Cinco.

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-Luna, yo ya estoy bien-. dije convencido. No era que no quería pasar la noche con ella solo que me daba miedo lo que podría llegar a pasar. -Mira, ya me puedo parar. Nos vemos.

Me detuvo poniendo su mano sobre mi hombro, sí, ya se le hizo costumbre.

-Balsano estás demente. Ven, tú te acuestas en está cama y yo en este colchón de abajo. -dijo señalándomelos.

-Eh, eh, está bien ¿Segura que no molesto? 

-¿A quién molestarías?

-¿Tu familia?

-No tengo familia, excepto mi hermana que en estos momentos no tengo una puta idea en donde se encuentra. -sonrió.

-Debe ser difícil.

-Créeme que no, ya te vas acostumbrando.

La miré, pude notar como sus ojos estaban cristalizados. Debo admitir que ella me intrigaba, me daba curiosidad saber más de ella y porque no, ayudarla.

-Creo que me iré a cambiar.-dijo-No pienso dormir con este vestido.

-S-sí.

Me quedé sentado en la cama.

Solo es una noche Matteo, dormís y te vas.

¿Pero cómo voy a hacer para dormir teniendo a Luna Valente a mi lado?

-Bien. -apareció de la nada vestida con su pijama. Bah, medio pijama. Llevaba un short pero le faltaba la parte de arriba, estaba en corpiño. 

No mires, no mires, no mires.

-Perdona. -dijo- Es que no encuentro la remera y estoy segura que la dejé por aquí.

-N-no te preocupes.

Tenía una silueta estupenda, ¿Quién diría que Luna Valente era jodidamente hermosa?

Se acercó hacía mí, haciendo que no la deje de mirar y quedase mudo.

-Matteo. -asentí- Estas arriba de la remera.

-Oh, lo siento. -rió.

Pude divisar que en el costado de su torso tenía otro tatuaje.

-¿Qué tanto miras Balsano?

-T-tu tatuaje.

-¿Este? -se tocó esa parte del cuerpo y sonrió.

-S-si ¿Qué significa?

-Es el símbolo del destino en letras chinas.

-¿Crees en el destino?

-Sí, siento que el destino elige a la persona correcta para ti. -hizo una mueca- Igual, creo que él se olvidó de mí.

-Creo que de mí también.

-Pensé que tenías novia, o más que bien, que te gustaba alguien. -negué.

-En realidad me enamoré de una ''imposible''. Nada personal -rió-Nunca se fijaron en mí.

-Sí, me ha pasado.

-¿Qué te ha pasado?

-Me pasó que me enamoré de un imposible como has dicho tú.

-Uy, igual lo bueno tarda un poco más. Tal vez ese ''imposible'' se vuelva posible.

-Esperemos.

Se puso la remera y saltó al colchón.

-Buenas noches Matteo. -apagó la luz.

-Buenas noches Luna.

-Que sueñes con tu imposible-. me guiñó un ojo.

-Eso haré.

Y cuando me zambullí en el sueño mi mente no pudo dejar de pensar en LUNA VALENTE.   

Conmigo no, Valente. [Lutteo] #SevillaAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora