17 Caoba

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Effie Pov.

Estaban a punto de empezar los septuagésimos cuartos juegos, ya estaban todos en sus lugares, sólo faltaba que Haymitch apareciera. Cuando llegué al Distrito no estaba, pero el Gobernador no me dio tiempo para ir a buscarlo. Así que ahora, sólo me mostraba indiginada con la silla vacía, aunque moría por ir a asegurarme que este bien.
Después de la muerte de Anna y Mathew, las cosas habían cambiado. Nos preocupábamos de darles a los tributos los consejos necesarios, pero manteníamos toda la distancia que fuera posible. Todavía nos dolían mucho sus muertes, y  habíamos prometido que no lo haríamos más, y por lo menos los últimos dos años, lo habíamos logrado.

El Gobernador se paro y dio inicio al acto, sin que el vencedor este en su asiento, pero había un horario que cumplir. Cuando fue mi turno me acerque al micrófono y con mi mejor acento empecé.

“Bienvenidos, bienvenidos, a los septuagésimos cuartos juegos del hambre.” Hice una pequeña pausa “y que la suerte este siempre, siempre de su lado.” Antes de sacar los nombres, pase el video que mandaba el Capitolio. “Y como siempre, las damas primero…” Camine hasta la urna y saque un papel, volví al micrófono y con una gran sonrisa en el rostro seguí. “Primrose Everdeen” Mire hacia las chicas, para ver quién era la “afortunada” de tener que ir a los juegos.

Empezó a caminar una niña, no tendría más de doce años. Era muy parecida a Anna, pero ignorando la puntada de dolor en mi pecho, la anime a subir.

“¡Prim!” Un grito hizo que mirara atrás de ella. “¡Prim!” Los agentes de la paz, la frenaron. “Soy voluntaria.” Grito mirándome. “Me ofrezco como voluntaria.” Volvió a decir. No lo podía creer, esta niña, estaba ofreciéndose a la muerte, por amor.

Los agentes de la paz la soltaron, abrazo a Primrose y cuando la niña empezó a llorar y a gritar, un chico se acercó y se la llevó con su madre. La chica se giró, y comenzó a caminar hasta el escenario.

“Ven, cariño, sube.” La anime mientras subía los escalones. “¿Cómo te llamas cielo?” Pregunté una vez que estábamos en el micrófono.

“Katniss Everdeen”

“Supongo que ella es tu hermana, ¿cierto?”

“Si” Fue todo lo que contestó, así que seguí.

“Y ahora los hombres…” Fui a la urna y saque otro papel. “Peta Mellark” Empezó a caminar un chico rubio hasta el escenario. “Los tributos del Distrito 12, Katnis Everdeen y Peta Mellark” Le hice darse la mano y algo hizo click en mi cabeza.

El día que volvimos al 12 con Haymitch a despedir a Katty y Scott, y el tren tuvo un problema que hizo que se retrasará, yo los había visto. Ella se estaba muriendo de hambre, y él le había tirado el pan.

Los acompañe adentro, para que puedan despedirse de sus familias. Ese año no me fui al tren, Haymitch no sabía dónde estaba, y decidí quedarme por si lo veía. Fui todo el viaje hasta el tren, contándoles a los chicos con lo que iban a encontrarse. Llegamos y me avisaron que Haymitch estaba ya en el tren. Entramos y nos sentamos en el comedor, ambos estaban muy callados así que los deje solos.

Fui al vagón del bar y me serví un vaso de whisky. Necesitaba pensar un poco. Todo esto era demasiado. Katniss se entro a la muerte por su hermana. Peta le había salvado la vida hacia nueve años.

Una vez que me calme. Volví a buscar a los niños y les mostré sus habitaciones y me fui a la mía. Sentado en la cama estaba Haymitch, miraba un punto fijo y estaba tan metido en sus pensamientos que no se enteró que estaba ahí, hasta que me senté a su lado.

“Princesa” Me dio un suave beso en los labios. “Perdón por no estar hoy, pero lo vi todo.” Hizo una pausa. “Ella tiene el valor.”

