Academia de Vampiros - De las cenizas

El elefante en el armario por Sophie y Grace

La reina Janine observaba a sus nietas, dos pequeñas de ocho años que se encontraban haciendo un voto de silencio para protegerse.

Miraban la oficina, los cuadros, el librero con cientos de libros que ellas jamás leerían, físicamente eran como su padre pero eran una combinación en entre Dimitri y Rose, una a la que Irania, la hermana mayor, nombró cómo el duo dinamita.

— niñas... — comenzó Janine — necesito la verdad — ellas se miraron y siguieron en silencio — bien... Harán que movilice a un escuadrón entero que bien podría proteger la corte para investigar qué ocultan mis nietas —

— ¿Qué sucede? — Rose entró tranquila, miró con una sonrisa a sus hijas, Dimitri no fue tan dulce, pues se imaginaba que algo habían hecho.

— Sophie, Grace... — el guardián Belikov habló serio, con esa voz que no dejaba lugar a juegos, a pesar del amor desmedido hacia ambas sabía mantenerse firme cuando debía ser así. Miraron a su madre en busca de ayuda pero la guardiana Hathaway no parecía estar tampoco de su lado, aunque tenía la mirada más relajada, esperaba paciente con los brazos cruzados.

Ellas continuaron con el voto de silencio.

— les dije que ellas tenían un código desde que eran bebés — Irania entró recibiendo una mirada de reproche por parte de su padre, ella se encogió de hombros — venía a pedir permiso para salir con Michael al cine pero escuché y  supuse que necesitaban un abogado, ya que seguro tú y mamá estarán de acuerdo — las niñas abrazaron a su hermana mayor.

— eso es lo que yo digo, mis nietas deben ser defendidas — Ibrahim sonrió, Janine lo miró esperando que eso fuese suficiente para guardar silencio — es cierto —

— ambas niñas venían de la cascada, cerca de las rocas — les avisó a sus padres — saben que está prohibido para ellas, es muy peligroso, podrían ahogarse — las miró, ellas seguían aferradas a su hermana.

— yo solía ir para allá cuando era más pequeña, iba sola y no me pasó nada — Irania se encogió de hombros, Janine y Dimitri la observaron sorprendidos — claro que... Niñas, eso está mal — miró a su madre — mamá también lo hacía de pequeña, mi tío Mikha me contó —

— ese hermano mío... — Rose se acercó lista para cambiar de bando — de acuerdo, es incorrecto pero ¿Por qué el voto de silencio? —

— porque no es la primera vez que las ven salir de ahí y ordenaron al guardián que las vio no decir nada —

— deberían castigarlo, faltó a la orden que le dimos — Sophie habló por fin, se cruzó de brazos.

— ¡es cierto! — Grace coincidió.

— únicamente quiero saber qué hacen allá — dijo la reina — podría enviar a vigilarlas pero no lo hago porque sus padres apoyan el respeto de su privacidad sin embargo no voy a dejar que se pongan en peligro —

— de acuerdo — dijo Grace, Sophie le hizo señas para que se callara, era extraño que estuvieran en desacuerdo aunque normalmente Grace era la sensatez en el duo y Sophie... Bueno, era la antítesis de Dimitri — de todos modos enviaran a revisar y lo verán —

— ¿Qué es? ¿Una mascota? — Dimitri sonrió — saben que no les prohibimos tener mascotas a menos que sea un animal salvaje —

— camarada, sabemos que tú tenías osos polares que halaban tu trineo — Rose se burló, él la abrazó, le dio un beso en la cabeza — pero no pueden tener animales salvajes — les avisó.

— no... — Sophie miró a Grace molesta — está bien pero deben escuchar desde el comienzo hasta el final —

— y sin interrumpir, camarada —