Conmigo no, Valente. [Lutteo] #SevillaAwards

Uno.

-¡Smith! -grité.

-Hey, Matteito. Que lindo verte ¿Que tal las vacaciones?

-Geniales, con mi familia no páramos más. ¿Y las tuyas?

-Ya sabes, compras y compras por New York y Milán.. Precioso.

Ámbar terminó de contarme con lujo de detalles sus vacaciones y de más está decir que este verano no solo le trajo ropa nueva sino que un novio. Sí, mi amigo Simón está en algo con Ámbar. Y me pone muy bien por ellos, por otra parte, Gastón está hace cinco meses con Nina, se quieren, se aman y a veces superan el límite de cursilerías. Y del otro lado, estoy yo. Sin pareja y sin apuros. No soy alguien apresurado a tener una novia, siento que todavía no encuentro a esa persona especial.

Están las populares, que jamás de los jamases pusieron un ojo en mí. Y las rebeldes, que de verdad prefiero no meterme ahí. Siento que si conociera alguna de ellas no seriamos tal para cual. Son lo contrario a lo que soy. Me importa mucho el estudio, a ellas no. No me gustan las fiestas, a ellas sí. Amo y disfruto la compañía de mi familia, ellas ni deben tenerlas. A veces cruzaba palabras con Jim y Yam, dos rebeldes no tan rebeldes. Y con Luna, puff, esa chica sí que no me inspira confianza. Aunque seamos polos apuestos jamás podremos atraernos.

Estamos en las mismas clases, excepto música y geografía. Siempre la veo a la entrada y salida del colegio y prácticamente vivo chocando con ella en los pasillos. O me mira o me ignora, lleva su pelo con ondulaciones que se mueven de aquí para allá, unos labios ligeramente pintados de rojos y sus ojos, bueno, son los más lindos de la escuela. El marrón y el verde se mezclan e hipnotizan.

Estamos en primer día de clase, y aunque me guste estar aquí, me aburre hacer lo mismo. Justamente estoy caminando hacia literatura ignorando a los del equipo de fútbol.

Llego temprano, algunos bancos están ocupados y opto por el ante último, siguen llegando personas y todavía el banco a mi lado no está ocupado.

-Buenos días alumnos, soy su profesor de literatura. Bienvenidos. Ahora mismo escribiré en el pizarrón las pautas para aprobar la materia.

La puerta se abre dejando ver la silueta de Luna asomándose.

-Valente, tarde en su primer día ¡Que buen comienzo! ¿No?

-Perdón, no tengo la culpa que sea tan apurado y ansioso en empezar.

-Ajá, bien. Si ya ha terminado de justificarse, vaya a sentarse junto al señor Balsano.

Caminó sin ganas hacía mí y se sentó.

-Bien, abran el libro en la página cuarenta y tres, vamos a leer.

Y así se pasaron los ciento veinte minutos, estaba por tocar el timbre, ya me quería ir, por alguna razón Luna no paraba de mirarme y me sentía muy incómodo.

-La tarea para el próximo encuentro será que junto a su compañero de banco armen una reflexión sobre el texto que leímos, incluyendo el punto de vista de los dos, claro. Hasta el miércoles alumnos.

Salí de la sala a un paso apresurado pero una mano se posó sobre mi hombro haciendo que me detuviera.

-Balsano. -la miré y choque con su par de ojos, maldita sea, era muy linda.

-¿Si?

-Supongo que tenemos que juntarnos. -me miró seria.

-Ajam, bueno ¿Te parece hoy en mi casa?

-Creo que no tengo otra opción.

-Tomá. -le estreché un papel- Es mi dirección y teléfono, por si acaso.

-Ahí estaré. -me guiñó un ojo y se fue.

Algo me decía que hoy iba a ser una tarde difícil.

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