“Si, lo tiene. Pero no sabemos si sabe pelear Haymitch.” Me pare y empecé a sacarme la ropa. “¿La reconociste?” Le pregunté a través del espejo, me miró intrigado. “Los vimos a los dos hace nueve años. Ella se estaba muriendo de hambre y él le tiro un pan.” Vi en su cara cuando se acordó de eso. “Sobrevivo por poco, tal vez eso la salve." Volví a la cama y me acosté a su lado. Nos dormimos en cuestión de minutos.

Me desperté al otro día y me bañe y vestí intentando no despertar a Haymitch. Fui hasta el comedor y me aseguré que los niños siguieran durmiendo y que no haya ningún problema con el horario que teníamos que cumplir.

Estaba mirando por la ventana, cuando sentí unos brazos en mi cintura, seguido de un tentador beso en el cuello.

“Buenos días princesa” Susurro en mi oido, para después morder suave mi oreja.

“Buenos días.” Respondí girándome para poder besarlo. Rápidamente las cosas subieron de nivel y el simple beso se convirtió en una lucha por ver quién tenía el control. “Haymitch… pueden venir los niños en cualquier momento.” Le dije cuando me di cuenta, sin saber muy bien como, estaba sentada sobre la mesa de caoba, sin ropa interior.

“Entonces hay que hacerlo rápido.” Sonrió con malicia y levantándose de entre mis piernas, se bajó el pantalón y me penetró. Lo bese para evitar gritar de placer al volver a sentirlo. Rápidamente nos empezamos a mover desesperados por alcanzar el orgasmo. Fue él el que volvió a besarme cuando estaba por llegar, y lo agradecí, cuando empezó a frotar mi clítoris con fuerza. El fue el primero en correrse y yo lo seguí segundos más tarde.

Nos apuramos en vestirnos y quedar presentables, antes de que alguien entre. Me senté en uno de los sillones, mientras él se acomodaba en la mesa, justo cuando un Avox, entro para servir el desayuno. Me dediqué a acomodar mi maquillaje. Llegó Peta y después de decir un educado buen día, se sentó y empezó a discutir con Haymitch las formas de sobrevivir en la Arena. Justo cuando estaba por terminar de retocarme entro Katniss, y siguieron discutiendo sobre cómo encontrar un refugio.

“¿Cómo encuentro un buen refugio?” Era la tercera vez que lo preguntaba y se notaba en su voz que se estaba cansando.

“Es demasiado temprano cielito, deja que me despierte. Esto de ser Mentor es muy agotador.” Le puso un chorro de wisky al café. “Pásame la mermelada cariño.” Se estiro para poder agarrarla él, cuando Katniss clavo un cuchillo en la mesa.

“¡Eso es caoba niña!” Fue lo primero que pude decirle. Cuando el recuerdo de lo que habíamos estado haciendo con Haymitch arriba de esa mesa, minutos antes, me invadió. Todos me ignoraron.

“¡Wow! Asesinaste a un mantel.” Se burlo Haymitch. “¿Queres saber cómo sobrevivir? Hace que los patrocinadores te quieran. Porque en la arena, una botella de agua, comida o incluso fósforos hacen la diferencia.” Peta en ese momento se paró a mirar por la ventana y a saludar a la gente del Capitolio.

“Katniss, ven” La invito a acompañarla, pero ella no se movió.

“Conservalo.” Le dijo Haymitch volviendo a clavar el cuchillo en la mesa. “Él sabe lo que hace.”

Cuando el tren al fin paro, los guíe hasta las puertas. Pero cuando estaba por bajar Haymitch me agarró del brazo, y poniéndome contra la pared me dio un beso.

“Perdón princesa, pero no puedo resistirme” Me miró con una gran sonrisa y bajo del tren, antes que pudiera reclamarle nada. Baje atrás de él mirándolo mal y alcancé a los niños lo más rápido que pude.

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Buenas!

Como están?

Llegaron Peta y Katniss!!😍😍😍

Quise distraerme del estudio y termine escribiendo.

Espero que disfruten del capítulo, y del domingo...

Saludos!

Euge😄

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