Broken Inside (Editando)

Capitulo 22: Depresion

La cabeza me iba a explotar en cualquier momento y eso no era bueno.

Mire a mi alrededor y no sabía situar en donde mierda me encontraba exactamente. Me levanté y me cabeza empezó a dar vueltas como una noria, de aquí para allá. Volvi a mirar a mi alrededor y determine que aquel sitio era nada más y nada menos que la casa de Dylan.

La cuestión era ¿cómo mierda había llegando yo allí?

La casa de Oliver y la de Dylan estaba en el mismo barrio para ser más exactos la casa de Dylan estaba tres casas más abajo que el de su amigo. Después de que mi cabeza terminara su papel de noria salí de la habitación y baje las escaleras entre en la cocina y me encontré con mis dos amigos juntos, desayunando. Los dos dirigieron rápidamente su mirada hacia mi.

- ¿Estas bien? -pregunto Oliver.

- Viva -respondí y me dirigí hasta ellos-. ¿Qué haces aquí? ¿Y tu casa? -pregunte y cogí una manzana como desayuno-. Espera mejor ¿por qué estoy yo aquí y por que me duele todo?

Los dos dejaron su comida a un lado y me miraron.

-Sally, ayer... -titubeo un poco Oliver-. Ayer todo se fue de las manos -enarque una ceja-. Tu.LSD.Vodka.Pelea.Llorar.Gritar.Desmayo.

- Mierda Oliver, al grano-dije, mi amigo Oliver capto el mensaje.

- Tu vs Cloe y Alison -abrí los ojos como platos-. Os dijisteis bastantes cosas y bueno que estuvieran borrachas y tu drogada no ayudo. Te largaste y te desmayaste, y bueno aquí estas.

No sabía exactamente que había pasado la noche anterior, me había metido demasiada mierda en el cuerpo.

Sólo sabía que ya estaba lo bastente triste esa noche y no tenía ni idea de como asumiría las cosas después de esto.

Oliver me llevo a su casa. No pisaríamos el instituto ese martes.

- ¿Vas recordando? -pregunto sacándome de mis pensamientos.

- Voy recopilando -dije bajando la vista, la cabeza me iba a estallar.

- ¿Por qué? -lo mire-. ¿Por qué te metiste eso?
Sally ya estas bastante jodida como para ir al hospital por una sobredosis -puede notar un poco de decepción en sus ojos.

- Es la primera vez y la última,no te preocupes -dije dándole una sonrisa.

- Como sea, ¿te ha respondido? -negué con la cabeza.

- ¿Tan mala fue la discusión? -note como pensaba lo que decir.

- Sagerao -opto por una chistosa, lo fusile con la mirada.

Me pase todo ese martes buscando una explicación o una recopilación de los hechos, al parecer ambos bandos habían dicho cosas dolorosas. No pare de mandar mensajes pero nunca llegaba una respuesta. Oliver me invito a ir a su casa para que no estuviera sola. Al llegar subí a su cuarto para tumbarme ya que la cabeza me explotaría en cualquier momento. Con el teléfono en las manos y una respuesta que no llegaba me dormí.

Finalmente a la noche la bomba exploto, ya sabía todo lo que había pasado y las respuestas llegaron.

Una guerra vía móvil exploto en whasap y todo se jodio.

Un miedo recorrió todo mi cuerpo y mi mente se llenó de malos pensamientos que podrían matarme en cualquier momento.

El miedo se apoderó de mi finalmente, intente controlarme. Tenia que mantenerme limpia.

Recuerda Sally no es una vía de escape.

Esas palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza, pero no sirvió de nada, el miedo a perder a esas personas eran más grandes que mi fuerza.

Hice tres cortes más o menos profundos.
Una parte de mi hizo que parase y buscara ayuda, me seque las lágrimas y baje en busca de Oliver no llegue a verle, estaba tan alterada que me caí por las escaleras.

Abrí los ojos y a mi lado se encontraba un Oliver muy preocupado, me tenía cogida de la mano. El lugar donde estaba lo conocía perfectamente.

- Sally -dijo este al verme despierta.

- No digas nada -dije antes que dijera algo. Suspiro.

- Tus padres están aquí, muy preocupados, llevas 3 horas inconsciente -lo cogí de la mano.

- Vamos Oli, que no te afecte, sabes que soy una chica bastante...

- Sally, se como eres,vpero esto tiene que acabar lo entiendes, ahora. -dijo poniendo la otra mano en mi hombro-. Tu madre te llevara a un psicólogo y al grupo de apoyo, esta muy mal, acaso no piensas en ella.

Esas fueron las palabras con las que Oliver me había sorprendido. Los días pasaron y yo cada vez estaba peor. La depresión se apoderó de mi.

No iba al instituto según la psicóloga y mi madre sería mejor que me apartara de todo.

Me sentía sola, me sentía mal, triste.

Necesitaba un cambio de aires. Urgentemente.