Nuestra para amar. (Nuestra Ángel Nuestra Diabla)

Capitulo 23

- Esta es la tercera vez que me duermo y aún no hemos llegado al maldito aeropuerto - se quejó Aaron justo a mi lado mientras se despertaba. Me reí a carcajadas.

-No seas tan gruñón - le dije cerrando los ojos y acomodándome más junto al cuerpo dormido de Matthew

- No lo soy, solo estoy fastidiado, 16 horas para llegar al aeropuerto más cercano es una mierda, ¿Por qué solo no tomamos el helicóptero? Aun puedo llamar a Jhon - se quejó

-Ya te dije que no me montare en ese aparato a no ser que sea algo estrictamente necesario, de esta forma llegue al pueblo y no fue tan pesado, al menos alégrate, vamos en una camioneta de lujo con mucho espacio y comodidades, además, no te toca manejar. - le apreté una de sus manos

- Eres un caso perdido pequeña - se arrecosto al asiento viendo hacia el techo. Lo observe.

- ¿Sabías que tu también lo eres? - me burle - Deberías de aprender de tu hermano, lleva 8 horas dormido. - lo señale

- Matthew es dormilón, no te sorprendas, puede dormir donde sea y cuando sea y tiene un sueño muy pesado, además de un mal dormir. - poso su mirada en mi - Gracias por regresar a casa pequeña - me dijo y solo le sonreí.

- ¿Ya llegamos? - dijo Matt mientras buscaba para estirarse.

- Buenas noches dormilón -le dije dándole espacio - Aun no hemos llegado - le dije acariciando uno de sus hombros.

- Estaba muy incómodo - bostezo - Pásame la botella de agua por favor - Dijo

Tome la botella de agua que se encontraba en mi bolso y se la pase, él estaba intentando orientarse y aclarar su vista, al parecer Matthew tenía problemas con su visión porque parpadeaba rápido tratando de enfocar.

- ¿Tienes problemas con tu vista? - le pregunte mientras veía como tomaba de la botella

- No pequeña -me sonrió - Solo que cuando despierto veo desenfocada las cosas y tengo que esperar un momento para ver bien - me tomo de la mano

- ¿Te ha visto un médico? - pregunte

- Es fatiga pequeña - Aaron respondió por él y gire mi cabeza hacia él - Puede ser dormilón, pero esfuerza mucho su vista, así dijo el médico - se arrecosto en la silla y cerró los ojos

- ¿Dormiste algo? - me pregunto Matthew

- Aun no -me rasque los ojos - Pero lo hare -

- Puedes acomodar la cabeza en mis piernas y tus pies en Aaron - propuso Matthew. Asentí

Le hice caso y me acomodé lo mejor que pude, mi cabeza quedo apoyada en el regazo de Matthew y mis pies en el de Aaron; el primero comenzó a acariciar muy lento mi cabello, mientras Aaron masajeaba mis pies aun con los ojos cerrados.

Me estaba relajando, amaba el punto en el cual estábamos; mi necesidad por ellos cada día crecía y momentos nada sexuales como estar acostada en sus regazos mientras me relajaba, hacían endulzar mi corazoncillo, sabía que llegaría un punto de no retorno definitivo el cual era separado por una línea bastante delgada a la dependencia tanto física como emocional.

- Pequeña puedo escuchar tus pensamientos desde aquí - dijo Matthew mientras acariciaba mi cabeza

- ¿Ah sí? - lo mire - ¿Que estoy pensando? - le pregunto

- En cuando será la siguiente vez que estaremos en tu interior -

La forma tan calmada en que podía llegar a decir ese tipo de comentarios me dejaba descolocada, eso era algo que pertenecía a la esencia de esos hombres.