29/Dimitri

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Mire a la mujer más bella de este mundo dormir a mi lado en esa casa de campaña, abrazaba la colcha cubriendo sus pechos pero dejando al descubierto la cintura y cadera, pase mis dedos por ella, lo que fuera que estuviera soñando tendría que ser bueno porque no paraba de sonreír, en mi mente tenía la leve esperanza de formar parte de ese sueño. Quite el mechón de cabello que no me permitía admirar su rostro completo. Podía observarla horas sin cansarme. Me sentía mal por Cat sin embargo no iba a cometer los mismos errores de antes, además entre nosotros no hubo más que unas cuantas salidas y fue todo. Mi Roza se movió un poco Hasta acomodarse en mi. Suspire perdido en todo lo que sentía, no podía imaginar que ella fuera a morir; confiaba en Adrian, no en Lissa pero Rose parecía hacerlo así que no me quedaba de otra más que aceptar mas si ella no lograba regresar no sé como sobreviviría a eso - deja de pensar en cosas malas, regresare camarada así que mejor besame - sonreí al escucharla y cumpli su petición, más que eso la subí a mi aprovechando la ausencia de ropa.

Cuando salimos de la casa de campaña todos parecían estar tensos y a la vez emocionados por la lucha - ¿ellos son de confianza?- pregunté

- sí, todos han perdido a alguien por culpa de Alistair o tienen a alguien que está atrapado - sonrió triste - esa chica, la pelirroja... Yo estuve a punto de matar a su hermano por órdenes de Alistair fue una suerte que me enviaran a Pennsylvania a matar a esa familia porque llevaría a cuestas su muerte -

- ¿alguna vez mataste a alguien? - la mire serio, un chico se acercó

- jamás mató a nadie que no debiera morir por eso Alistair se molestaba seguido con ella y la castigaba - el chico sonrió triste - por eso Rose es fantástica porque a pesar de todo nunca cambio su manera de ser ni actuar - sonrieron ambos

- no podía matar sólo porque a él no le agradaba alguien - suspiro, volvió a sonreirme - vamos que tenemos un hechizo que realizar - asentí, ella saco uno de los talismanes que le habían quitado a los chicos, aun quedaba ese atisbo mágico en él

- esto debe funcionar, si hacemos un hechizo juntos será más poderoso - le dije dando esperanzas. Se desesperó después del quinto intento, yo solo pude reír, me miró molesta aunque no del todo — no puede ser tan difícil — me hizo señas para que lo hiciera yo, me acerqué poco confiado - leí lo poco que llevaba y volví a leer pero nada me ayudaba a crear algo, ahora sonrió ella

- no puede ser tan difícil - imitó mi voz y muy bien - deje que lo haga yo señor Belikov - me reí. Poco después asintió poco convencida - hice lo mejor que pude -

Palabras ocultas en mi mente
Resguardadas en este objeto
Palabras con deseo creciente
Dichas en débil momento

Regresen a mi, regresen en este instante
Ayúdenme a desactivar el poder vibrante.

Fue mejor de lo que pude hacer yo, la tome de las manos dejando que cada elemento tomará su lugar en el espacio mientras ella repetía esas palabras una y otra vez, poco a poco vi su mirada perdida, comencé a asustarme porque no reaccionaba - Et non moriatur - abrió los ojos sorprendida - Et non moriatur - esa es era la frase, salto a mis brazos contenta - tenías razón, juntos podemos hacer esto, lo vamos a lograr camarada - asentí contento de verla animada

- aún así te quemará cuando lo toques ¿verdad? -

- sólo hasta que diga la frase, entonces lograré seguir con el plan - esa parte del plan que no me gustaba y no quería que sucediera -

- aún creo que debemos encontrar otra manera de hacerlo - dije antes de besar su frente, negó con la cabeza sacando una daga

- este es un buen plan, solo hay que encantarla con espíritu y luego la clavare en mi... perdón - miro mi cara de horror al escucharla hablar como si nada de su muerte - Dimitri, Lissa y Adrian lo lograrán ¿de acuerdo? - no pude decir que sí ni negarlo sólo la bese, sentía un hueco en mi pecho, sentía que necesitaba atraparla conmigo y no dejarla ir jamás, la sentí suspirar - ¿sabes que te amo? - asentí sin poder responder porque las lágrimas me estaban traicionando - ¿Dimitri? -

- tienes que salir de esta mi amor, he sentido que te pierdo tantas veces que una más no podre, cuando me enteré que estabas atrapada bajo los escombros corrí para tratar de encontrarte y cuando no lo hice sentí que mi vida se iba, sabía que necesitaba estar bien por Irania pero no lo conseguía, te lloré durante todas las noches del primer año sin lograr contenerme, soñaba contigo,  te buscaba al despertar, después de dejar a la niña dormida me encerraba a beber Hasta perderme pero tampoco calmaba el dolor que sentía,  era un hueco enorme y terrible que no me dejaba ni respirar, poco a poco fui aprendiendo a vivir con ese dolor pero a veces no lo soportaba y volvía a llorar como un niño pequeño, cuando soñaba contigo y sabía que era un sueño rogaba al cielo que no me permitiera despertar jamás, quería quedarme contigo por siempre - ella estaba llorando mientras me dejaba desahogarme - tu me dijiste una vez que no querías soñar conmigo si al despertar no me verías, lo mismo me pasaba sin embargo esos sueños eran mi vicio, sabía que dolería al despertar mas ansiaba que llegarán a mi - me abrazo más fuerte - Roza no me dejes nunca por favor, no me vuelvas a dejar porque sin ti soy un niño perdido y sin rumbo, eres mi vida entera, lo supe desde que te bese por primera vez en St. Vladimir y lo reafirme la primera vez que hicimos el amor -

- no me iré nunca más Dimitri, jamás volveré a dejarte ni a ti ni a Irania, tu también eres mi vida, mi dios ruso, yo no pase por ese dolor porque no los recordaba sin embargo ese vacío del que hablas siempre estaba ahí,  a veces despertaba a mitad de la noche escuchando que alguien me llamaba y quería ir hacia esa voz pero no sabia de donde venía, cuando alguien me preguntaba porqué no salía con nadie me sentía triste, rota por dentro, había alguien que me faltaba en esto y ese alguien eras tu, pase mucho tiempo en soledad tratando de encontrar esa parte que me faltaba, Dimitri yo tampoco quiero volver algo perderte nunca más - sonrió triste - por eso lograremos salir de esta y cuando eso suceda podremos ser felices - una leve risa salió de ella - ¿elegiste el nombre para nuestra segunda hija? - suspiro devolviendole la sonrisa

- no necesite pensarlo mucho, Sophia es perfecto - otra vez las lágrimas salieron pero era de felicidad, podíamos tener esa niña y ser felices los cuatro

- más que perfecto -

Academia de Vampiros - De las cenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora