mugía.«T.P.». dijo Roskus. T.P. dijo Señor, desde cl establo. Fancy tenía la cabeza asomada porencima de la portilla, porque T.P. todavía no la había echado de comer. «Acaba con eso». dijoRoskus. «Tienes que ordeñar. Ya ni puedo mover la mano derecha».T.P. vino y se puso a ordeñar.«Por qué no llama al médico». dijo T.P.«El médico no sirve para nada». dijo Roskus. «Aquí, no».«Por qué aquí no». dijo T.P.«Aquí hay mucha mala suerte». dijo Roskus. «Si has acabado, mete a la ternera».Aquí hay mucha mala suerte, dijo Roskus. El fuego se elevó y bajó por detrás de él y deVersh, deslizándose sobre su cara y sobre la cara de Versh. Dilsey acabó de meterme en la cama.La cama olía como T.P. Me gustaba.«Y qué sabrás tú». dijo Dilsey. «Qué te ha dado».«No me ha dado nada». dijo Roskus. «Acaso no hay una prueba tumbada en esa cama. Es queaquí no ha habido pruebas de ello durante quince años».«Supongo que sí». dijo Dilsey. «Pero ni a ti ni a los tuyos os ha hecho ningún daño, no. ConVersh trabajando y con Frony casada y sin depender de ti y con T.P. creciendo tanto como parasustituirte cuando el reúma acabe contigo».«Es que por ahora, ya van dos». dijo Roskus. «Y va a haber uno más. Yo ya he visto una señaly tú también».«Anoche oí ulular una lechuza». dijo T.P. «Y Dan no quería venir a comer. No pasaba delestablo. Empezó a aullar nada más oscurecer. Versh le oyó».«Con que va a haber más de uno». dijo Dilsey. «Alabado sea Dios, acaso no tenemos todosque morirnos».«Morirse no es lo único». dijo Roskus.«Sé lo que estás pensando». dijo Dilsey. «Y pronunciar ese nombre sí que no te va a dar buenasuerte, a no ser que quieras estarte con él cuando se ponga a llorar».«Aquí no hay buena suerte». dijo Roskus. «Me di cuenta enseguida pero cuando lo cambiaronde nombre lo di por seguro».«Cierra esa boca». dijo Dilsey. Tiró de las sábanas. Olían como T.P.«Ahora callaros todos hasta que se quede dormido».«Yo he visto una señal». dijo Roskus. «Como no sea señal de que T.P. te va a hacer todo eltrabajo». dijo Dilsey.Llévate a él y a Quentin a la casa y ponlos a jugar con Luster cerca de Frony, T.P., y vete aayudar a tu papá.Acabamos de comer. T.P. levantó a Quentin y bajamos a casa de T.P. Luster estaba jugando enel suelo. T.P. bajó a Quentin y ella también se puso a jugar en el suelo. Luster tenía unos carretes yél y Quentin se pelearon y Quentin se quedó con los carretes. Luster lloró y vino Frony y dio aLuster una lata para que jugase y luego yo tenía los carretes y Quentin se peleó conmigo y yo lloré.«Cállese». dijo Frony. «No le da vergüenza. Quitar los juguetes a una niña». Cogió loscarretes y se los devolvió a Quentin.«Cállese». dijo Frony. «Le digo que se calle».«Cállese». dijo Frony. «Lo que necesita son unos azotes, eso es». Cogió en brazos a Luster ya Quentin. «Vamos». dijo. Fuimos al establo. T.P. estaba ordeñando la vaca. Roskus estaba sentadosobre la caja.«Qué le pasa ahora». dijo Roskus.«Tenéis que quedároslo aquí». dijo Frony. «Otra vez se ha peleado con los niños. Les quita losjuguetes. Quédese aquí con T.P. y a ver si se calla un poco».«Y limpia bien esa ubre». dijo Roskus. «A esa ternera la dejaste seca con tanto ordeñarla elinvierno pasado. Como seques a ésta nos quedaremos sin leche».Dilsey estaba cantando.
