Capítulo 27

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Nota de la autora:

¡Buenas! Hoy es viernes y toca capítulo. ¡Espero que os guste! Ahora... todos los viernes se me quedan algo vacíos porque ya acabó la historia de "Sube la temperatura" de Hummels :c

En la multimedia os dejo una foto de Götzeus y la nueva canción a la que estoy viciada: "Despacito" de Luis Fonsi.

En la multimedia os dejo una foto de Götzeus y la nueva canción a la que estoy viciada: "Despacito" de Luis Fonsi

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-Mario me ha dicho que Auba está decaído y que seguramente arrepentido.- Suspiré.

-Tal vez sea verdad. Solo no dejes que te afecte y trátale con respeto.- Sonrió Scarlett. Estaba preparando sus cosas ya que se iría de fiesta con Ann.

-Me gustaría ir con vosotras, pero me parece que no pinto nada. Además, mañana me tengo que levantar pronto.

-Tú descansa que tienes que recuperarte de esa lesión y volver al campo con mucha más fuerza.- Let besó mi mejilla y yo sin querer desvié mis ojos a sus pechos, ella se rio.

-Si no fueses gay, pensaría que me estás violando con la mirada.

-Ha sido sin querer. Me las has puesto en la cara.- Reí fuertemente.

-No te preocupes, Marco. Sé que llevo mucho escote.

-Ten cuidado y si algún tío se sobrepasa, llámame que voy a destrozarle.

Aunque no tuviese nada con Let sentía que era como mi hermana pequeña a la que tenía que cuidar y que todo el mundo tenía que respetar.

-No va a pasar nada, pero tendré en cuenta lo que me has dicho.

Scarlett salió rápidamente del apartamento y fuera ya la estaba esperando Ann porque las oí reír mientras que sus tacones resonaban por el suelo del pasillo.

-Bueno, me he quedado solo.- Suspiré.- No creo que tarde en irme a dormir.

Y tan poco que tardé porque enseguida se me cerraron los ojos y caí en los brazos de Morfeo.

Por la mañana tenía varios mensajes de Let. Al principio me asusté pensando que le había pasado algo y que yo no había estado para ayudarle, pero me tranquilicé al leer que no vendría a casa a dormir ya que había encontrado con quien pasar la noche. Me alegraba por ella, tenía que ser feliz.

Narra Mario:

El partido contra el Athletic de Bilbao no fue nada bueno ya que se notó el cansancio de habernos esforzado tanto en la pretemporada y yo no tuve las mejores sensaciones aunque no jugué mal. Teníamos la supercopa el domingo frente al Bayern y este partido no dejaba ver que estuviésemos bien para enfrentarnos a un rival tan fuerte. Estábamos un poco preocupados en la plantilla, pero sabíamos que lo íbamos a dar todo.

Volvimos a Dortmund y eso significaba mi reencuentro con Marco, en cuanto llegué a casa vi todas las luces apagadas, parecía que no había nadie en casa, pero cuando encendí las luces, vi a un Marco esperándome al final del pasillo, en la entrada al salón con una gran sonrisa. Al principio me asusté porque pensé que era un ladrón, pero en cuanto le reconocí solté la maleta y corrí a sus brazos.

-¡Te he extrañado tanto!- Grité cuando ya nos estábamos abrazando. Yo tenía sus brazos alrededor de su cuello y estaba de puntillas para poder llegarle mientras que él me estaba rodeando por la cintura y acabó depositando un beso en mi cuello.

-Moreno, yo también te he extrañado muchísimo. Siento que haya pasado todo esto.

-No tienes la culpa, Woody.

Me despegué un poco de él para mirarle fijamente y me acerqué poco a poco, los dos estábamos deseándonos besarnos y finalmente, él fue el que acortó la distancia que había entre nosotros. Nuestro beso fue apasionado, lleno de cariño, de amor, muy profundo, nuestras lenguas juguetearon juntas y cuando nos separamos ambos estábamos jadeando.

-He echado tanto de menos tus besos, tus labios.- Susurró Marco en mi oído, eso provocó que un escalofrío me recorriese de pies a cabeza.

Apoyé mi cabeza en su hombro y me quedé por unos segundos allí, inhalando su aroma, su delicioso aroma a menta y acaricié su pelo, yo era el único al que dejaba hacer eso porque odiaba que le tocasen el pelo.

-Te tengo varias sorpresas.- Sonrío el rubio pícaramente.

Reí por su mirada y su sonrisa.

-No será solo sexo.- Solté una sonora carcajada.

-Para nada, son muchas cosas más antes que ir a esos terrenos, Sunny.

¿Qué me tenía preparado Marco? Él siempre era una caja de sorpresas y eso me encantaba para ser sincero.

-Estoy deseando conocer tus sorpresas.- Acaricié su mejilla.

-La primera es una cena exquisita y muy romántica, mi amor.- Sonrió con su dulce sonrisa y también bastante blanca.

Me llevó hasta el gran comedor que había en mi casa. Podía ser un apartamento, pero era demasiado grande. Me alegraba de no estar solo ya que eso me podía deprimir, pero por suerte la mayoría del tiempo estaba Ann y si ella no estaba, tenía a Marco por lo que pasaba mucho tiempo acompañado.

-Levanta el plato.- Marco me hizo una indicación con la mano para que lo levantase y me llevé un magnífica sorpresa.

-Macarrones a la carbonara.- Me relamí de solo verlo.- ¿Los has cocinado tú?

Él asintió y corrí a darle un fuerte abrazo.

-Espero que te gusten, es la primera vez que preparo algo así. He de reconocer que he tenido un poco de ayuda. Ninguno somos expertos en este plato, pero nos hemos esforzado.

-Han sido las chicas quienes te han ayudado, ¿no?

-¿Quién si no?- Rio Marco.


Riámonos un rato:


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Será nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora