Capítulo 13- Holiwoliss.

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Me desperté, ya que alguien me da suaves bofetadas.

Abrí un ojo y vi a Thomas.

-Hola- me dijo.

-Hola- saludé, sentandome en donde sea que estoy.

Miré a mis lados.

Estoy en una habitación de color entre marrón y gris, con algunas partes a mitad desprenderse.

Estoy sentada en una cama de dos plazas, con sábanas negras nuevas, con Tomy a mi lado, en la misma cama.

-¿Donde estamos?- le dije, en un tono de voz bajo.

-No lo se- me respondió.

Miré a Tomy a la cara.

Está transformado, lo que indica que yo también lo estoy y también indica que aún no amaneció.

-¿Intentamos escapar?- dije, sonriendo.

-Buena idea- dijo, sonriendo.

Salimos de la cama de un salto.

Escuchamos ruidos de detrás de una de las dos puertas que hay en la habitación.

Rápidamente, nos subimos sobre el gran armario (que está contra la pared, cerca de la puerta).

-Ya iré a por ellos...- dijo una voz masculina.

Escuché el rechinado de una puerta vieja abriéndose.

-Es hora de levantarse...- dijo la voz, entrando al cuarto.

Se paró frente a la cama y sacó las sábanas de un tirón.

Al no ver a nadie, retrocedió un paso y se fijó debajo de la cama, en la puerta por la cual no entró la persona, dentro del mueble.

-¡NO ESTÁN!- gritó la persona, saliendo corriendo de la habitación, agitando los brazos, desesperado.

-¡¿Cómo que no están?!- dijo otra voz.

La puerta fue abierta con gran fuerza, produciendo un gran ruido, que me lastima mis oídos.

Muchas personas entraron a la habitación de forma rápida.

Miré detalladamente a las personas.

"¡Son los CREEPYPASTAS!"- pensé.

-¡Allí están!- dijo Laughing Jack, apuntándonos con uno de sus largos dedos.

-Ya valimos...- me susurró Tomy.

-¡Corre!- susurré.

Bajamos de un salto del armario.

Escuché como la puerta es cerrada con fuerza.

Vi que hay una venta.

Miré a mi compañero... Él piensa lo mismo que yo.

Los dos, corrimos rápidamente y nos lanzamos por la ventana, uno a la vez.

Descendimos en el aire, por cinco pisos y caímos de cuclillas.

Nos levantamos y empezamos a correr.

Sentí que me elevaban del suelo y me agarraban fuertemente de la cintura.

Miré a Tomy... Un tentáculo negro, agarraba a mi amigo.

Miré mi cintura... había un tentáculo igual.

Con mis filosas uñas, corté el tentáculo y caí al suelo de pie.

Tomy hizo lo mismo y seguimos corriendo.

Cuando ya veíamos la entrada del bosque, volví a sentir que levitaba, pero esta vez, el tentáculo me agarra de la cola de gatito que está unida a mi piel (la cual nació hace poco, con la luna roja, cuando estábamos paseando con Thomas), haciendo que me duela y pierda el equilibrio.

Miré a mi lado y Tomy está sufriendo de la misma forma que yo.

Por suerte, debajo de mi pollera tengo un short negro, para no mostrar mi ropa interior.

Los tentáculos, nos arrastraron hasta la gran casa donde estábamos al comienzo.

Terminamos, en el suelo de un living.

-¿Estás bien?- me preguntó Tomy.

Asentí con mi cabeza.

-¿Y tu?- dije.

-Igual a ti- dijo.

Nos levantamos del suelo y Slenderman apareció al frente nuestro.

-Hola- dijo en mi pensamiento-. Por favor, no se escapen, o nunca los podré saludar correctamente... Bienvenidos a la creepyhouse.

-Holiwoliss- dije, a dúo con Tomy.


Continuará...

La Chica WafflesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora