Mi Dulce Tormento (Jimin y ___) ✔

Capítulo 4

-Narra Jimin

Desperté con un gran dolor de cabeza. Eso me pasa por estar tomando tan tarde en la noche y...también por el golpe que recibí con la pantufla de mi sexy vecina. Admito que no pude dormir bien, sus senos se veían tan ricos dentro de ese camisón de seda y no dejaba de pensar en ellos y en su cuerpo. Mordí mi labio inferior y fui a ducharme y a prepararme para mi día.

***

Me coloque una camisa de vestir azul marina con los primeros dos botones abiertos y un pantalón y zapatos de vestir negro. Me puse mi collar de plata favorito junto con algunos anillos en mis dedos y solo corrí mis dedos por mi cabello. Subí las mangas de mi camisa hasta mis codos y fui a la cocina a buscar que comer. Fui asaltado por el rico olor a comida que venia del apartamento de la vecina. Mi estomago gruñó con hambre. Fui hasta la ventana y la abrí para llamarla.

-Narra ___

Estaba tan feliz de tener a mi familia cerca. Woo Bin me había sorprendido al llegar con mis padres, admiraba mucho a mi hermano mayor. A el no lo ataque a besos, deje eso para Tae. Yo adoraba a Tae como si fuera mi hijo, de los dos era mi favorito.

-Wacala, ___. Por favor deja de besarme, ya soy un hombre grande.

-Siempre te veré como mi hermanito, Tae. No dudes en pedirme lo que te haga falta.- Tae solo asintió con la cabeza y regreso a la sala a ver tele con papá y U-bin. Mamá y yo nos encargabamos de hacer el almuerzo.

¡Vecinaaaaaaaaa!

-Maldición...

-¿Que ocurre cariño?¿De quien es esa voz?

-¡Vecina de la pantuflaaa!- Sentí la vena en mi sien latir. Suspire y cerré los ojos momentariamente y le di una sonrisa forzada.

-Vengo ahora mamá.- Marche a mi cuarto y abrí la puerta de mi balcón bruscamente.

-¡Jimin! tengo visita, ¿podrías callarte?- Estaba sonriendo coquetamente, se veía delicioso con esa ropa y su cabello expertamente desarreglado.

-Tengo hambre ¿Que cocinas?

-Para ti nada. Si tienes tanta hambre, ve a comprar comida.

-Quiero de lo que estas haciendo.

-Tengo visita, así que déjame en paz o si no esta vez partiré tu cabeza en dos como una sandia con uno de mis tacones.

-Uff, que sexy te vez enojada.- Me gire para regresar a la cocina con mi madre cuando escuche un ruido y un gruñido de Jimin. Me gire nuevamente y el idiota de Jimin estaba colgando del alero de la ventana. Solté un grito y comencé a correr nerviosa. Aunque no moriría el muy idiota porque iba a caer sobre la baranda de mi balcón, como quiera era algo riesgoso.

-¡Deja de gritar mujer! (cae sin esfuerzo en la baranda y luego en el suelo de mi balcón) No pasa nada.- U-bin salio afuera alarmado con Tae y mamá.

-¿Que demonios pasa?- Pregunta Woo bin.

-¿Kim Woo Bin? ¿Que haces aquí?

-Lo mismo te podría preguntar a ti, Park Ji min.- Jimin me miro luego miro a Bin.

-¿Es tu novio?- Le di un golpe en el brazo.

-No idiota, es mi hermano.

-Siento que ese se ha convertido mi apodo. Idiota.

-¡Si, porque lo eres!

-¿Porque gritabas, ___?- Pregunto Tae.

-¡Este cabernicola estaba colgando del alero de su ventana porque tenia hambre!

-¿Porque no lo invitas a comer hija?

-Porque apenas lo conozco.- Mi madre rolo los ojos y sonrió placenteramente y fue a darle la mano a Jimin.

-Hola joven, Soy la mamá de esta ruda chica. Por favor pasa a comer con nosotros.- Jimin tomo la mano de mamá y la besó. Woo Bin, Tae y yo gruñimos con asco. Mamá dirigió a Jimin hacia la cocina, y como buenos hijos los seguimos.

Minutos después, mamá y yo servimos la comida en la mesa. Le di un tazón de arroz a Tae, a Woo Bin y luego serví el de Jimin y se lo coloque bruscamente al frente.

Mi padre se comunicaba de vista con mis hermanos. Me serví mi tazón y me senté al lado de Jimin y comenzamos a comer.

-Narra Jimin

La comida de la mamá de la vecina estaba muy rica. Nadie hablaba y suponía que era mi culpa, la vecina solo miraba a otro lado o le echaba carne al chico que estaba a su lado. Luego de haber comido, decidí que ya era hora de retirarme, pero eso si. Regresaría en la noche

-Bueno, creo que es hora de irme. Tengo mucho trabajo que hacer hoy.- La señora madre de la vecina me despidió.

-Por favor regresa pronto, joven fue un placer conocerte.

-El placer es todo mio.- Fui a donde la vecina y le di un pequeño beso en los labios. Sentí como se tensaba así que le di una guiñada y camine hasta la puerta.

-Nos veremos luego, hermosa.- Sali afuera y me quede parado en la puerta para escuchar la discusión y sonreí.

-La venganza si es dulce.

Me memorize el numero de su apartamento para venir luego, esta vez si que no tenia planes de salir a la noche, mi nueva conquista sera la rica vecina.