Capítulo 8.

13.3K 1.4K 436
                                    

Las lágrimas caían sobre sus ojos, sin poder cesar, Jin se tocó el rostro, para limpiar una de ellas y se sorprendió cuando la vio, tan traviesa y traicionera, que dolía ¿Por qué estaba llorando? Nunca nadie le había rechazado y saberse despreciado le desagradaba. Pero sabía que esa no era la razón de sus lágrimas y en el fondo de su corazón temió la respuesta. Se cubrió el rostro con su antebrazo y se puso a llorar ¿Por qué Jung Kook y no él? Siempre era Lucifer al que reconocían, el que se llevaba todo el crédito, pero ¿Qué pasaba con los demás? ¿Con él? Satanás nunca se detenía para mirar a sus demás hijos, pese a que ellos si eran sus creaciones y Jung Kook era un ángel caído. Lo peor era tener que vivir con eso.

Se reincorporó, limpió su rostro y se dispuso a limpiar el desorden que había dejado en el aula.

Estaba tan absorto en su tarea que se sorprendió al escuchar que alguien llamaba a la puerta. Se emocionó al pensar que tal vez sería Hye intentando arreglar las cosas. Pero no fue así.

— ¿Quién es? —Pregunto Jin con una nueva sonrisa, llena de anhelo en el rostro.

— Soy yo, hyung, tengo hambre. — Dijo Yoongi, al tiempo que abría la puerta para poder entrar. La decepción en el rostro de Jin fue tan evidente que lo único que hizo fue soltar un leve bufido. — ¿Esperabas a alguien más? —Preguntó despectivo.

— No. — Respondió el muchacho mientras le cedía la comida que no se habían terminado. —Toma. Me voy a casa.

— ¿Qué acaso me quieres coger? ¿Por qué me das esta mierda? —Yoongi ignoró por completo la decepción en el rostro de su Hyung y se dispuso a comer los cupcakes que Hye no había terminado.

— Sí no los quieres no los comas. —Jin salió del salón de clases dejando a Yoongi a solas.

(***)

Como lo imaginó, Hye se sentía arrepentida por lo que había hecho, era claro que el muchacho le atraía. Su repentina dulzura y su gran talento para la cocina era algo que llamaba demasiado la atención. Pensó que tal vez sería bueno intentar olvidarse de Jung Kook y acercarse más a Jin o a Jimin, pues ambos chicos le habían demostrado sus sentimientos.

Y pese a que los de Jimin aún eran algo turbios, Hye no tenía por qué dudar de los de SeokJin.

¡No Hye, ambos querían follarte! —Pensó, y eso fue suficiente para olvidarse de ambos.

Con un pesar en su cabeza, concluyo que tal vez sería momento de hacer las paces con Jimin y arreglar las cosas con Jin. Tenerlos a ambos como amigos podría ser positivo en el futuro, cuando logrará conquistar el corazón del maknae.

Se dirigió veloz mente hacía el club de cocina, dispuesta a disculparse con Jin y dejar las cosas en claro. Pero al entrar en el salón no fue a Jin a quien vio, fue a Min Yoongi, zambulléndose todo lo que Jin había preparado para ella con unas energías inigualables. Min Yoongi el chico que era conocido por ser el Bad Boy de la universidad, la miraba con un recelo impresionante, una mirada similar a la de Jung Kook cuando la veía. Sí, Yoongi también la odiaba y lo peor era que Hye no sabía la razón.

— Lo siento, volveré en otra ocasión. —Dijo la chica un poco nerviosa. La mera presencia del muchacho le imponía.

Ese era el efecto Min Yoongi.

— ¿Qué buscabas? — Preguntó antes de que la muchacha desapareciera y después metió un panecillo en su pequeña boca.

— Nada, no te preocupes, gracias y adiós. —Hye estaba dispuesta a salir del salón lo antes posible. Pero le fue imposible hacerlo.

— ¿Preocuparme? ¿Yo? ¿Por una niña tan fea como tú? No te confundas, estoy aquí por qué mi hyung me preparo toda esta rica comida. —Yoongi sonrió y se sirvió un gran vaso del jugo de mango sobrante.

Siete Demonios |BTS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora