Hace mucho calor, Draco.

No más miedo.

Se despierta sudada, con los ojos empañados en lágrimas y entonces recuerda porque. Nunca tubo que haberse dormido pensando en el pasado. Luna toca la puerta de la habitación de su amiga, luego procede en entrar- Ve como Hermione lloraba sentada en la cama y se sienta a su lado-

-Herms- Dice con su dulce voz, acariciándole el pelo -¿Porque lloras?

-Luna, quiero estar sola, por favor.

-¿Como piensas que te voy a dejar así?- Y la abraza. - Tal vez pueda ayudarte...

-¿Ayudarme? No puedes ayudarme.-Agacha la cabeza. -Nadie puede ayudarme, porque estoy loca.

Al ver a su amiga tan desecha y sufriendo, a Luna se le mojan los ojos, sabe porque está así, las dos lo saben, y no hacen falta palabras para comprenderse entre ellas.

-Déjame sola, ¿si? - Dice de una forma casi inaudible.- Vete.-Ella entierra la cabeza entre su almohada y llora, mientras su amiga rubia le acaricia la espalda.

-No te he visto llorar de esta manera desde... desde Ron.- Hermione suelta un fuerte sollozo.

-¡No lo menciones! Nunca vuelvas a mencionar su nombre.

La forma en cual ella lloraba se le hacia conocido. Era el dolor y el llanto de un amor imposible. Un sufrimiento que que desde hace poco Luna también conocía bastante bien.

-Herms, ¿Estás enamorada? -Dice pausadamente, como si tuviera miedo de su reacción, entonces la castaña detiene los sollozos y su respiración.-¿Porque no nos lo dijiste?

-Luna.- Frunce el ceño.- ¡Te he dicho que me dejes sola! - Grita frustrada sentándose en la cama.

-¿Es Cormac? -regunta, sin hacer caso a su amiga, mientras Hermione tan solo respira hondo.

-No trates de averiguarlo, no lo entenderías. -Se acuesta nuevamente, y Luna le seca las lágrimas.

-Te entiendo Hermione, se que tienes miedo. Lo que te pasó fue lo más horrible que le pudiera suceder a una mujer. -¿Cuando ha cambiado tanto, y se ha vuelto tan comprensiva? Madura.., piensa Hermione.- Yo se que aun vives con ese dolor, pero no puedes dejar que eso te siga arruinando la vida. El amor es lo mas hermoso que puedes experimentar, nada se compara con él.

-Luna..- Las lágrimas salen de nuevo.- No puedo..

-Si puedes, si quieres a esa persona, si darías hasta la última gota de sangre por él tienes que arriesgarlo todo. -El brillo vuelve a su mirada soñadora y a su voz aterciopelada.- No te cierres.

-Luna, ¿Estás enamorada? -Esta vez las tornas cambian y es la rubia la que se queda sin respiración cuando la sus miradas se cruzan.

-Lo estoy, pero.. -Sin tapujos, como es ella, pero esta vez no se mantiene firme, sino que su mirada se encuentra con las puntas de sus pies.

-Pero nada, aplícate lo que me acabas de decir.

-o-

Draco entra por la puerta de su casa despacio. Camina con la expresión melancólica y observa las flores que le había regalado a Hermione, que estaban encima de la mesa del comedor. ¿Estarias con él?Soy un imbécil, piensa. Cubre su rostro con sus manos y suspira. ¿Porque lo he hecho? ¿Merlín porqué?. Se pregunta aturdido por lo sucedido con Pansy esa noche. Ella era bastante atractiva, un hombre estaría ciego en no fijarse en ella. Pero era solo eso, una cara bonita, con quien seria incapaz de sentir algo mas que una atracción física.

Lo que ha pasado entre ellos fue una tontería momentánea, y le da mucha rabia. Está arrepentido de lo sucedido, tanto que se ha bañado en casa de ella. No hacia otra cosa que pensar en Hermione. La idea de ella con Cormac lo enloquecía de celos. Y sobre todo impotencia. La impotencia de ser rechazado.

El rubio sube hacia su cuarto y cierra la puerta, se iba a dejar caer sobre la cama, pero nota la presencia de alguien.

-¿Hermione? - Ella no dice nada, solo lo mira con los ojos llorosos.- ¿Porque lloras? - La imagen de verla llorando le parte el corazón.- Dime que te pasa. - De pronto lo abraza, aferrándose a el con todas sus fuerzas. -¿Que te han echo amor? -Al escuchar esas últimas palabras ella lo abraza aun más fuerte.

-No me sueltes, ¿vale?, no me dejes.

-Jamás. -Suspira.- Solo dime que pasa.

-No quiero sufrir, no quiero tener miedo. -Tiembla entre sus brazos. -Draco... te amo.- La respiración de él se para, mientras que un mar de emociones se apodera de él.- Te amo Draco, demasiado. -Él la abraza aun con más fuerza.

-Herms.- Se aparta unos centímetros de ella para poder mirar sus ojos. Por favor, no llores. - Le seca las lágrimas y la besa.

Besa sus lagrimas y la guía hasta la cama. Besa su cuello y le quita la blusa entre mas besos y caricias, los dos quedan desnudos Sus cuerpos cálidos , produciendo una sensación que les quema. La mira a los ojos y besa sus labios con ternura y con toda delicadeza que pueda tener Draco Malfoy. Entra en ella, y al sentir como él la llena, gime. De los labios de ambos las palabras "Te amo" salían una y otra vez. Pero no era suficiente. Tan solo palabras no podían describir la pasión y ese amor tan grande que siente hasta en la sangre. Entonces lo sabe, Ella es de él y él es de ella. Ha sido así desde el principio. A través de una mirada y todas las caricias..., la perfección de como encajan.

Hermione estaba acostada sobre el pecho de Draco- Tenía los ojos llorosos, mientras que él miraba hacia adelante con una expresión de rabia y odio.

-Te juro que si veo algún día a ese desgraciado, lo mato. -Dice serio, no hay ni un ápice de broma en su mirada o en su voz.

-Draco, no mas él. No quiero que hagas nada, ni siquiera lo menciones. - El rubio levanta el rostro de ella por su barbilla y la vuelve a besar.

-Quiero que te olvides de él.- Vuelve a besarla. -Te quiero.

-Perdóname. -Sonríe y acaricia tu rostro. -Por haberte rechazado, por decirte que no te amaba.

-Ya está echo.- La castaña lo mira con duda.- Con eso quiero decir que ya te he perdonado. -Sube sobre el cuerpo de ella, para que sus miradas estén frente a frente. - Quiero que confíes en mi.

-Se que no debería, pero confío en ti, Draco Malfoy. -Sus labios se unen en un tierno beso. Entonces él se separa un poco de ella, con una expresión de preocupación- ¿Que ocurre?

-Nadie lo aceptará, lo sabes. ¿Verdad?

-¿Y? -ríe y entierra las manos en su pelo corto.- Somos tu y yo contra el mundo, ¿recuerdas?