Capítulo 33- NO.

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*Tiempo después*

No he matado a mis padres, porque cada vez que lo intento, una voz en mi cabeza, me dice que no lo haga, que aún no es el momento y que tengo que esperar.

Hoy cumplo doce años y seis meses.

.-.-.

Me desperté porque alguien está tocando la puerta.

Son las 10AM.

Me levanté con muchísima flojera, ya que ayer a la noche, estuve probando una pastilla (junto a Thomas), que sirven para poder estar transformados, unas horas más, pero tiene la desventaja, de que al pasar tres horas, nos desmayamos.

Abrí un poco la puerta y me encontré a mi madre.

-Hija, cámbiate y baja al comedor... Con tu padre, tenemos algo que decirte- dijo mi madre.

-Ok...- dije, aún dormida.

Cerré la puerta, me cambié y fui al baño.

Salí de mi habitación y fui al comedor.

-Hija, siéntate... Tenemos algo que contarte- dijo mi madre.

-¿Qué sucede?- dije y me senté en mi lugar.

-Puede que esto sea extraño para ti, pero es la verdad.... ¿Conoces a las criaturas, llamadas creepypastas?- dijo mi padre.

-No- mentí.

-Bueno, los conocerás pronto- dijo mi padre, sonriendo.

-¿Por qué dicen eso?- pregunté, algo confundida.

-Porque te enviaremos con ellos- dijo mi padre.

-¿Por qué?- dije.

-Hemos hecho un trato con un demonio, llamado Zalgo... Él nos otorgará la inmortalidad a cambio de que tu vayas con los creepypastas, entrenes hasta que tengas quince años, para que Zalgo te lleve a su mundo y a los dieciocho años te cases con él- dijo mi madre.

-Yo no quiero irme a entrenar.... Y mucho menos, quiero casarme- dije.

-No te casarás hoy... Te casarás dentro de unos años- dijo mi padre, sonriendo.

-No quiero eso- dije-. Soy libre de elegir que hacer y que no... Y ustedes no pueden detenerme... ¡No les fue suficiente con sacarme mi libertad todo un año! ¡¿Acaso quieren que sea infeliz?! Yo creo que ustedes, solo me han criado para esto.

-En realidad si... Solo te hemos criado para esto- dijo mi padre.

Me enojé (aunque la noticia ya la sabía) y me fui corriendo a mi habitación.

-¡VE PREPARANDO TU EQUIPAJE! ¡TE MUDARÁS DE POR VIDA!- gritó mi madre, más alegre que nunca.

Cerré la puerta.

Agarré mi valija negra y metí toda mi ropa.

Agarré la mochila que uso siempre y guardé mis armas.

Agarré otra valija (de color animal print violeta y negro) y metí todas mis cosas de Ticci Toby y de los creepypastas.

Agarré otra valija (de color azul con corazones blancos) y puse el resto de mis cosas.

Miré mi habitación... Está vacía... Le hacen falta imágenes de Ticci Toby.

Volvieron a tocar la puerta.

-¡NO QUIERO HABLAR! ¡DEJEN DE MOLESTARME! ¡YO SOLO QUIERO SER FELIZ Y LIBRE!- grité.

-¡Hey! No es necesario gritar- dijo una voz masculina que me parece conocida, pero no la reconozco-. Solamente quiero llevarte a tu nuevo hogar.

-No- dije-. Me niego.

-Por favor, solo quiero cumplir con la misión que me dieron- dijo.

-No- dije-. Lo lamento, pero esa misión, nunca lograrás terminarla.

-Está bien... Si no quieres a las buenas, será a las malas- dijo-. Ten cuidado con la ventana.

-¿Por qué?- dije-. ¿Qué hay con la ventana?

La ventana se abrió, dejando que el frío de afuera, entre a la habitación.

-Hola- dijo Masky, quien entra por la ventana-. Me llamo Masky y tendrás que venir conmigo.

-No- dije-. Me niego a irme.

-Chicos, entren- dijo Masky.

Hoodie y Ticci Toby, entraron a la habitación.

Abracé a Toby.

Sentí que me inyectan algo y al segundo, cerré los ojos y me dejé llevar por el cansancio.


Continuará...

La Chica WafflesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora