Llegó el día más esperado de toda aquella semana, el día de la final del campeonato juvenil de boxeo de mi barrio. Tendría lugar a las 19:30 en el gimnasio donde yo solía entrenar hasta la fecha, al acabar ese combate me desapuntaría de allí.
Todo el mundo estaba entusiasmado con aquel combate. Me encontraba a gente por todos los pasillos del instituto animándome.
Alfred estaba solo, cosa que me pareció rara ya que Lise y el no se habían despegado en los últimos días. Me miraba mal, después de todo eramos contrincantes.
Después de la final me tocaba ir al baile de fin de curso, donde me estaría esperando Paula. Ella no podría asistir a la final porque sus padres le obligaban a estar en el baile desde su comenzamiento.
La mañana avanzó muy rápido a diferencia de las demás mañanas de aquel mes.
Por fin acabó el instituto y fui con mis amigos hacia el gimnasio a prepararme para el combate. Cuando llegamos allí empezó a llover y tuvimos que entrar dentro. Era raro que a mitades de Junio lloviese pero estaba pasando. Me centré en mi combate, en mi final. Debía ganar. No tenía ya motivos para hacerlo, pero sentía que ganar era lo que llevaba deseando mucho tiempo, y antes quería ese merito por una persona, ahora, lo quería por mi.
La hora del combate se iba acercando mientras la gente empezaba a llegar y se reunían, como en los demás combates, alrededor del ring, esperando ver un solo ganador.
Sobre las 18:50 llegó Alfred. Iba con un chándal negro y una gran mochila de deporte negra también, seguramente para cambiarse después del combate para ir al baile. No le iba a poner fácil aquel combate.
Cuando llegó la hora de la final, Scott me puso mis guantes:
-¿Preparado?- dijo sonriendo
-No, pero de todas maneras he de ganar, supongo.
-Debo explicarte algo, Rick y Tris han vuelto hace un rato, Tris le pidió perdón a Rick y al final han solucionado todo.
-Me alegro muchísimo por ellos- dije forzando una sonrisa.
-Joe, no te preocupes, Lise se lo pierde
-No estoy preocupado por eso, Lise ya ha pasado, lo que ahora me preocupa es este combate, no estoy a la altura.
-El piensa que va a ganar, sorprendele.
Sorprenderle...
Mientras me dirigía al ring me di cuenta que mi vida había cambiado mucho, todas nuestras vidas habían cambiado. Scott y Candace juntos. Rick y Tris reconciliados. Pero... ¿Y Kevin?
Al salir del vestuario le vi, al final del amplio gimnasio solo y me acerqué a el:
-Y tu, ¿que tal con Christie?
-Muy bien, tiene novio
-Ah, lo siento- dije muy sorprendido
Sorprendido... otra vez... aquella palabra...
-Tranquilo, hemos quedado como amigos, y lo he superado.
-Me alegro
Kevin me deseó suerte y entré en el ring. Allí me esperaba Alfred. Era un chico muy alto, pero también muy prepotente, con sus gestos vacilaba y presumía de fuerza.
El arbitro se acercó a nosotros, nos enseñó la medalla de oro y la de plata y se dispuso a explicarnos las normas del combate.
De pronto mi mirada se desvió del ring y allí estaba Lise, sentada entre la multitud, también esperando que saliese un ganador, seguramente su "amigo".
Con un pitido muy ensordecedor el árbitro dio comienzo a la final de boxeo juvenil.
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Tu y yo, para siempre
Teen FictionJow Williams, un estudiante de tercero de ESO encuentra a su primer amor, pero como un buen amor, tambien lo habrá de pasar mal, aguantar burlas y decepciones por parte de gente que le rodea por tal de conseguir que una chica, un año menor que el pr...