Enredos.

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-Estoy perfectamente bien, te veo en la mesa.- Dice mirando fijamente y con deseo a la castaña.


Theo no dice nada, solo mira hacia la puerta sospechoso, para luego se retira del cuarto sin añadir nada más.


-¿Como haces eso?- Pregunta besando con pasión el cuello de ella.


-Quería divertirme un poco.


-¿Ah si?- Dice entre besos.


-Entonces,ahora me toca a mi.


Él la guía hasta la ducha, pero sin despegar los labios de su cuello.


-Eres un enfermo sexual ¿sabes?


-Solo contigo preciosa. solo contigo. - La mira, y ve como Hermione se pone seria.

-Draco, por favor yo..


-No digas nada. - Roza los labios contra los de ella- Solo déjate querer, ¿vale?

El rubio acorrala su cuerpo contra la pared,l agua caliente cae sobre sus cuerpos y rápidamente inundo el ambiente de vapor.


-Me encanta que.. - Murmura entre gemidos. Drac abraza su cuerpo con una mano, y con la otra acarcía su rostro, mientras pegasu cuerpo al de ella.


-Te encanta, ¿que? -Vuelve a besarla.

-Todo. Tú, Draco. .- Ella suelta un leve grito de placer, debido a la situación.


-¿Te encanta esto?.- Se desliza despacio una y otra vez dentro de ella.

Hermione lo besa con desesperación intentando ahogar los gritos que él le estaba provocando, aferrándose a él y a la sensación de tenerlo cerca, de nunca perderlo.

-o-

La castaña sale de su habitación y ve a Draco en el pasillo, grabando alguna especie de mensaje con su varita. Él escucha sus pasos y se gira hacía ella, colgando rápidamente.

-¿Que haces?- Draco sonríe y la abraza por la cintura.

-No seas tan curiosa!

-Ah,¿Entonces no me lo vas a decir.- La besa tiernamente, en un intento de acallarla.

-No.

-Como tu quieras Draqui.- Lo empuja.-¿Ya has desayunado?

-Si.- La toma nuevamente por la cintura. -Pero no sé, me quede con hambre.- le susurra en el oído, haciendo que ella sonría.

-¿Tienes hambre?- Pregunta con voz seductora y rozándole la entrepierna, mientras que él asiente con la cabeza. Por su expresión, ella sabe que lo trae loco.- entonces, déjame.-

Murmura, lamiendo sus labios. Él gimió, mientras que su respiración se agita. -Déjame. -Lo empuja y se aleja riendo. - ¡Prepárate algo de comer Malfoy!

-¡Malvada! ¡Espera!- Corre tras de ella, pero al llegar abajo se encuentra con Ginny y Luna.

-¡Herms, por Dios! La próxima vez que te quedes fuera de la casa,¡Nos avisas por lo menos! ¡Luna y yo habíamos pensado en lo peor!

-Creo que soy bastante mayor para que tenga que estar pidiendo permiso ¿no creeis?- se burla.

-No te estoy diciendo que tengas que pedir permiso, si no que nos avises,¡para saber si estás bien! -Dice una desesperada pelirroja.

-Pues aquí estoy ¿no?! Vivita y coleando!- Camina hacia el comedor, dejándola con la palabra en la boca. Mira a su amiga y niega con la cabeza.

-¿Que vamos hacer con esta ella?- pregunta a Luna, que tan solo se encoje de hombros y sonríe con su peculiaridad.

-o-

Ha pasado un buen rato, y las tres amigas han decidido salir a dar un paseo por las calles de Londres, donde se encuentran ahora. Sentadas en una pequeña terraza de una simple cafetería, charlando, como personas normales. hoy hace un buen día, ni demasiado sol, ni lluvia, ni nada de nada, y eso suma muchos puntos a su favor.

-¡Oh Merlín!, no me vengas con los mismo por favor.

-No pienso decirte nada, solo espero que no vuelvas a lo mismo con Cormac.- Ginny la mira seriamente.

-¿A qué te refieres?

-¡Creo que sabes muy bien de lo que estoy hablando! - Ginny saca su genio, como tantas otras veces, mientras Luna tan solo observa las escena bebiendo de su capuccino y haciéndose un mostacho con la nata. - Las dos sabemos que te acostabas con Cormac! - Luna escupe el contenido de su boca y abre los ojos desorbitadamente, ese comentario debe ser demasiado para ella.-¡ Y no creo que sea correcto ! -Finaliza la pelirroja, mientras Hermione solo ríe cínicamente.

-¡Ay Ginns ! Tú no eres la más indicada para aconsejarme sobre eso.

-¿A que te refieres?

-Tú, Zabinni, misma casa, más tú peleada con Harry, atracción.. - Seguiría enumerando cosas, pero su amiga la calla.

-No inventes.

-No lo hago.- Toma un sorbo a su café.- Digo lo que pienso.

La Weasley niega con la cabeza, y sin decir media palabra se levanta y se va echa una furia. Hermione cubre su rostro con las manos, sintiéndose culpable. Lo siento Gins, perdóname. Piensa, pero debía evitar el tema de Cormac, no le hacía bien.

-Para la señorita Granger. - Dice una voz a su lado, así que frunce el ceño.

-¿Para mí?- Se dirige a él.

-Un joven te envía esto. -El rostro dela morena se ilumina al ver el grandioso arreglo de flores, es hermoso.

-¿Te las mando Cormac?- pregunta Luna cuando el hombre se aleja un poco.- Me parece que se pasó demasiado, pero es súper adorable.- Y se pierde quien sabe donde, con su mirada de ensoñación.

-Si.. - Sonríe y mira al otro lado de la calle donde se encuentra un Draco Malfoy soriente apoyado en una farola.

En pocos segundos siente como un pequeño mareo, pero que pasas instantáneamente. y vuelve a su pequeña taza caliente cuando oye una voz en su cabeza. ¿Te gustó?, se escucha la voz de Draco. Entonces lo comprende, y tan solo con pensar un: 'Son preciosas, gracias' la cara del rubio se ilumina notoriamente.

-¡Buenos días!

-¿eh?.. - Se giran y ven a Blaise y Pansy que los saludan con unas sonrisas falsas en sus rostros, debían estar dando un paseo.

-¡Wow! ¿Y todas estas flores?- Pregunta Parkinson con asombro.

-Se las mando Cormac. -Sonríe Luna.

-Ese tío no pierde el tiempo, ¡Esto es increíble! - Se burla Zabinni.

-o-

Hermione se encontraba en su habitación sentada sobre su cama. Su mirada vacía y pérdida en pensamientos. Recuerda todos esos momentos increíbles que ha pasado con Draco, y al alzar la mirada se encuentra con aquel ramo de flores que ahora se encuentra en un jarrón en su cuarto. Le encantaría decirle todo lo que siente, pero no puede. Cosa que causa que una lágrima escape de sus ojos. Pero ya entregó su corazón una vez, lo entregó toso y salió perdiendo.

Los recuerdos aun siguen vivos en su mente de esa horrible e humillante historia. Al entregar el corazón ciegamente, ella nunca imaginó que esa persona que tanto amaba y admiraba fuera capaz de hacerlo pedazos. De hacerla sufrir el desengaño más grande de su vida, endureciendo su corazón y toda ella en sí, cerrando por completo los sentimientos, sin dejar paso a la esperanza de cambiar algún día.

Hace mucho calor, Draco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora