Capítulo 18.

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Yoongi no había podido pegar un ojo en toda la jodida noche. El mirar el techo hundido en sus pensamientos no era precisamente la actividad más divertida del milenio, pero dadas las circunstancias no había nada más que pudiera hacer. Se encontraba en medio de una lucha interna consigo mismo. No podía simplemente elegir entre Hye y su reinado como uno de los 7 príncipes del inframundo. Desde que se le fue otorgado el circulo de la pereza, tomando el nombre de Belfegor siempre había sido serio y centrado en su trabajo, y en realidad no es que le gustara mucho trabajar, pero despreciaba tanto a los asquerosos humanos que pensar en hacerles algún bien le era simple y sencillamente desagradable. Sin embargo, estaba tan enamorado de Hye que se planteó varias veces abandonarlo todo con tal de estar a su lado.

Suspiró por milésima vez en la noche y se removió en su cama ¿Qué haría? Si se decidía por Hye (que era lo que realmente deseaba y él nunca había deseado más que hacer daño en su larga eternidad) no cabía duda que moriría en el acto. Pero si se quedaba como demonio tenía que olvidarse por completo de ella. Y fue entonces cuando pensó ¿Su futuro con Hye realmente existía? Siempre había estado consciente de ser un ser sobrenatural que no tenía lugar alguno en la tierra, pero conocer a la chica lo había hecho olvidar todo eso y pensar en el inevitable desenlace le era simplemente imposible. Cerró los ojos haciendo un inútil esfuerzo por dormirse, creyendo firmemente en resolver el asunto al día siguiente. Decidir entre sus hermanos y su primer amor no era cosa fácil, pero sabía que tenía que hacerlo tarde o temprano. ¿Qué harían sus hermanos? ¿Qué haría JungKook? ¿Qué haría Jimin? Y mientras su corazón y la razón debatían Yoongi quedó profundamente dormido.

(***)

Al día siguiente, Hye despertó con los ojos completamente hinchados, sintió el pesar en sus párpados y una leve resequedad en sus mejillas a por haber llorado la noche entera ¿Quién se creía su padre para decidir por ella? Ella amaba a Yoongi de eso estaba segura y nadie, ni siquiera su papá le arrebatarían la dicha de tenerlo a su lado. Se levantó sin ganas de vivir, se dirigió al baño sin siquiera fijarse en la hora, pues poco le importaba si ya era tarde o exageradamente temprano. Se podía apostar por la segunda opción, pues aún no amanecía y todo estaba completamente a oscuras. Tomó una ducha caliente, esperando poder aliviar un poco de su pesar y encontrar tantitas ganas para seguir adelante refugiada en el agua. Pero poco le sirvió, se vistió sin ganas con unos shorts rasgados, una camiseta holgada color blanco y unos converse sucios del mismo color. Se peinó el cabello con una coleta y bajó al comedor esperando no encontrarse con sus padres. En lo que llevaba de la mañana no había revisado su reloj, y cuando lo hizo se dio cuenta que ya era la hora en la que su madre comenzaba a preparar el desayuno. Y comprobando sus teorías, ni se sorprendió cuando vio a la mujer preparar el desayuno, tan diligente como siempre. Se acercó a la mesa y sin saludar tomó una tostada, la embarro de mermelada y se la llevó a la boca, todo esto sin dirigirle la palabra a su madre.

Estaba dispuesta a salir de su casa sin hablar con ellos, porque realmente no tenía ganas de hacerlo, y aunque su madre no había tenido nada que ver, sabía que haría lo que sea que su padre le pidiera, porque ellos siempre eran cómplices. Pero cuando estaba a punto de partir, su madre la detuvo en seco llamándola por su nombre y pidiéndole amablemente que se acercara a su lado.

— Soo, ven aquí, por favor. —La mujer se limpió las manos con un trapo de cocina y miró a su hija con cariño. —¿Te vas sin despedirte?

La chica rodó los ojos y se acercó con pesar a su progenitora. Le dio un seco beso en la mejilla y aun sin hablar se dispuso a salir del lugar, ignorando por completo la mirada llena de tristeza de la mujer, pues había escuchado los pasos de su padre bajar por las escaleras y él era precisamente la persona que menos quería ver en la vida. Por lo menos en ese momento.

Siete Demonios |BTS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora