Siete Demonios |BTS|

Extra.- Será nuestro secreto.

Taehyung y Hoseok fueron los primeros en volver a casa, estaban completamente desanimados su única intención era hundirse en la cama para poder dormir. Se encontraban completamente decepcionados, pues al haberse enterado de que la mera existencia de Hye era una trampa, les había roto el corazón por completo.

Hoseok miró a Tae antes de entrar en su habitación.

— ¿Le diremos lo que sabemos a Namjoon? — Preguntó con un temor palpable en los ojos. Sabían de antemano, que, si su líder se enteraba, Hye sería alejada de los chicos de inmediato.

— No lo sé ¿Deberíamos? — Taehyung dudaba. No le cabía en la cabeza que aquella chica tan pura pudiera hacerles daño.

— Tae, Tae, si no lo hacemos... — Hoseok cortó con sus palabras y dejo salir un gran suspiro. — Si no lo hacemos terminará por destruirnos.

— Lo se Hobi, sin embargo, necesito aferrarme a ella, porque la amo. Aunque me lastime, aunque me duela. — Taehyung sintió su voz quebrarse. — Yo no quiero alejarla de mi lado.

— Yo tampoco. — Hoseok le dió la razón a su compañero, se acercó a él y lo abrazo. — Debemos de encontrar la manera de protegerla ¡Tae, Yo la amo!

— Yo también.

— Duele saber que hasta eso es una trampa. — Hoseok soltó a su amigo y pego su frente contra la pared. — Duele saber que lo único bueno que has tenido es jodidamente falso. — Suspiró. — Duele amar.

Tae miró al mayor y pudo notar como un par de lágrimas escapaban de los ojos de su amigo. Suspiró de nuevo y palmeo levemente su espalda.

— Por lo regular siempre encuentro las respuestas a cualquier problema, pero esto del amor es un enigma. Siento la necesidad hacerla feliz, aunque sea por encima de mi felicidad. — Esbozó una sonrisa sarcástica y bufo. — Debo ser un masoquista.

Ambos se miraron a los ojos por un par de minutos, sin decir una sola palabra, como si en aquel silencio pudieran encontrar la respuesta. Pero no fue así. Ambos chicos entraron en su habitación y se recostaron en la cama.

Hoseok miraba el techo, con la cabeza puesta sobre sus brazos. Pensó en el día en el que invitó a Hye a comer de sus hamburguesas favoritas y se enamoró de nuevo cuando recordó lo tierna que había sido la chica con él. Era definitivo, no podía hacerle daño. Quería correr el riesgo, quería pasar el resto de la eternidad con aquella mujer. Lo deseaba con todo su ser.

Por su parte Taehyung se recostó pegando su rostro en la almohada. Suspiró por enésima vez, la noche sí que había sido larga. Cerró los ojos y sonrió cuando en sus pensamientos apareció el rostro de Hye, oh por Dios, ella era tan hermosa, con su cabello largo, su linda sonrisa y aquellas piernas largas que tanto le gustaban. Además de todo, ella lo quería por lo que era, no por lo que tenía. Comenzó a llorar, no quería hacerle daño, se rehusaba. La amaba con todo su ímpetu y estaba dispuesto a luchar contra el cielo por aquella mujer que los había hecho jodidamente felices.

Ambos muchachos llegaron a un acuerdo ilícito, le dirían a Namjoon lo que Uriel y Zadquiel les habían revelado, cuando lo creyeran prudente. Lucharían por Hye, por su amor. Tenían más que claro que querían beber de su esencia y tal vez sí el destino se los permitía. Hacerle el amor, como nunca nadie se lo habría hecho.