Capítulo 3:
Al día siguiente
“Tienes que estar bromeando.” Zoe habló con incredulidad.
“Me gustaría estarlo.”
Mi cabeza hundida en mis manos, un suspiro profundo caía de mi boca. Cuando levanté la cabeza las otras dos chicas me miraban. Lucy se dio lentamente la vuelta en mi silla, su rostro dio la impresión que estaba sumido en sus pensamientos.
“Bueno, ¿Qué vas a hacer?”, Pregunto Zoe.
Ella se sentó a mi lado en la parte superior de la cama, la espalda apoyada en la cabecera.
“No hay mucho que pueda hacer, él sabe donde vivo.”
La puerta de mi dormitorio se abrió de golpe para revelar una jadeante Charlotte. Se agacho a deshacer los cordones antes de tirar sus zapatos. Sus manos apartaron el pelo de su cara, tratando de domar a los rizos salvajes.
“Siento llegar tarde, ¿Qué me he perdido?”
Dejo caer la bolsa al suelo antes de subir a la cama y cruzar las piernas. Ella me miro con expectación, pero Lucy interrumpió:
“Marie esta siendo acosada por un tipo muy atractivo, pero que da miedo, que siguió hasta su casa, la vio en ropa interior y luego se apareció en su cocina a la mañana siguiente y el es como el mejor amigo de su madre.” Las palabras de Lucy saliendo de su boca.
A Charlotte se le abrieron los ojos como platos. Su cabeza girando de cara a cara.
“Oh, y ella va a una cita con el esta noche.” Finalizó Lucy.
“¿Q-Qué?”
Su cabeza se sacudió tratando de asimilar todo. Hubo silencio por unos segundos.
“¿Kendall te siguió a casa?, ¡Sabia que debería haberme quedado contigo esa noche!” Charlotte echo los brazos hacia arriba.
“¿No puedes solo decirle que no?” Se pregunto Zoe.
“Pero el sabe donde vivo ahora, y mi madre piensa que es el mejor del mundo. Deberías haberla oído ayer, estaba tan feliz. Y, además, todos sabemos acerca de su reputación, yo no quiero que nadie que me importa salga lastimado.”
Lucy planto los pies en el suelo ante mis palabras, cesando nerviosa.
“Bueno, ¿Y qué hay de ti saliendo lastimada?” Hablo en voz baja.
Puse mi mano sobre mis ojos, deseando nunca haber conocido a Kendall. Esto no podía ser peor. Mi mente vagaba, todavía no tenia ni idea a donde me llevaría a nuestra “cita”. He utilizado el termino “cita” en términos generales ya que no tenia ganas de pasar la noche con el, ya que probablemente solo era solo una oportunidad para que el se aproveche de mi. Me apoyé en el hombro de Zoe mientras ella envolvía sus brazos alrededor de mí.
“Va a estar bien.” Ella trató de tranquilizarme.
Pero algo en su tono de voz me hizo pensar que no estaba convencida de sus propias palabras.
*****
Navegaba a través de Tumblr en mi portátil, acostada sobre mis tobillos cruzados en el aire. Una ola de inquietud recorrió mi cuerpo cuando mire el reloj de mi mesita de noche. No pasaría mucho tiempo hasta que la tortura de ver a Kendall comenzara. Mis dedos corrieron a través de mi pelo, que estaba todavía un poco húmedo por la ducha.
“¿Marie?” Mi madre me llamo a través de la puerta.
“Adelante.”
Ella abrió la puerta, su sonrisa desvaneciéndose cuando me vio tirada en la cama.
“¿Por qué no estas vestida? Kendall va a estar aquí pronto.”
Gire mis ojos, si solo ella supiera como es el en realidad. Ella comenzó a caminar hacia mi armario, pero rápidamente la detuve. Parándome delante de ella.
“Mamá, yo puedo hacerlo.” Resoplé.
“No tardes.”
Una vez que había cerrado la puerta de mi dormitorio detrás de ella me eche de nuevo en mi cama. Maldije en voz baja. Mi cabeza giro bruscamente, mi teléfono zumbando junto a mí. Lo levante y abrí el texto.
De: Kendall
“Te voy a llevar a cenar. Ponte algo sexy. K x.”
No le respondí, lanzando el teléfono en mi edredón mientras abrí los cajones de mi cómoda. Saque una blusa, considerando verme más bonita que sexy. Mis manos fueron hasta el dobladillo de mi camiseta, pero me detuve antes de retirarlo. Echando un vistazo a la ventana, con las manos cerrando las cortinas. Rápidamente me desvestí, arrojando mi ropa al suelo antes de saltar para tomar mis jeans chupines. Mi pelo largo cayó a mis hombros mientras miraba mi reflejo en el espejo. Me puse un poco de maquillaje, mis pestañas quedando mas largas y oscuras. El brillo transparente sobre mis labios y un poco de rubor en mis mejillas. Respire profundo, que después salió como un suspiro.
“Mierda.”
Salte cuando escuche vibrar de nuevo mi teléfono. Me obligue a bajar el nudo que tenia en la garganta mientras ponía mis dedos alrededor del dispositivo. Para mi alivio el menaje era de Lucy.
De: Lucy.
“Cuidado, las chicas y yo estamos pensando en ti. Xx.”
Una pequeña sonrisa se extendió por mi rostro sabiendo que ellas estaban allí para mí. Puse el teléfono en el bolso junto con mis llaves y otros artículos esenciales. Mis ojos se dirigieron hacia el reloj. Kendall estaría aquí en unos 10 minutos, sentí mi corazón en mi boca. Odiaba esto. Era como esperar para tomar un examen o sentarse en el consultorio del medico sabiendo que tenia que recibir una inyección. Mis oídos se estremecieron al oír a un coche deteniéndose afuera. Me acerque a la ventana, asomándome desde detrás de la cortina. Kendall bajo del gran vehículo antes de cerrar la puerta detrás de el. Cogí mi chaqueta del armario, sin molestarse en levantar el colgador que se cayó al suelo. Tirando de mis zapatos abrí la puerta de mi dormitorio. Cuanto antes termine, mejor.
“¡Marie!, Kendall esta aquí.”
“¡Muy bien!” Dije cortante.
No quise ser tan dura, pero toda la situación me estaba afectando. De mala gana, baje las escaleras para encontrar a mi madre que estaba en la puerta de la sala esperándome.
“Te ves hermosa.” Ella sonrió.
“Gracias, mamá.”
Ambas cabezas volcando hacia donde provenían los golpes. Me dio un beso en la mejilla antes de empujarme suavemente a la puerta principal. Volqué la cabeza justo a tiempo para verla desaparecer, dejándome sola en el pasillo. Respire profundamente, tratando de prepararme. No fue de mucha utilidad, aunque, creo que ninguna cantidad de preparación me hubiese ayudado. Mi mano temblorosa agarro la manija. Abrí la puerta para revelar una figura alta y su rostro mostrando una sonrisa.
“Hola, hermosa.”