Había pasado casi una semana desde la visita de Michael, aquellas palabras no paraban de sonar una y otra vez por mi cabeza "Sally, y recuerda a alguien le importas, quizás a mi no pero si a alguien más"
Todo en la vida era suicida y masoquista, Chelsea quería a Adam a pesar de todo el daño que le hiciera, la gente seguía luchando por algo aunque sabia que ya no lo recuperaría. Todo era dolor aunque a veces ese dolor iba asociado a una felicidad que al principio era suprema pero como todo lo bueno en la vida se va y derrepente ves que detrás de aquello estaba el dolor, pues después de todo el dolor y la felicidad van siempre de la mano. Cuando el amor termina de hacer su trabajo ahí estaba el dolor para hacer el suyo o viceversa.
Las horas, los minutos, los días pasaban y desde la ventana de la habitación todo estaba cubierto por nieve, todo fuera era blanco a diferencia de mi mente que cada vez se iba quedando más a oscuras.
Y los meses volvieron a pasar, esta vez pasaban tristes y vacíos, pues la chicas no podían ir visitarme ya que me encontraba muy mal. Desde la vista de Michael había entrado en una depresion y lo único que quería era estar sola. Ya no iba al grupo de apoyo, ya no leía los libros que me traía mi madre y ya me daba igual el que la habitación fuera solitaria y triste. Ya no daba vueltas por el hospital, todo me daba igual. El volver a perder otro curso más eso ya me daba igual. Ahora me pasaba el día encerrada en la habitación, los libros que tanto ansiaba terminar ahora se habían quedado en el olvido, las visitas ahora se reducían a simples charlas con mi enfermera y no comía nada. Todo se había vuelto triste y fue en ese momento en el que me di cuenta cuán mal estaba mi situación y aún así no hacia nada para arreglarla, pues me pasaba la gran parte del día mirando por la venta y aquella era el único contacto visual que tenía con el exterior. Y así paso enero, por lo que había sido un triste y largo mes para una triste y depresiva chica.
En febrero fue el cumpleaños de mi hermana pequeña Layla cumplía 8 años, pero no hubo celebración en el hospital como la de Charlotte ya mi madre le había contado a Layla que yo estaba en el hospital por que tenía una infección y estaba allí para no contagiarla, hacía semanas que no veía a mis hermanas. Marzo, en marzo se fue el frío y la nieve y vino mi cumpleaños, un cumpleaños en el hospital. Jennifer había aparecido con las chicas a pesar de que yo quería estar sola. Eso fue lo único buen de ese mes. Luego llego abril y con ello la primavera y las vacaciones, luego mayo y con ello ya había pasado 5 meses en los que había dejado todo sin importar que y los meses en los que había conseguido una avance desde luego ya eran muy lejanos.
Un día de mayo, no recuero muy bien cual mi madre había a parecido en el hospital a hacer una visita como todas las que había hecho desde aquellos 5 meses y tal como le había dicho ella seguía llevándome un libro nuevo cada jueves. Pero aquella visita, desde luego aquella visita sería la que marcaría un antes y un después en mi recuperación.
- Sally, cariño -dijo mi madre, que se encontraba tumbada conmigo en la camilla cogiéndome la mano.
- Mmm -respondí y ella se levantó y se quedo sentada.
- ¿Sally, sabes que te quiero verdad?, lo eres todo para mi y siento mucho el no haber estado ahí cuando más me necesitabas. No puedo ir a dormir por las noches pensando en que fallé como madre -paro para secarse las lágrimas- al no darme cuenta de tu situación y mírate ahora, tampoco puedo hacer nada para que te recuperes. Sally entiendo que ahora seas tu la que no quiere hablar ya que yo no estuve para ti cuando tu necesitabas que te escucharan -y en ese momento mi madre rompió a llorar y en ese momento sentí como se me rompía el corazón o los trozos que quedaban de el.
- Mama, tu no has fallado. Nunca lo as hecho, sólo que no fui lo suficientemente fuerte para afrontar la situación -dije también con lágrimas en los ojos.
- Yo no se que hubiera hecho si algo te hubiera pasado, eres una parte de mi, eres mi mundo Sally y quedarme sin ti sería como sacarle las cuerdas a una guitarra, como sacar a un pez del agua, como sacarle la letras a un libro. Perderte sería como perder una parte de mi, como dejarme sin respiración. Sería dejarme vacía por dentro -y aquello, oh dios aquello me había abierto los ojos.
- No me perderás, juro que si hace falta te reconstruiré, si hace falta te daré un poco de mi aire, juro que si hace falta te daré parte de mi propio ser para que vuelvas a estar completa. Juro que saldré adelante -dije y acto seguido abrace a mi madre y juro que en ese momento nos hicimos infinitos.
Había sido una egoísta, la gente que me quería sufría por mi, mientras yo sufría por un pasado que era justamente eso pasado. Iba a salir de esa, aunque mi pasado fuera jodido mi futuro podía ser JODIDAMETE PERFECTO.
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Broken Inside (Editando)
Teen FictionTan fría como Siberia. Tan en ruinas como Roma. Sally esta rota, rota por dentro, muriendo por de dentro. Ella había decidido olvidar ese pasado que la atormentaba. Ella había decidido pasar de página. Un nuevo capítulo. Pero, si todo término...