La ida.

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  Hermione arrastra sus dos maletas por el pasillo con algo de dificultad. Están repletas de ropa, accesorios de mujer y unas cuantas cositas para que él viaje sea mas ''divertido'' e inolvidable. Cuando Draco sale de su habitación, observa como ella forcejea con su equipaje y no puede evitar reírse.

-Creo que te has pasado. - Dice riéndose aun.- ¿Necesitas tantas cosas?

Ella detiene su forcejeo y lo mira seriamente:- No te molestes, de verdad. ¡Gracias!

-Mi amor.. -Sonríe y se acerca- ¿Como me dices eso? -La abraza por la espalda.- Solo que de donde estaba, tenía unas buenas vistas.- Besa su cuello.- Si, en definitiva, eran buenas.

La castaña no puede evitar sonreír y ponerse nerviosa: -Mas te vale que te controles Draquito . -Él se pega aun más.- Los demás también están aquí.

-Como si eso hubiera importado alguna vez.

El desliza una mano hacia su entrepierna e intenta meterla por su pantalón, pero ella lo mira mal, pero divertida y aparta su mano.

-No te alteres.- Se da la vuelta y lo coge por el cuello de su camisa, acercando el rostro sus caras.-Espero que tengas bastante energía.. -Murmura rozando los labios contra los de él.

-¿Para qué?- Pregunta mirándola fijamente a los ojos.

-Ya verás.

-¡Granger!

-¡¿Qué quieres, Nott?!

-¡El idiota de tu novio está aquí! -Grita de nuevo, asomado ala escalera y después desaparece.

Cormac abraza con fuerza a Hermione, y de pronto intenta darle un beso, pero ella lo para haciendo que se aparte.

-¿Que pasa? ¿Estás bien? -Pregunta acariciando su cabello y sonriendo.

-Si.

Ella da un paso hacia atrás, ya que McLaggen se iba acercando de nuevo, mientras él la mira extrañado.

-¿Como dices que estas bien, si andas huyendo de mi? Ayer vine varias veces, ¿Porque nadie me abrió?

-Supongo que tengo que hablar contigo.

-Sabes que puedes decirme lo que sea.

El rubio cobrizo le coge la mano, a punto de besársela, pero de repente la mano de Hermione ya no se encontraba cerca de la suya.

-Siento interrumpir.- Aparece Draco.- Tenemos prisa, McGonagall nos espera. - Dice parandose enfrente a Hermione, después de haberla alejado de Cormac.

-¿Dónde van?- Pregunta devolviendole la mirada con desafío.

-Nos vamos a Francia, cosas de Hogwarts.

-¿Porque no me habías dicho nada?- Pregunta mirando buscando la mirada de la castaña.

-No creo que ella tenga que andar diciéndote lo que tiene que hacer.

Hermione se acerca de nuevo a Cormac: -No tengo muy claro cuando volveré, pero te escribiré desde allí.

-No te preocupes pequeña. Espero que regreses pronto.

¿Muñeca?'Maldito!, piensa Draco. Le observa con rabia y celos incontrolables mientras ella se despide de Cormac con un beso y un abrazo. El rubio no duda sel amor que ella siente por él, solo que no soporta que ningún hombre se le acerque. Es únicamente suya.

-o-

-Hay algo que no entiendo.- Dice Theo a sus amigos después de despedirse de sus amigos.
-¿A que te refieres?- Pregunta Ginny.
-Es que, juro.. no sé.
-No nos asustes Theo.- Dice Luna divertida.
-Hoy, cuando les iba avisar a que Cormac había llegado... - Suspira- Los vi...
-¿Viste a quién?¿Que? -Gruñe Blaise un tanto exasperado, poniendo la mano sobre la rodilla de la pelirroja, que le lanza una mirada fulminante.
-Los vi como... como si estuvieran a punto de besarse.
Ginny frunce el ceño: -¡¿Qué?!
-Estas sorda pelirroja. -Le revuelve el pelo.- Besarse, muack, muack. Ahora si Nott, no inventes, esos dos no se soportan.
-Pues para no soportarse estaban muy, pero que muy juntos.
-¿Estas seguro? -Pregunta Luna ingenua.- No puede ser..
-No, no estoy seguro pero... ¿No me digáis que no lo habéis notado?
-Yo si.- Responde Ginny deshaciéndose de un empujón de Blaise.- Eran como el perro y el gato, vivían peleándose, y ya no.
-¡Ay Theo! -Ríe Luna, cogiendo de la mano a Theo, lo que hace que los otros dos se queden asombrados.- La gente madura.
Él suspira:-Lo sé pero también está esa forma de mirarse. ¿No te has dado cuenta?
-¿Cuenta de qué? -Preguntan las chicas.
-Dios, Hermione está como quiere. Todos nos la hemos comido con la mirada alguna vez. -Dice seguro, ganándose una nueva mirada de odio por parce de cierta pelirroja. Y.. digamos que esa mirada no era precisamente por hablar así de su amiga- Y Draco, bueno.. es Draco Malfoy.
-o-
Draco no ha dicho media palabra desde la casa. Sólo caminaba hacia delante, con paso firme sin mirar atrás. Y ahora igual sentado en el despacho a la espera de la directora.
-¡No entiendo porque estas tan enfadado conmigo! -Él solo suspira sin girar la mirada hacia ella.- ¡Malfoy! -El rubio sigue sin mirarla.- Bien. Haz lo que quieras. -Espeta desviando la mirada, entonces él la coge de la mano.-¡ NO ME TOQUES!
-Es que me enferma que ese tipo se acerque a ti. ¡Por Morgana! Entiéndelo. -La coge de la mano de nuevo.- Mírame.. Hermione- Toma su rostro, haciendo que sus miradas se encuentren.- No soporto ver como él te mira, se nota que...
-Draco, yo te quiero, ¿verdad?- Él sonríe.-Sabes que para mi, demostrarte cuanto te amo y decírtelo es algo que me queda grande. No tienes que sentirte amenazado por él.
-Eres mía.- Le da un beso apasionado, explorando y saboreando su boca con la lengua.Ella siente como la sangre le hierve, mandándole impulsos.
-Draco. -La calla con un beso. Los dos tenían la respiración agitada.
La puerta se abre a sus espaldas, y se separan tan rápido como si sus vidas dependieran de ello. Mientras escuchan los pasos de la directora avanzar hacía su escritorio intentan disimular los labios rojos, los latidos a mil por hora, los sonrojos y su aspecto un tanto desaliñado. La directora les habla y ellos no prestan demasiada atención, tan solo cuando les devuelve sus varitas, para que puedan serles útiles en su estancia en Beauxbatons, cuando las sienten entre sus manos es como si por fín tuvieran algo que les faltaba dentro de ellos. De despiden con un cariñoso abrazo, un tanto impropio, de McGonagall. Y Traslador en mano se dirigen a uno de los países más bonitos del mundo. La que le espera a los fraceses.

Hace mucho calor, Draco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora