Mi Dulce Tormento (Jimin y ___) ✔

Capítulo 5

-Narra ___

-Hija...¿Que fue eso?

-¿Quieres que le parta la cara a ese desgraciado hermanita?

-Ay cariño, no tenías que esconder que era tu novio, es un buen chico.

-Valla, ___. Esta vez sí que te lo buscaste bueno. Y con dinero.

Me desesperaba oír a toda mi familia hablar a la vez así que me cubrí los oídos y grite.

-¡Ya basta! ¡Jimin no es nada mio! Si recuerdan bien, fue el chico que me hizo la vida imposible en la preparatoria. Por su culpa fue que expulsaron de la academia, por ponerse a regar rumores de que me había acostado con uno de los profesores.

-Cariño, el apellido Park es común ¿Estas segura que es el?

-Si mamá, lo reconozco por el lunar en el cuello y su sonrisita arrogante.

-Bueno pues, ten cuidado. ¿Quieres que Tae se quede aqui?

-No papa, me encerrare bien en el apartamento. No tienes porque preocuparte.

***

Mi familia se fue de mi casa alrededor de las 9 de la noche. Fui al baño de mi habitacion y decidi darme un baño en la tina. Cerré la puerta corrediza del balcón con seguro y baje las cortinas antes de apagar las luces y encender unas velas en el baño. Comencé a llenar la tina. Antes de entrar al agua, sonó el timbre. Suspire y me coloque la bata de baño y fui a contestar la puerta. Al abrirla, vi que era Jimin y fui a cerrar la puerta cuando la agarro.

-¡Oye oye! No seas tan ruda, bebé.

-No soy tu bebé. Vete, por favor tengo que trabajar mañana.

-¿Puedo pasar? Solo por un momento.

-No Jimin, vete a tu casa por favor.- Empujo la puerta y entró, luego cerró la puerta con una patada, me tomo por la cintura y presiono mi espalda contra ella.

-¿Pasa algo?- Sacudí la cabeza y me estremecí al sentir que Jimin corría sus dedos  por mi cuello.

-No, solo quiero que te vayas.- Jimin beso la base de mi cuello y comenzó a deshacer la correa de mi bata.

-¿Y porque?- Comenzó a quitar mi bata y presione mis manos contra su pecho.

-Porque ya arruinaste mi vida una vez, y no permitiré que lo vuelvas a hacer.- Cerré mi bata y me despegue de el.

-¿De qué hablas?

-De nada, solo vete.

-¿Me vas a decir tu nombre al fin? Me interesa ponerle nombre a el angel que aparece en mis sueños

-Que cursi eres y si, me llamo Kim ___. La chica que acusaste de ser una cualquiera en la preparatoria.- Jimin se puso pálido por un segundo y se rio. Yo solo me crucé de brazos y mire a otro lado.

-¿Bromeas verdad?

-No creo que bromeara  de algo que prácticamente destruyó mi vida.

-Narra Jimin

Permanecí callado. Así que ___ había florecido de ser un patito feo a un hermoso cisne.

-Admito que llegue muy lejos con mi broma. Pero ya está en el pasado, todos hemos cambiado, tú mas que nadie. Ya no pasa nada.

-¿No pasa nada? Claro para ti es fácil dejar las cosas ir porque no fuiste tu el que se afectó. Mis padres casi me echaron de la casa, hace un año atrás fue que mi padre me volvió a hablar. Por tu culpa no pude entrar a mi universidad preferida, me tuve que conformar con una universidad mediocre. Pero claro, no paso nada, ¿verdad?- Incline la cabeza y mordí mi labio inferior.

-Lo siento. Se que hice mal pero...he cambiado, no soy el mismo chico que antes.

-No, Jimin. No eres el mismo chico que antes, eso sí es cierto. Eres peor, mucho mas peor.

-No es cierto, no has tomado el tiempo para conocerme.

-Apenas me he mudado aquí, y aunque fueras el ultimo hombre en el universo, no quisiera conocerte.- Me acerque a ella, haciéndola presionar su espalda contra la puerta nuevamente. Puse mi mano sobre la puerta y me acerque aun mas, nuestros labios apenas tocaban.

-¿Estás segura de eso?

-Si. Muy segura

-¿Así que no sientes nada por mi?

-No, Jimin y nunca sentiré nada por ti.- Coloque mi mano en la parte de atrás  de su cabeza y la incline hacia arriba y bese sus dulces labios lento y sensualmente. Me despegue y sonreí al ver sus cachetes enrojecidos y sus ojos llenos de furia. Alzó la mano para pegarme pero la tome justo a tiempo.

-Que pena, porque tu si me gustas y no descansaré hasta que seas mía. Cancela tus planes mañana, no irás a ningún lado. Vamos a ir a desayunar juntos, luego iremos a comprarte un vestido y unas joyas hermosas porque serás mi acompañante para un estreno de películas.

-¡No iré a ningún lado contigo!

-Es lo veremos, hermosa. (La bese nuevamente) Ve a bañarte, nos veremos mañana.- La solté y abrí la puerta pero antes de salir le tiré una guiñada. La muy ingrata solo tiro la puerta en mi cara. Solo me reí.

-Eres tan sexy cuando te enojas.