Capítulo 19

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Nota de la autora:

¡Buenas! Estoy algo nerviosa porque se aproxima la semana de exámenes... Aunque ya he hecho algunos exámenes y otros están por hacer antes de la semana de examen, la cual es del 12 al 16 y tengo cinco exámenes... Adiós a mi idea de subir en el puente que tengo la semana de antes... Solo podré subir el finde. Bueno, ¡espero que disfrutéis del capítulo!

 Bueno, ¡espero que disfrutéis del capítulo!

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-Mientras que Mario estaba fuera, vino Pierre porque quería hablar conmigo. No sabía de qué quería hablar así que le dejé pasar, es mi amigo, no voy a negarle que entre en mi casa. Empezó a decirme cosas muy extrañas como que había algo que sentía desde hace mucho tiempo por alguien y yo pensé que quería que yo le diese algún consejo. Siguió hablando hasta que me confesó que estaba enamorado de mí, yo le dije que no sentía lo mismo, no puedo corresponderle, yo amo a Mario.

-Y te besó.- Terminó Scarlett.

-Exacto, me besó y en ese momento llegó Mario. Nos vio... Y ya te puedes imaginar el escándalo que formó. Es muy celoso respecto al tema de Auba y ahora que nos ha visto besarnos, vete a saber lo que está pensando... A lo mejor que llevo mucho tiempo engañándole cuando no es verdad, Pierre solo es mi amigo. Bueno, ahora ya nada porque estoy enfadado con él por estropear mi relación con Marco.

-¿Habéis roto?

-Sí, salió diciendo de casa que ahora sabía cómo me sentí cuando él se fue a Münich y que tenía tal dolor que el pecho le quemaba.- Las lágrimas volvieron a escaparse de mis ojos y mi llanto fue descontrolado.

-Ahora mismo debe estar muy enfadado contigo, pero dentro de unos días a lo mejor quiere hablar.

-Yo en su momento no quise pararme a escucharle, sé que él tampoco lo hará. Los dos somos igual de cabezotas.

Scarlett me dio un fuerte abrazo que para nada me hizo sentir bien, pero agradecía que me ayudase en esto.

-Solo no te rindas, Marco. Él no lo hizo cuando tú estabas enfadado con él y pudisteis volver a estar juntos, si tú no te rindes seguro que todo se soluciona.

-Tal vez todo se solucione o no... Quizás no estemos destinados a estar juntos.

-Creo que con quien tienes que hablar ahora es con Mats, él seguro que va a aconsejarte mejor que yo así que toma, llámale.- La rubia me dio mi móvil con el número de Mats ya puesto en él, solo le tuve que dar al botón de llamar y al instante la voz de Mats resonó al otro lado.

-¡Marco! ¡Qué bueno que me llames!

-Mats...- Y tras pronunciar su nombre empecé a llorar sin consolación.

-¿Qué ha pasado, Marco?

-He roto con Mario.

La línea se quedó por unos segundos en silencio y solo escuché un suspiro largo y profundo.

-Cuéntame que ha pasado.

Estuve detallándole todo lo ocurrido y tras otro largo y profundo suspiro, Mats dijo:

-No te rindas, Marco. A veces las cosas se ponen difíciles, pero tienes que luchar por lo que quieres. Mario nunca se rindió y siempre luchó por tu amor hasta que lo obtuvo, no hagas ahora que se arrepienta de haber peleado por ti... Y de Pierre me encargo yo, voy a llamarle y a dejarle las cosas claras.

-Muchas gracias, Mats. Eres un estupendo y fantástico amigo.


-Oye, yo te dije lo mismo....- Murmuró Scarlett.

-Lo sé, rubia. Voy a haceros caso.- Le di un beso en la mejilla mientras que Mats hablaba.

-Solo espérate unos días a que se le pase un poco el enfado. Hablar ahora con él puede ocasionar que su enfado aumente.

Narra Mario:

Me desperté con una gran presión el pecho y las ojeras eran bastante grandes, no podía ocultar el dolor que había dentro de mí.

-¿Cómo has amanecido?- Preguntó Ann con una gran sonrisa.

Había preparado un desayuno bastante completo y saludable. A ella le gustaba cuidarse y le gustaba que yo me cuidase.

-No muy bien.- Hice una mueca de disgusto e hizo que Ann frunciese el ceño.

-No puedes pasarte el día triste por lo que ha pasado. Hoy vamos a salir de casa y vamos a ir a dar un paseo por Dortmund. Hay grandes lugares que debes conocer y no me digas que conoces Dortmund como la palma de tu mano ya que son sitios nuevos que me mostró el otro día Scarlett.

-Está bien, saldremos a pasear.- Dije irritado.

-Oye, yo no te he hecho nada así que por favor trátame bien.

-Discúlpame, Ann. No volverá a pasar.- Sonreí un poco forzado.


El día no fue nada bueno porque Ann y yo habíamos coincidido con Scarlett y con Marco cuando salíamos de casa. En el ascensor el silencio fue muy incómodo y Marco me miraba con cara de arrepentimiento, pero yo no me iba a ablandar. No iba a perdonarle que me hubiese engañado con quien me había jurado que no había nada. Sin embargo, las chicas se miraron un poco disgustadas y no dijeron nada, cada una acompañó a su respectivo acompañante a pasar el día. Y a partir de ese encuentro no pude parar de pensar en Marco. No cabía duda de que seguía amándole demasiado.

Por la noche escuché como Ann hablaba con Scarlett, pero no entendía muy bien lo que decía. 

 

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Será nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora