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Tenía en mis manos el celular de Christian, no permitiría que nos vendiera de ningún modo; lo destruí — Christian enloquecerá cuando vea que no está — Dimitri estaba serio — aún no puedo creerlo — suspiro, lo mire fijamente — yo estuve apunto de hacer algo similar con Alistair con tal de protegerte... — lo abrace

— por suerte no fue así — recordé ese día en que estaba decidido a entregarle la caja con tal de escuchar cómo poder detener mi locura, si no hubiese llegado a tiempo quién sabe cómo serían las cosas ahora, seguro estaría en Tarasov — además sabes que eso no fue correcto; estoy segura de que no volverías a hacerlo jamás — asintió

Bajamos a desayunar, Christian miraba a todos lados nervioso, sonreí para mí; buscaba "algo" — Chris ven a desayunar y ahorita te ayudo a buscarlo — este le contesto con una cara de pocos amigos, me molesto ver su actitud

— ¿qué sucede? — los mire

— Christian perdió su móvil — suspiro

— seguro lo encuentras luego, ya ven a desayunar — nos miro furioso, desesperado era un eufemismo para esto — ¡Christian! — levante la voz — tranquilízate

— ¡quieres que me tranquilice! ¿Y cómo? Las cosas no desaparecen solas —

— bueno compra otro, ya relájate — avanzó a mi, me tomó de la muñeca apretándola, me sorprendió su actitud, todos se quedaron pasmados, Dimitri se puso en medio de los dos

— suelta a mi esposa — el tono de voz fue serio, fuerte y temible; Christian abrió los ojos haciéndole caso — no vuelvas a hacerlo Christian — este se alejó furioso, Lissa lo siguió con su hijo en brazos, estaba tan acostumbrada a mantenerme lejos del vínculo, salvo en ocasiones en qué pensará que su vida corría peligro, que ignore totalmente algo obvio... Lissa me estaba bloqueando, tal vez solo quería evitar que "oyera" su pelea

— ¿que le sucede? No tenía porque actuar de ese modo — asentí... claro que tenía motivos... no eran buenos pero ahí estaban. Abe entro mirándonos con curiosidad, sobre todo a Dimitri que me tenía abrazada como si mi vida dependiera de ello

— todo está listo para irnos cuando indiquen — asentimos, tenía que mantener a Christian con nosotros pues Lissa iría a donde el fuera. Por fin pudimos volar a Montana, todos se quedaron sorprendidos al ver el destino

— pensé que iríamos a Pensilvania — sonreí amargamente

— cambio de planes en último momento, iremos a la casa de mis papás — Mikhail me miro sorprendido pero asintió en comprensión

— siguen haciendo las cosas por ustedes mismos — Christian me miro furioso — siempre es así... pones en peligro a mi familia con tu comportamiento, eres tan egoísta que no te das cuenta; cuando huiste la primera vez te llevaste a Lissa sin importarte nada... ahora nos tienes en el mismo peligro — Dimitri me tomó de los hombros pues sabía que ya me estaba cansando de Christian

— ¿y que recomiendas para mantenerlos a salvo Christian? — sonreí — ¿unirte a esos traidores? — se tensó de verdad, su piel estaba más pálida de lo normal — ¿luchar en contra de mi y mi familia? — un golpe me llegó desde el vínculo, no era coraje, no era sorpresa... era culpa, mire a Lissa abriendo los ojos, mis lagrimas comenzaron a caer sin darles tiempo de nada, Sonya y Adrian lo notaron a través de su aura — tienes que estar bromeando — Dimitri me miro con curiosidad

— ¡Lissa! — Sonya le grito, la aludida se acercó a mí

— Rose... yo solo quiero evitar que mueran más personas... si nos detenemos y nos unimos... estaremos con vida... — puso sus manos en mis brazos, la queme — sé racional Rose... piensa en Irania —

— ¡a mi hija no la metas en esto! — Dimitri me apretó más fuerte — tú y ese moroi — señale a Christian — son unos bastardos — controle la oscuridad que estaba por golpearme, Dimitri me soltó al notarme... no tan furiosa... — Lissa espero que cuando estés en la corte al lado de Víctor y Tatiana recuerdes que ellos fueron los que quisieron quitarte el título de realeza después de la muerte de tu familia y que la mujer que ellos mataron fue la única que te protegió... espero que recuerdes que fueron mis tíos los que te abrieron su casa... y cuando despiertes en la seguridad de tu casa recuerdes que todo eso lo tienes gracias a mi familia... — seguí llorando, ella se sentía culpable, pude notar un atisbo de arrepentimiento — ahora lárguense de aquí... —

— ¡Rose! — Janine me grito sorprendida por dejarlos ir — no podemos... — la ignore

— pero tengan algo presente... la próxima vez que nos veamos los matare a ambos — sonreí al verlos temblar por mis palabras — ¡lárguense! — me di la vuelta, sentí una bola de fuego que detuve de un solo golpe regresándola a su dueño, vi a Lissa deteniendo a Christian — ya nos veremos... hermana —

Academia de Vampiros - De las cenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora