Capítulo 15

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Quisieran escuchar que esa noche fue la más romántica e hicimos el amor, pero no, Joan cumple su palabra y si fue romántico, el hecho de dormir a su lado y tenerlo abrazado, poder sentir su calor y estar en sus brazos es algo que no tiene precio. Quisiera que todas mis noches fueran así, a su lado.
Muchos piensan que para demostrar el amor es con el acto sexual, cuando eso no lo es todo. Se puede <<hacer el amor>> platicando toda la noche y diciendo cuanto se aman el uno al otro y cuanto significan para el otro, disfrutar de la compañía y del momento. Así que si lo vemos de esa forma entonces si, y fue lo mejor, tanto tiempo a su lado no tiene comparación con cualquier cosa material.
Desperté gracias a la alarma y él seguía profundamente dormido, yo creía tener el sueño pesado , pero Joan era un caso <<especial>>, lo desperté, alistó sus cosas y nos dirigimos al aeropuerto. Pasó una hora en lo que documentaban su equipaje y  después escuchamos que se mencionaron que ya debía abordar.
-Como detesto este momento -dije mientras lo tenía abrazado

-Lo sé amor, yo también, pero, así son las cosas. Pronto nos veremos ya no falta mucho cariño

-Los meses me parecen una eternidad sin ti -las lágrimas corrían por mis mejillas

-No llores hermosa, no es un adiós sino un hasta luego, recuerdalo.

-Primero Dios así será -tome su rostro entre mis manos y lo besé. Quería que ese beso jamás terminará pero el debía irse.

-Te amo princesa -me abrazo fuertemente

- Y yo a ti príncipe -lo solté y sólo vi como se alejaba hasta que entró a una parte en que ya no pude verlo.

Me dirigí a la casa de mi tía para darme un baño y alistarme para la escuela. Caminé hacia la escuela un poquito triste por la partida de Joan. Llegué y ya había llegado Eliseo, pero decidí sentarme en otro lugar y tomé un asiento hasta el frente. Saque mis audífonos, puse música y me puse a repasar un poco las lecciones anteriores. Le pedí a una muchacha apuntes de la clase pasada y tomé algunas fotos para hacerlo en casa. Entre el profesor y puse atención a toda la clase. Cuando él se retira, veo que un hombre se para frente a mi y no levante la mirada.

-¿Ahora no me vas a hablar? -dijo sentándose a un lado de mi, mientras yo hacía unos garabatos en la libreta. -No seas simple. 

-Tu eres el simple -dije con la mirada aún en mi cuaderno.

-Te perdono porque me ignoraste todo el día de ayer

- Uh, no iba a dormir por eso -dije sarcásticamente

-Ya, olvida eso. Seamos amigos.

-¿Amigos? Después de que me reclamas por estar con mi novio. Si así eres, no gracias.

-Perdóname, no volverá a pasar.

- Humm... bueno. -continúe garabateando mi cuaderno.

-¿No te vas a cambiar de lugar?

-No, me aquí veo mejor -mentí, ya no quería sentarme con el sólo accedí a lo de ser <<amigos>> para que no siguiera molestando pero nada sería lo mismo. Sentía un poco desconfiada por sus reacciones y algo aterrada, creo que lo mejor era sólo alejarse. Desde aquella vez que anduve tarde en la calle tenía un mal presentimiento de él, así que no quería seguir llevándome con él para averiguarlo.

Las clases terminaron y tenía algo acumulada la tarea ya que había faltado el día anterior, por lo que decidí escabullirme antes de que Eliseo se diera cuenta y me fui a la biblioteca. Por suerte no me mando mensajes ni nada, creo que por fin entendió que sinceramente no estoy muy interesada ya en su amistad. Francamente he de decir, que es muy raro.

Mi vida con ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora