9/ Dimitri

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No sentía nada distinto, me preguntaba qué era lo que había cambiado pero nada me llegaba a la mente, esta era una de las experiencias más extrañas que había vivido, el estar con Rose me abrió las puertas a mundos que no conocía y que no pensé que existieran... Neferet y Nassor, ellos eran una pareja eterna... De las que se aman en vida y muerte, aún podía recordar las miradas que se dirigían el uno al otro, me daba ilusión saber que esa misma mirada Roza la tenía para mí y estaba seguro que la mía no era diferente. Amarse en vida y muerte... También me causaba cierto dolor pues mi hermosa mujer me prometió eso el día en que la magia durmió, prometió que me amaría de ese modo y saber que la muerte era algo tangible en este mundo causaba también temor... No podía imaginar que eso me sucediera, no quería que llegara ese momento, no quería perderla jamás. Ahora la veía dormida en mi regazo mientras nos dirigíamos a Rusia, seguía cansada, muy cansada en realidad, estaba seguro que no despertaría en muchas horas, así podía observarla, su rostro cargado de tranquilidad, su cabello suave y oscuro, sus labios, esos labios en los que podía perderme durante horas, su cuerpo... Tan maravilloso y sensual, ella era pasión completa aunque ahora en calma no lo pareciera, se acomodó más cerca de mi — Dimitri — murmuró con una sonrisa, sonrisa que me contagió al saber que era parte de su sueño, no había modo en que dejara de latir mi corazón frenético cada vez que la escuchaba murmurarlo de esta manera, ella también era el motivo de mis sueños alegres. Bese su cabeza ¿sería ella consciente del amor que le tenía? Yo creía que sí, me entrego la mitad de su alma con el libro blanco.

— ¿Dimitri? — despertó antes de lo que imaginaba, levantó el rostro mirándome — ¿cuánto falta para llegar? — le sonreí

— media hora Roza, ya casi estamos ahí — asintió, abrazándome — ¿sigues débil? — se escondió en mi pecho

— sí, siento que todo me pesa, debimos hacer eso desde que tome el libro... — suspiro

— ¿crees que pasara pronto? — negó con la cabeza

— me siento peor que las veces en que he entrado al mundo de los muertos — beso mi cuello — pero solo necesito descansar en la comodidad de una cama con mi dios ruso y mi hija al lado... Eso será suficiente — sonrío alegre, como yo ella extrañaba a Irania, esa pequeña llegó para darnos mayor felicidad... Aún recuerdo el día en que nació, a veces me avergonzaba saber que me quedé inmóvil y perdido, pero los nervios pudieron más, no entendía que pasaba ni sabia que esperar, cuando la vi en el regazo de su hermosa madre haciendo muecas con su boquita descubrí otro tipo de amor, uno que de verdad añoraba, mis dos mujeres, verlas juntas fue maravilloso, desde ese momento supe que lo que le prometí a Rose, hacerla la mujer más feliz del mundo, sería mi mayor objetivo en la vida... — ¿en qué piensas? — me miro débil — ¿piensas en cuanto me amas? —

— eso es siempre — suspire — Roza... el juramento... ¿Tú también sentiste eso no? — sonrío

— como si conocieras las palabras y fuera lo más lógico del mundo — asentí — me pregunto qué puedes hacer... Sino fuera porque muero de sueño me gustaría probar — hizo una mueca — ¿te arrepientes? —

— no, jamás pero... Es extraño... Nunca me imaginé que esto era posible, Neferet y Nassor parecen amarse aún en la muerte... — suspire apretándola a mi — siento que... — me sonrió

— te hace pensar en que el tiempo no deja de correr y temes que llegue ese día... Porque una cosa es saber que la muerte es inevitable pero otra muy distinta convivir con ella... Es un recordatorio constante —

— ¿tú también lo sientes? —

— desde el día del accidente de los padres de Liss... Morir, estar en el mundo de los muertos, ver esas almas que caminan a la luz y saber que ellas tenían familia que les llora, me hace sentir un vacío... Porque sé que algún día seré yo quien camine a ese lugar... O alguien a quien ame... — una lágrima se asomó en sus ojos, la seque con mi yema — cuatro de las personas más importantes de mi vida ya lo hicieron... Anthony, Sophia, Grace y Michael... Personas que eran mi mundo entero y ahora... Bueno... También temo que me vuelva a pasar —

Academia de Vampiros - De las cenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora