Maratón (Parte 1/10)
Capítulo 12
Un gemido ronco salió de mis labios, sin desear nada más que quedarme en mi cama. Mis manos pasando por la almohada para ponerla por encima de mi cabeza. Pero quede confundida al sentir algo cálido y suave debajo de mí. Mis ojos se abrieron de golpe cuando una risa profunda lleno mis oídos, las vibraciones corriendo a través de mi cuerpo.
“Buenos días a ti también, Hermosa.”
Rápidamente me levante, Kendall sonriéndome cuando me di cuenta que había estado echada sobre su pecho desnudo. Cabellos de oro extendidos sobre la almohada antes de que se sentara, agitando su cabello y luego descansando su peso hacia atrás sobre los codos. Mis ojos se sintieron atraídos por la marca oscura que había dejado en su cuello. Todavía parecía adolorido.
“Ya sabes, si quieres toquetearme de nuevo, solo tienes que decirlo.” El hablo y después añadió un gruñido.
Un rubor se deslizo sobre mis mejillas, los acontecimientos de anoche llenando mi mente. Los sonidos de los suaves gemidos de Kendall viniendo a mis pensamientos, seguido por la imagen de el desesperadamente meciendo sus caderas a mi tacto. La memoria hizo profundizar el tono de rojo que residía en mi cara. No me había dado cuenta que Kendall estaba acercándose, mis pensamientos preocupándome.
“Bueno, eso es si no quieres que te devuelva el favor.”
Nuestra proximidad casi me hizo caer de la cómoda cama. Los largos dedos de Kendall arrastrándose por mi brazo descubierto. Lo sentí soplar por lo largo de mi piel mientras sus labios rozaban ligeramente por encima de ella creándome piel de gallina. Rápidamente me tambalee de la cama sintiéndome desorientada, golpeándome accidentalmente en la mesilla de noche. Mis manos agarrando la lámpara antes de que cayera al suelo. Deje escapar un suspiro cuando me mude la puse de nuevo a su lugar. Volqué rápidamente para ver a Kendall, el cual parecía entretenido de ver mi episodio de torpeza. Sus cejas se elevaron mientras me sonrió.
“¿Estás bien ahí?”
Le asentí con la cabeza, dejando caer mi pelo alrededor de mi cara, cubriendo mis mejillas calientes. Mis manos agarrando mi ropa todavía tendida en el suelo de la noche anterior. Salte cuando Kendall apareció de pie en frente de mí. Yo no estaba segura de hacia dónde mirar, el seguía solo en bóxers. Mis ojos se cerraron en cuanto el tomo mi barbilla en su gran mano, los reabrí cundo mi rostro estaba inclinado hacia el suyo. Mi aliento atrapado en mi garganta mientras su pulgar pasó por encima de mi labio inferior. Mire su lengua asomarse, deslizarse sobre su labio, como si lo hiciera para imitar la sensación. Mis ojos se apartaron de él, ya no siendo capaz de mirarlo. Oí lo que pareció un suspiro escapando de sus labios mientras yo agarraba mi ropa con fuerza contra mi pecho. El toque de Kendall dejo mi cara y me aleje de él un poco.
“Puedes ducharte si quieres.”
“Gracias.” Hable en voz baja.
Mis pies rápidamente pasando por la alfombra hacia la puerta abierta del baño. Puse mi ropa a un lado cuando oí pasos detrás de mí. Me volqué para encontrar a Kendall en la puerta, con una sonrisa pícara dibujada en su rostro. Su gran mano fue colocada contra la puerta por encima de mi cabeza, evitando que se cerrara. Los ojos de Kendall brillaron al mirarme.
“Si quieres podría acompañarte.” Hizo una pausa. “Para ahorrar agua y todo eso.”
Su sonrisa pícara y su tono juguetón me decían que no le importaba para nada el agua.
“No, creo que voy a estar bien, gracias.”
Su mano se deslizo por la puerta mientras se reía. Los dedos de Kendall rozaron mi mejilla por un segundo antes de hablar.