Capítulo 8

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Nota de la autora:

¡Buenas! Como todos los viernes os dejo capítulo de Götzeus. ¡Espero que lo disfrutéis! Yo estoy contenta porque llegó el finde y hay fútbol aunque esta semana hubo fútbol ya :)

En la multimedia os dejo un edit súper precioso <3 Y la canción es "More than this" de 1D, no soy fan, pero esta canción es preciosa para este momento. 

Gif de Götzeus:

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-Mario, eres mejor que Messi, sal al campo y marca, eso es lo que Alemania te está pidiendo. ¡VAMOS!- Me gritó Löw antes de que se produjese el cambio.

Voy a hacerlo, por ti, Marco porque te lo mereces. Voy a ser campeón del mundo por ti.- Pensé justo cuando saltaba al terreno de juego.

Era el minuto 112, Schürrle iba corriendo por la banda, yo la estaba pidiendo, me estaba quedando solo ante el portero, era la ocasión perfecta. André me vio y centró para que yo pudiese rematar.

-¡GOOOOOOOOOOOOOOOL!- Grité corriendo por la banda después de que vi el balón dentro de la portería.

¡Lo había hecho! ¡Había marcado! Como se lo había prometido a Marco, corrí por la línea de fondo buscando a André para felicitarle lo primero de todo, después todo el equipo se unió a nosotros y finalmente, celebré con Boateng como siempre hacíamos. Pero me faltaba Marco, me faltaba él y le había prometido que iba a marcar para él así que señalé a la cámara y dije: "para ti, como te prometí". Poca gente sabía para quien iba, pero con que Reus supiese que era para él, me bastaba.

Cuando terminó el partido, me sentí en la gloria, era campeón del mundo, una sensación inexplicable. Antes de recibir la medalla y de tener la copa en nuestras manos, cogí la camiseta de Reus con el 21 que él hubiese llevado si hubiera estado aquí y se la enseñé a la cámara señalando su nombre. Recibí mi medalla con la camiseta de Marco en mi mano y justo cuando Lahm levantaba la copa del mundo, yo levantaba la camiseta de Reus, esto era tanto suyo como nuestro.

Ya en el campo, dejé su camiseta en él y puse la medalla encima de esta, le hice una foto con mi móvil y sonreí, esto le iba a gustar.

Cuando nos hicimos la foto de grupo con la copa, mis compañeros extendieron la camiseta de Reus en la valla que ponía: "campeones del mundo" para que se viera que él también lo era.

-Esto va por él.- Me dijo Mats abrazándome.

-El triunfo, mi gol, la copa, la medalla, todo es por él.- Le dije.

Pronto llamé a Marco, pero no me lo cogió. ¿Qué pasaba ahora? Durante la celebración me lo pasé bien, pero algo me decía que Marco no estaba bien. A la mañana siguiente le llamé, estábamos ya en Alemania, camino de la celebración en Berlín y me lo cogió:

-¡Marco! ¡Hemos ganado!- Exclamé.

-Lo sé, me alegro tanto por ti. Ha sido un bonito gol, gracias por dedicármelo y gracias por dedicarme la victoria. Por cierto, la foto de mi camiseta con la medalla es un precioso gesto al igual que poner mi camiseta con la copa, muchas gracias.

Se le notaba algo triste así que le pregunté si le pasaba algo.

-Estoy triste, Mario. Yo no soy campeón del mundo porque no he estado allí.

-Sí que lo eres, digan lo que digan, esta copa es tan tuya como mía y como de todos los alemanes.

-Mario... Eso es tan bonito.

-Mañana iré a verte a Dortmund, estás allí, ¿no?

-Sí, estoy aquí.

-Pues mañana mismo voy.

-No hace falta.

-Sí, sí que lo hace. Tú no estás bien.

-Pero quiero que tú lo estés, Mario. Prométeme que vas a celebrar este triunfo como si nada de esto hubiera pasado y como si yo estuviese allí.

-Así lo voy a hacer porque es lo que tú quieres.

-Gracias, Mario. Mañana nos vemos.

-Adiós, Marco. Mañana mismo.

Narra Marco:

Estaba dolido porque esa copa no era mía, porque no era campeón del mundo, pero a la vez estaba feliz porque este gran equipo se lo merecía, en especial Götze. También, se merecía marcar el gol de la final. Y él, me lo había prometido, que iba a marcar y así lo hizo, no le importó nada más, él estaba solo pensando en meter gol y lo logró. Estoy orgulloso de él, ¿para qué me voy a engañar?

A la mañana siguiente tocaron el timbre y sabía que iba a ser Mario, me dijo que vendría hoy por la mañana.

-Que bueno verte.- Sonreí al verle en la entrada de mi casa.

-Lo mismo digo.- Sonrió.

Oh dios, Mario Götze. Cada vez que sonríes tus mofletes se hinchan y te brillan los ojos, amo cuando sonríes, pero más me gusta cuando lo haces por mí como en este preciso momento.

-Aquí tienes tu medalla de campeón del mundo.

-¿Qué?- Pregunté asombrado.

-Te la mereces. Quédatela, Marco. Yo tengo los recuerdos de la final, del gol, de la celebración, de la copa, en mi palmarés está la copa, no necesito una simple medalla, no la quiero. Tú debes tenerla porque esta es tuya, es la que a ti no te han podido dar.

Comencé a llorar por el gran gesto que acababa de hacer Mario.

-Cuanto te quiero, Mario Götze...- Le abracé aún con lágrimas en los ojos.

Gif de Götzeus:

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Será nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora