Pasaron los días y Lise seguía sin hablarme, cada vez hacía más calor, ya se acercaba el verano y las clases estaban a punto de acabar, la semifinal del torneo me esperaba, que en el anterior combate había derrotado a mi adversario con un gran Kroche en la mejilla, lo había dejado K.O en el tercer asalto, todo me iba mejor de lo que esperaba.
Mi relación con Paula había mejorado aquellas semanas, ya que después de aclararlo todo no había tanta tensión entre nosotros. Siguieron pasando los días y llegó la semifinal del torneo. Como en el primer combate, todos mis amigos estaban reunidos entre el público, Candace, mi prima, hacia pocos días que salía con Scott, no sabía como, pero ella siempre se salía con la suya. Mi tía y ella habían decicido mudarse a nuestro barrio y ahora Candace venía a mi instituto, nuestra relación también había mejorado. Todo en mi vida parecía mas fácil, pero ella no estaba.
Me volví a subir al ring y vi a mi contrincante, parecía un chico tan pequeño como yo, hasta parecía nervioso. No soy creído pero si se que se me da bien boxear. Empezó el primer asalto y el chico se había quedado quieto, puede que quisiera imitar la estrategia de Kevin, pero el no era mi amigo, debía ganar.
El chico en medio del combate se desenvolvía bastante bien, esquivaba casi todos mis directos, he de admitir que el me dio unos cuantos golpes. Estabamos bastante empatados.
Avanzaba el tiempo y ninguno de los dos caía, se notaba que el también estaba allí para ganar. Empapados en sudor, esquivábamos los ataques del otro y, cada vez mas cansados, empezaba un nuevo asalto.
Llegó el asalto número 10 y aún no habíamos caído, me acerqué a el, lanzé un directo rápido y lo esquivó, me lo devolvió con un gancho en la mandíbula y volé por los aires. Caí dando un fuerte golpe en el suelo del ring y el arbitro empezó a contar. Mis musculos no respondían. 4... No podía levantarme, no tenía fuerzas para seguir. 8...
-Vamos Joe!- gritó alguien desde el público, no reconocía su voz entre la multitud pero si me resultaba familiar. 9... Con un gran impulso me levanté del suelo, y junto con el grito de alivio de parte del público eché a correr hacia donde estaba mi rival, distraído celebrando la victoria, mientras le encajaba mi Krouche decisivo gritaba con todas mis fuerzas, allí, en aquel instante, aquel chico se derrumbó a mis pies, sangrando. El arbitro contó hasta 10, estaba en la final, pero eso ahora no me importaba. Ayudé al chico a levantarse y lo llevé con su entrenador para revisarle las heridas. Cuando me aseguré de que todo estaba bien volví al vestuario.
Salí como nuevo, no me había venido nada mal aquella ducha con agua fría. Había podido aclarar mis ideas.
Aclarar mis ideas...
Aquellas palabras me llevaron a pensar en el grito que había escuchado antes de levantarme. Habría sido...
No podía pensar en eso, ya que al salir del vestuario todos mis amigos coreaban mi nombre, tuve que dibujar una sonrisa en mi cara, había llegado a la final.
Me quedé hasta tarde viendo el combate de Alfred contra George, un chico, según las chicas de mi instituto, muy atractivo, que iba al instituto de un barrio vecino, era un chico alto, rubio y de ojos azules. El típico "Ken" de las chicas.
Aquel combate acabó en la novena ronda, a favor de Alfred, si, Alfred sería mi rival en la final del campeonato de boxeo juvenil.
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Tu y yo, para siempre
Teen FictionJow Williams, un estudiante de tercero de ESO encuentra a su primer amor, pero como un buen amor, tambien lo habrá de pasar mal, aguantar burlas y decepciones por parte de gente que le rodea por tal de conseguir que una chica, un año menor que el pr...