Valiente °° Rolleigns°°

14- Dean y Roman.

Capítulo dedicado ha:
WhiteCanaryL

El pequeño se encontraba dentro de un taxi, aun lado de Roman, habían pasado alrededor de quince minutos desde que él había aceptado la invitación del moreno a su casa, y aun no estaba muy seguro que el aceptar hubiera sido una buena idea ¿quien le aseguraba que esto no era una trampa de Roman? Dean tenia razón, Roman no era de fiar. El bicolor trato de ignorar todos los malos pensamientos de su mente y se concentró en admirar el paisaje tras el vidrio de la ventana del taxi. Desde que salieron de la escuela ambos no habían dicho nada. El moreno trababa de estar tranquilo mientras jugueteaba con sus dedos, aun no entendía en que demonios estaba pensando cuando le hablo a Seth y lo invito a su casa ¿por que ser amable con él? Si solo era un idiota mojándose por él.

El moreno rozo su mano por su frente, un poco frustrado, si alguien de la escuela lo miraba con Seth seguramente comenzarían a molestarlo. Estaba a punto de decirle a Seth que se había arrepentido y que era mejor que se fuera a casa, pero la imagen de Seth sonriendo mientras su mirada estaba fija en la ventaba del auto, admirando todo lo que pasaba frente a su vista, lo detuvo. Seth es muy sensible y no podía jugar así con los sentimientos de alguien, no cuando él también odiaba que las personas fallarán a sus promesas. Él no había prometido nada, pero sentía que fallarle así al pequeño seria muy cobarde de su parte, mas cuando Seth lucía tan emocionado.

Finalmente llegaron  a su casa, bajando del taxi, mientras el pequeño abría sus ojos y boca luciendo asombrado.

- ¿Esta es tu casa? - Pregunto sin dejar de observar la enorme y muy llamativa casa.

- Si - Responde el moreno, aun no muy seguro de lo que esta haciendo.

- Es muy linda - Afirma el bicolor - Y grande.

- Vamos adentro - Responde serio el moreno, mientras camina hacia adentro de la casa con Seth detrás de él.

Al entrar a la casa y subir por las escaleras, finalmente llegan a su habitación, Seth no a parado de observar embobado lo hermosa y lujosa que es la mansión no solo por fuera si no también por dentro, jamas había visto algo como eso, su casa era muy, muy, pero muy pequeña en comparación de esta, pero aun así se sentía orgulloso de vivir en ella, pues era lo que su madre con tanto esfuerzo le había dado, aun que sabia que si Roman llegaba a ella, seguramente se burlaría de él. El moreno observaba un poco confundido al pequeño, mientras este seguía embobado pero esta vez con la hermosa recámara.