Nuestra para amar. (Nuestra Ángel Nuestra Diabla)

Capitulo 19

¿Que iba hacer? Desearía que la tierra se abriera y me expulsara en el mundo de los Pitufos. Caminaba por toda la casa y seguía dandome golpes mentales por lo bruta que fui, llevo 6 meses en esta cabaña y olvide que había una gran bandera de Inglaterra y un letrero con el nombre del pueblo, me reí de mi estupidez.

Mentalmente le rezaba a todos los santos, almas del purgatorio, limbo y hasta al mismísimo infierno para que esos hombres no se aparecieran en la puerta de mi casa apenas saliera el sol, mi mente rodaba, saltaba y tenia ganas de explotar porque sabia que ellos serian capaces de llegar hasta acá y armar la de troya.

Me dirigí hasta mi habitación y volví a sacar mi maleta que estaba en la parte superior del closet, la tire a la cama y comencé a tirar mi ropa en ella sin siquiera tener cuidado en doblarla; necesitaba subirme a un avión lo mas pronto posible e irme a un lugar tan remoto como el Tibet, iria a hacerle una visita al Dalai Lama si era posible. Suspire, ¿En que mierda estaba pensando? ¿Tibet? ¿Dalai Lama? Debía de estar perdiendo los últimos tonillos que me quedaban, me sente en la cama al lado de la maleta a medio hacer, tome mi tablet que estaba en la gabeta de la mesa de noche y entre a buscar tiquetes de avion y me resigne, estaba a 16 horas del aeropuerto mas cercano.

Tire la tablet a un lado y me acoste tomandome la cabeza con las manos; no tenia la mas mínima idea de que podría hacer para evitar verlos, han pasado 6 meses pero lo que siento por ellos aun siguen ahí, no ha mermado un poco y se que al verlos todo se ira a la mierda porque terminara cediendo a sus encantos, asi Aaron sea un maldito sadico.

Salí hacia la cocina y saque una botella de vino blanco que me habia traido la señora Telma, era la numero 6, cada mes traía una distinta y esta vez tome la Chardonnay Dundee Hills Evenstad Reserve 2014, tome una copa de vino y me dirigí hacia el patio de la casa y me senté en la mecedora, mi reproductor siempre estaba afuera así que conecte mi celular y coloque en aleatorio mi biblioteca en spotify.

La primera canción en sonar fue Silencio - Luwig van Beethoven y no termine de escucharla cuando la cambie de golpe, primera vez que esa cancion me parecia tan triste y tetrica; el lugar donde me encontraba a pesar de ser hermoso parecia el lugar perfecto para que ocurra un terrible crimen y esa cancion era perfecta para colocarla al final de una masacre. Me servi la copa de vino, me la lleve a los labios y desidi irme por algo un poco mas alegre, queria algo viejo, movido y Elvis era el mejor; de su repertorio escogí Youre The Devil in Disguise y me relaje con el sonido rápido de la canción y la brisa moderada que corría.

Habían pasado 15 canciones y media botella de vino, con ganas de ir al baño me levante de la mecedora y el mundo me dio vueltas causandome risa, me sostuve de las paredes con una risita estúpida; deberia estar en cualquier lugar en estos montos pero creo que mi mente pensaba otra cosa, yo era la personificación del masoquismo.

Fui al baño y Dalí de el con la vejiga vacía y fui a terminar de tomar mi botella de vino; esta noche había hecho una gran convinacion: unas cuantas cervezas y una botella de vino, mañana tendría la peor resaca de mi vida pero no me molestaría por ello, seria mi castigo por no haber salido de este lugar en el momento en que tuve que hacerlo.

Me senté escuchando el resto de mis canciones y cantando a todo pulmón cuando comenzó a sonar Treat you Better - Shawn Mendez, la cante y la volví a repetir 5 veces mas, deseando que como normalmente pasaba, todos los vuelos a Londres estuvieran retrasados, pero eso, era pedirle mucho a la vida

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- ¿ Como es que no nos habias dicho que hablabas con nuestra mujer y sabia donde estaba? - le pregunté a Bastian