ser descalificados, nro uno nadie puede llegar a la torre con los dos pergaminos depues de los cinco días, si un miembro del equipo quedara incapasitado ya no podrán seguir, y por ultimo nadie puede ver el contenido de los pergaminos sin llegar a la torre.
Anko les pidió que fuesen a llenar para luego entregar sus cartas de consentimientos y a cambio se le entregará al equipo su pergamino, además tenían que escoger una puerta por donde entrarían, Sasuke y Sakura se habían sentado algo alejados mientras llenaban su formulario, el chico no dejaba de observar a sus contrincantes.
—No debes fiarte de nadie, Sasuke— habló la chica quien desde aquella pesadilla no había dejado de sentir una sensación extraña en su pecho.
—¿Por qué lo dices? Hay algo que no sepa— La chica lo observo por un momento y suspiro.
—Ese chico, Kabuto. No me da buena impresión, no creo que revelar información de otros ninjas sea algo gratis— murmuró observando al frente, pero al terminar fueron llamados para entregarles los pergaminos, asi que el chico no le respondió.
.
Ya estando frente a la compuerta Sakura, decidió que iba a mostrar sus habilidades no quería que su equipo saliera lastimado, así que una vez dentro, comenzó a agilizar sus sentidos, para intentar rastrear a ninjas a su alrededor, habían decidido ir con calma pero alertas, para guardar sus fuerzas para futuras batallas.
Naruto se alejó un poco diciendo que iría a orinar.
—Hay alguien cerca— murmuró muy cerca de sasuke, en ese instante regreso naruto, hablando animadamente.
El pelinegro no demoró mucho en notar que este no tenía la cortada que le había provocado Anko en el inicio de la prueba, y comenzó a pelear con el hasta que lo hizo revelar su identidad.
—¿Dónde está naruto?— habló sasuke apuntando con un kunai.
—No me importa ese chico, les quitare su pergamino, ¿Quién de los dos lo tiene?
El ninja no espero más y se abalanzó sobre los dos, pero sasuke se interpuso para tomar la pelea por su mano, al atravesar los arbustos encontró a naruto amarrado, asi que lanzo un kunai para liberarlo, Sasuke continúo batallando con el ninja usando su Sharingan hasta que naruto se unió distrayendo al ninja, Sasuke aprovechó la oportunidad hiriendo al ninja, para luego este irse.
Los tres se reunieron y decidieron tener una contraseña para que no los volviera a engañar otro ninja, cuando ya estaba decidido. -Algo se acerca- la advertencia de sakura fue algo tarde, una fuerte ventisca los hizo alejarse a los tres, una vez que Sakura se encontró con sasuke, este la hizo decir la contraseña, al poco rato regresó naruto, diciéndo la contraseña tan perfectamente.
—¿Quién eres?— habló sasuke luego de verlo esquivar el kunai con tanta habilidad —Ni en un millón de años naruto podría aprenderse esa contraseña.
—Muy astutos— rio el ninja que se había echo pasar por naruto.
Haciendo desaparecer su disfraz, mostrándose una mujer alta de largo cabello negro tapando su rostro levemente con un gorro de paja
—Al final, uno de los dos tendrá el pergamino y el otro estará muerto— hablo con voz tétrica después de tragarse el pergamino.
Cuando Sakura y Sasuke observaron los ojos del ninja el pánico los invadio, pudieron observar sus propias pesadillas, ambos temblaban de miedo, la pelirosa trataba de calmar el temblor en su cuerpo pero le era incontrolable. Sasuke intentó ponerse de pie y aunque lo logro los temblores no cedían.
—Pense que podían dar más pero no importa, sere rápida— Caminó hacía ambos con dos kunai en la mano.
Cuando lo lanzo hacia ellos, la pelirosa se levanto con prisa recibiendo el impacto que se dirigía hacia ambos, sasuke aprovecho la oportunidad y enterró un kunai en su pierna, luego levantó una pantalla de humo donde les permitió a ambos ocultarse.
—Joder— la pelirosa se quejó al sacar el kunai de su brazo mientras observaba al pelinegro quitar el que tenía en su pierna, notando que era una herida profunda —¿Estas bien?— se acerco a él aplicando su ninjutsu médico para curar su herida.
—Si, sakura— habló apartando la mano de ella —Guarda tu chakra ese ninja esta cerca, y no tardará en encontrarnos.
Ambos se quedaron quietos calmando su respiración, Sasuke vigilaba hacia un lugar y Sakura hacia el otro, esta noto de su dirección una gran víbora.
—Sasuke— gritó haciendo que el chico se alertara, y aunque lo esquivaron la víbora fue a la dirección del pelinegro, aunque este lanzo varias shuriken matando al animal, del cadáver salio el ninja de quien se ocultaban, su cuerpo se alargo como el de una serpiente y fue directo hacia sasuke, la pelirosa quedo paralizada en su sitio, pero antes de que llegara al Uchiha apareció Naruto lanzando unos kunai deteniendo al ninja.
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Chunin - (SxS)
FanfictionUna de las cosas que Sakura lamento en toda su vida fue haber nacido con ceguera y en aquel pueblo en los linderos del país del fuego. Y aunque sonara como una escoria, lo más que odio fue el día en que sus padres ayudaron a aquel ninja médico del c...