Capítulo 30- Penúltimo Día y Criatura Extraña.

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*Al día siguiente*

Ya son las 12:15AM.

Me acabo de limar las uñas y ahora estoy terminando de pintarlas de blanco.

Todo iba bien, hasta que empecé a escuchar una discusión gritos.

Dejé de pintarme las uñas.

Salí de mi habitación y fui hasta donde está la discusión.

Me guié por los gritos, hasta la habitación de mis padres.

Abrí un poco la puerta y vi a una criatura muy extraña (de color rojo y negro, con bocas en los ojos, que es muy rara), charlado con mis padres.

La habitación, está de color negro y tiene símbolos extraños.

-Por lo visto, hoy morirá su última hija y el trato se romperá- dijo la criatura, con una voz muy espeluznante.

-Señor, el trato no dice nada sobre qué sucederá si esa mocosa muere- dijo mi madre.

-El trato tampoco dice que seguirán funcionando si es que la cría muere- dijo la criatura.

-Señor, en ese caso, ella no morirá- dijo mi padre.

-¿La cría cumplió con lo que les pedí?- dijo la criatura.

-Señor, le confirmo, que ella no ha matado, nunca- dijo mi madre.

-¿Cómo saben eso?- preguntó la criatura extraña.

-Señor, a la noche noche salía con su amigo a jugar, pero nunca mató, porque si hubiera matado, volvería a casa, bañada en sangre, pero nunca tuvo olor a sangre ajena- dijo mi padre.

-Recuerden, que la necesito virgen, para que se pueda casar conmigo- dijo la criatura.

-Si señor- dijo mi madre-. Ella está con las condiciones justas.

-Si llega a los quince años, aún conteniendo su inocencia y si nunca ha matado, me la llevaré para que sea mi esposa en el Inframundo. Ella tiene que tener un alma pura- dijo la criatura-. Y si cumple con los requisitos, ustedes dos, serán inmortales.

-Si Ssñor- dijo mi padre, arrodillado en el suelo-. La mantendremos pura de cuerpo, alma y mentalidad, hasta que usted se la lleve, dejándonos con la recompensa.

-Hasta pronto- dijo la criatura-. Nos vemos, cuando la niña cumpla trece años, para llevármela y dos años después, poder hacerla mi esposa.

La criatura desapareció.

La habitación volvió a la normalidad.

-Mejor vamos a ver si sigue viva- dijo mi madre.

La pareja se fue acercando a la puerta, por lo que me preocupó de que me vean, así que, salí corriendo a mi habitación.

Entré a mi habitación y me lancé sobre la cama.

Me acosté y me arropé.

Escuché como abren mi puerta.

-Está durmiendo- dijo mi madre-. Que felicidad... Dentro de poco seremos inmortales.

Mis padres rieron y se fueron, cerrando la puerta.

Rápidamente, me levanté y fui al balcón.

Salté hasta el suelo y fui a la creepyhouse, un poco preocupada por lo que acaba de ocurrir.


Continuará...

La Chica WafflesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora