51/ Rose

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Hay veces en que es mejor escuchar y decir todo de golpe sin importar que tanto pueda doler, aunque en este momento no estaba tan segura, Dimitri estaba mirándome con una súplica en los ojos, las niñas ya estaban dormidas y yo estaba temblando por dentro, no quería escuchar nada que pudiera lastimarme sin embargo ya me había cansado — no me mientas por favor — asintió expectante — ¿estuviste con ella antes de terminar conmigo? — me miró sorprendido y ofendido

— ¡por supuesto que no! ¡Nunca me pasó por la cabeza tal cosa! —  se acercó un poco — Roza jamás en la vida pensé en engañarte, nunca me imaginé siquiera poner mis manos en otra mujer que no seas tú, sé que falle, sé que te hice sentir como si no fueras nada y créeme me arrepentía día a día pero estaba sesgado por el pensamiento de que eras egoísta y rechazabas terminar con la magia porque no querías dejar de ser poderosa — bajó la mirada — tienes que creerme —

— ¿la quisiste o la quieres? —

— no, nunca sentí nada por ella, solo la vi como una salida a todo lo que pasaba y sentía en ese momento, odiaba ver a mi hija llorar todas las noches y ser incapaz de ayudarla, te culpe de todo porque tú eres fuerte y no hacías nada, te culpe por heredarle ese poder que a su edad es imposible controlar — tenía lágrimas en los ojos — me sentí tan inútil y te sentí tan egoísta que solo decidí irme, pensé que si te presionaba lograría que dejaras la magia atrás — sus palabras me dolían, me hacían dudar del hombre que yo consideraba estaría conmigo siempre ¿sería capaz de dejarme nuevamente ante la adversidad?

— eso no me responde porque corriste a los brazos de esa mujer —

— no lo sé, estaba borracho y no recuerdo lo demás, puedes pensar que sucedieron muchas cosas entre nosotros pero no fue así. Mira simplemente la deje creer que había algo entre nosotros y trate de hacerme a esa misma idea pero no fue así, cuando Irania me mostró esa nota vi la oportunidad de terminar todo lazo con ella, me sentía culpable por hacerle pensar que había algo aunque después de enterarme de las notas y fotos esa lastima se fue — no me decepcionaba del todo, al final del día era solo un hombre y yo no estaba libre de fallo sin embargo las palabras de esa mujer me estaban colmando ¿y si de verdad él solo estaba conmigo por las niñas?

— ¿entonces no sientes nada por ella? — estaba por responder — atracción, cariño o lo que sea —

— no, Roza, te lo juro, te juro con todo mi corazón que te amo y no amo a nadie más — era sincero, lo veía en sus ojos, en la manera en que estaba delante de mi rogándome con la mirada una oportunidad — cuando te veo siento que vivo, amo tus ojos oscuros, tu cabello, tu piel, tu cuerpo. Estoy perdido ante ti, amo tu forma de ser, tu fuerza y todo lo que eres — me tomó de las manos — Roza dime que me darás la oportunidad por favor, dime que no me trajiste aquí para pedirme del divorcio, mi Roza por favor dime que no me dejarás —

— no te costó salir de aquí —

— me costó más de lo que te imaginas, pensé en regresar cada segundo pero mi orgullo pudo más —  me abrazó — por favor, todo lo que estoy diciendo es verdad — se acomodó en mi pecho

— no podemos seguir mintiendo sobre nosotros, mi hija no se merece eso — abrió los ojos asustado, me aleje — quiero que esto termine, odio las mentiras — sus lágrimas aparecieron tomándome por sorpresa porque ahora de verdad estaba llorando, mi esposo estaba desmoronado — lo siento Dimitri, no puedo volver contigo. Se acabó, comenzare nuevamente los tramites para la anulación del matrimonio — esto dolía y mucho sin embargo cada vez que pensaba en darle una oportunidad algo en mi me detenía, no importaba cuanto lo amara... simplemente la confianza estaba rota, el miedo ahí y por más que mis sentimientos me gritaran que corriera a sus brazos mi sentido común no lo permitía

— Roza por favor — me rogó, me giré a otro lado — mi amor, por favor solo dame una oportunidad, solo permíteme ganarme nuevamente tu cariño, por favor —

— no Dimitri, se acabó — suspiré deseando que se fuera para poder llorar como deseaba — por favor sal de la habitación —

— ¡no, no, no, no mi amor por favor no me hagas esto! — me abrazo y ya no aguante más, las lagrimas me ganaron convirtiéndose en sollozos, estaba rota por dentro — Roza no nos hagas esto, me amas tanto como yo a ti, mi amor tú y yo estamos hechos para estar juntos por favor —

— ¡fuiste tú quien lo hizo, quien nos destruyo, me dejaste sola cuando más te necesitaba, no tienes ni puta idea de las veces que no dormí intentado curar a mi niña, no sabes las veces que llore de impotencia por ti y por ella, por no saber que les dejaría a mis hijas. No sabes las veces que me sentí tan sola, tan cansada mientras tú te cogias a esa mujer! — estaba furiosa — ¡me abandonaste! — me aleje de él — dices que nacimos para estar juntos pero solo cuando tú quieres porque yo te pedí que lo intentáramos y tú me dijiste que ya habías tomado una decisión, me pediste que actuara como una princesa y tuviera dignidad — mi cuerpo estaba temblando por el coraje — ¿ahora me pides que no nos haga esto? —

— Fui un cobarde, fui un estúpido cobarde, lo sé. Tienes razón yo no tengo ni idea de lo que pasaste porque me cerré en mi propio mundo pero de verdad estoy arrepentido, Rose por favor... solo por favor... — su celular comenzó a sonar, no contestó — mi chica salvaje déjame intentarlo una vez más por favor ¡por favor! — volvió a sonar su celular — ¡que! — contestó furioso — no puedo ir — me miró — está bien, llegó en un minuto — seco sus lágrimas mirándome — tengo que ir a trabajar, pero volveré aquí y terminaremos esta conversación, no te voy a perder — se acercó a mi tomándome de los hombros y beso mi frente — me entendiste, te voy a recuperar no importa el tiempo que haga falta —

— si me amas, no lo hagas porque solo me causas más daño — me miró con resignación, se alistó y salió de la casa. Miro nuevamente a donde yo estaba. Ahora el mío sonó

Rose debes presentarte con el equipo de Mikhail — era Alberta — enviarán a alguien a cuidar a las niñas —

— no es necesario — ya estaba cambiándome — su abuela está aquí — fui a la habitación de Irania — llegó en unos minutos — la abrace — mi niña tengo que ir a trabajar, cuida a tus hermanitas —

— si mamá y tú cuida a mi papá, no dejes que se acerque al acantilado — me besó y volvió a dormir.

No me sorprendí al ver a Dimitri en el coche, al parecer iría bajo sus órdenes — vamos a una comunidad dhampirica han matado a diez dhampirs y se han visto strigoi cerca de una cueva nosotros iremos a matarlos, los del otro coche protegen — asentimos. Una misión serviría para tranquilizarme, al menos era volver a lo que amaba — Rose tú y yo iremos juntos — asentí... bueno eso no iba en el plan

Academia de Vampiros - De las cenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora