-Hola, -las personas presentes dirigieron su atención al hombre en el escenario- hoy es un día especial, se cierra una etapa, y una nueva comienza. Agradecemos a todos los maestros y estudiantes por su arduo trabajo a través del año escolar. Ha sido una experiencia encantadora ver crecer a la generación del futuro. De nuevo los felicito y muchos éxitos para cada uno de ustedes. -el hombre dictó uno a uno los nombres de los estudiantes graduados llegando así al nombre de la castaña.
-____ Parker. -la morena orgullosa se levantó de su asiento y subió al estrado. El maestro Bates le tendió su diploma, seguido de un apretón de manos.
-Bienvenida a la verdadera vida, señorita Parker. -musitó en una sonrisa.
-Gracias. -respondió sin más. Lo que el maestro Bates no sabía era que _____ ya conocía el lado oscuro de la realidad. La lista de estudiantes llegó a su fin, todos se encontraban junto a sus familias, celebrando el gran logro. Horas después el baile de graduación inició. Las chicas modelaban su más preciosa vestimenta acompañada de la joyería adecuada para sorprender a sus acompañantes. La castaña llevaba un vestido negro, corto más arriba de las rodillas, descubría la mitad de su espalda y hacía resaltar su pecho mostrando una figura esbelta. La música era rápida y movida, ____ bailaba junto a sus amigos.
-¿Quieres bailar? -preguntaron tras la morena. Al voltear vio a Scott uno de los chicos del equipo de fútbol.
-Claro. -sonrió la chica. Scott se acercó a ella y su baile comenzó. Parker se movía con el ritmo de la canción, Scott la acompañaba y se unían en una danza espectacular. La chica disfrutaba el momento, se divertía y sonreía, ella era consciente de que todo esto duraría poco. Uno, dos, tres chicos eran testigos de los pasos de baile de la morena; ya había perdido la cuenta de cuantas canciones había disfrutado.
-Hey, es mi turno de bailar con ella. -mencionó Harry a Matty que era el que ahora bailaba con la castaña. El castaño oscuro se hizo a un lado y le dio paso a Styles. La canción cambió a un lento.
-¿Me permites esta pieza? -Parker se inclinó un poco para darle paso al oji-verde. Hazza colocó su mano alrededor de la cintura de la chica y empezaron a balancearse al ritmo de la melodía suave.
-¿Que planeas después del día de hoy? -preguntó cerca del oído de la chica, el fuerte sonido no le permitía hablar normalmente.
-No lo sé, y tampoco lo quiero saber. -dijo mientras daba un giro.
-Los chicos y yo fuimos aceptados en la universidad con una beca de fútbol. -sonrió el chico.
-Eso es grandioso -musitó la castaña en una amplia sonrisa- Yo no sé que hacer con mi vida. -su sonrisa se desvaneció poco a poco. Al otro lado del lugar Malik veía a ____, no apartaba la vista de ella, su mirada la perseguía a donde quiera que vaya. Pensó mil veces en acercarse y pedirle que bailasen juntos, pero ya se habían hecho bastante daño con el beso de ayer. Tan solo recordar sus labios le estremecía todo el cuerpo. Malik terminó su trago y salió de allí, no aguantaba un solo minuto más.
Dos años transcurrieron, la vida de ambos chicos cambió, pero tenían algo en común. Ninguno de los dos había olvidado al otro. Parker había entrado a la universidad de Londres gracias a el fruto de su trabajo. Después de unos cuántos meses encontró un nuevo empleo en la casa de bodas de Elizabeth Taylor, una muy reconocida organizadora de bodas, no era el trabajo ideal para Parker pero su salario era muy bueno. Trabajaba junto a Angelina, que después de compartir tanto en La Dolce Vita su amistad creció hasta llegar a tal punto de convertirse en su mejor amiga.
Ella se encontraba en un bosque, más allá se podía ver una pradera llena de rosas rojas, el paisaje era hermoso, de repente el cielo pasó a ser despejado a convertirse en uno completamente oscuro desatando una ligera lluvia.
-Sálvame. -se escuchó desde el fondo del bosque. Caminó insegura hasta dentro de el. Una ráfaga de viento sopló haciendo que las hojas de los árboles sonaran escalofriantes.
-____. -se levantó abruptamente de su cama, talló sus ojos y se dijo a sí misma que todo había sido una pesadilla. Trató de recordar esa voz que había mencionado su nombre, pero al tratar de recordar todo desaparecía.
Miró la hora y tenía el tiempo suficiente para arreglarse e irse a trabajar. Se dio una larga y revitalizante ducha, al terminar se envolvió en una toalla mientras escogía su ropa para ir al trabajo. Optó por una falda negra y un blazer del mismo color. Peinó su cabello dejándolo suelto, esto hacía que se viera más guapa. Se dirigió hasta la cocina de su departamento, preparó unas tostadas con jalea de mora y jugo de naranja. Se sentó en el comedor a desayunar, mientras leía el periódico. Al terminar cepilló sus dientes y salió de casa. Presionó el botón para pedir el ascensor y se dispuso a esperarlo. Entró a la caja y llegó al vestíbulo en cuestión de segundos. Subió a su auto y se dirigió a su trabajo. Al llegar saludó a todo el personal, incluyendo a su mejor amiga.
-Estás en problemas. -bromeó Angelina, la castaña sonrió ante el comentario- La señora Elizabeth te necesita. -la chica asintió y se dirigió hasta la oficina de su jefa. Al estar frente a la puerta toco dos veces. Una voz proveniente de adentro le dio el paso para seguir, Parker abrió la puerta.
-Buenos días.
-Buenos días, linda. Justo quería hablar contigo. -dijo Elizabeth apuntando a la silla frente a ella.
-¿Y... para que soy buena? -preguntó haciendo un ademán con sus manos.
-Como sabes, mi esposo y yo estamos cumpliendo otro año de casados y queremos celebrarlo con unas vacaciones juntos.
-Eso es genial... -la castaña aún no entendía todo el asunto.
-Así que miré toda mi lista de empleados y creo que tu eres la persona más conveniente para reemplazarme. -la morena creyó haber oído mal.
-¿Yo? ¿Está segura? -dijo incrédula.
-Si, te harás cargo hoy mismo. Me iré en unos minutos. -la chica asintió aún sin creerlo- Una mujer apartó una cita hoy, tu deberás atenderla. ¿Cuento contigo?
-Por supuesto. -dijo con su más grande sonrisa.
-Creo que han llegado. Suerte en tu primer día.
-No la defraudaré, lo prometo. -la chica salió de la oficina con una sonrisa, pero esta desapareció cuando _____ vio de quien se trataba.