- ¿Que mierda estoy haciendo? - pregunte a la nada en el momento en que le envié el mensaje a Matthew.
En esos momentos escuché como se cerraba la puerta principal, que no noté en qué momento se abrió, y la voz de mi mejor amiga llegó hasta mí.
- ¿De qué hablas? - me pregunto mientras se sentaba en el sillón frente a mí - Chica gracias, tenía antojo de helado. - me quitó la cuchara que tenía en las manos y cogió un poco de helado del tarro.
- De nada - le Sonreí
Andrea levanto la mirada y me observo fijamente mientras saboreaba su helado, levanto una ceja y con levantar su mano en señal de espera se salió corriendo hasta su habitación. Loca.
Tomé más helado y volví a leer el mensaje que le mandé a Matthew, no sabía que coños estaba haciendo, mi cerebro se había ido a dar un paseo en el transcurso de las horas pasadas. Maldito alcohol. Mi cabeza quería estallar por la resaca y agradecí que no fuera migraña porque hubiese estado muriendo. Un rato después Andrea salió vestida con un pantalón corto de algodón y una simple blusa color blanco de tiras. Se volvió a sentar en el sillón.
- ¿Qué hiciste? Comienza a hablar. - volvió a tomar más helado.
- ¿De qué hablas? - intenté evadir el tema
- Te conozco - levantó una de sus cejas y se acomodó en el sillón. Suspiré.
- Me acosté con mi jefe - le solté y solo alzó una de sus cejas
- Eso ya lo sé, pero ¿qué ocurrió ayer? - pregunto
- Estúpida, me refiero a ayer - suspire
- ¿Te volviste a acostar con Matthew? - su pregunta fue cautelosa y estaba expectante a mi respuesta, como si supiera que era algo más.
- No, exactamente - sonreí
- Dios bendito - susurro mirando al suelo - ¡Te acostaste con Aaron! - le abalanzó hacia mi riendo - ¡Esto merece algo de licor! - De un momento a otro se dirigió hasta la cocina.
-¡NO! - hice que parara en seco a medio camino haciendo que se sobresaltara
- ¡Joder! Me asustaste estúpida - se llevó la mano al pecho. Exagerada. Me reí.
- Estoy con resaca, así que no me apetece más alcohol por mucho tiempo - se acercó hasta mi lado y se sentó mirándome fijamente - Está bien, te contare todo - rodo los ojos y aplaudió de felicidad – Pero no preguntes cosas como el tamaño, grosor y forma de su cuerpo porque la verdad no me di cuenta – levanto una ceja – El alcohol no me dejo, pero te puedo asegurar que por lo que sentí, es muy grande. – le guiñé un ojo.
Después de contarle todo con lujos y detalles a Andrea, el silencio se hizo presente entre nosotras mientras cada una estaba en sus pensamientos.
Por mi mente rondaba mil y un millón de cosas.Al levantarme junto a Aaron, me sentí feliz, segura y llena, aunque Matthew no estuviera junto a mí en ese momento; la brillante mañana, casi medio día, no iba de la mano con la resaca que tenía. Después de asearme y quedarme con la camisa que supuse era de Aaron, bajé a hacer el desayuno; al rato un Aaron recién levantado se acercó a la cocina, donde yo estaba desayunando y en silencio, sorprendido de mi presencia, se quedó de pie frente a la entrada. Le ofrecí desayuno, en silencio se sentó junto a mí y nos hicimos compañía mientras comíamos; cuando ya nuestros platos estuvieron vacíos y un rato más de silencio, me propuso tener una cena con ellos donde podríamos dejar claras algunas cosas y tras pensarlo acepte. Después de eso, solo regresé a mi apartamento con la ayuda de su chofer.
ESTÁS LEYENDO
Nuestra para amar. (Nuestra Ángel Nuestra Diabla)
RomanceAaron Blair y Matthew Blair. Dos hermanos que a han logrado construir una de los mayores imperios en la industria de la construcción a nivel global. Son dueños y fundadores de Blair Construction Inc. Empresa encargada de grandes construcciones de ca...