Cap. #26
***Narra Marie.***
No podía dejar de reír contra los labios de Kendall en cuanto él gimió. El timbre de su teléfono haciendo eco dentro del silencioso coche.
"Kendall." Murmuré.
Él no respondió, su boca continuaba dejando besos húmedos a la mía. Mis dedos presionándose en sus hombros, tratando de alejarlo. Pero en lugar de ceder, se inclino más hacia mí. Puse mi cabeza a un lado riendo. Suaves labios bajaron por mi cuello mientras pasaba mis dedos por la espalda de Kendall. Él se rió entre dientes al sentir mi mano sobre su nalga tratando de sacar el teléfono que estaba en su bolsillo trasero. Lo saqué, entregándoselo a él. Él resopló juguetonamente tomándolo. Me sonrió, empujando hacia atrás algunos de sus mechones dorados mientras me miraba.
"Contesta." Susurré.
Sus dedos tocando la pantalla, sus grandes ojos verdes todavía fijados en mí. El teléfono estaba pegado a su oreja mientras Kendall estaba sobre mi cuerpo. Apoyando su peso sobre su fuerte brazo.
"Hola". Habló su voz ronca.
Su rostro cambió ligeramente ante la voz en el otro extremo de la línea. Kendall inclinó el teléfono alejado de su boca antes de hablar.
"Tengo que tomar esto.", Susurró.
"Ok." Sonreí.
Me besó en la mejilla antes de que se moviera alejándose de mí. Mi cabeza moviéndose a un lado por la curiosidad mientras me esforcé por oír una voz desvaneciente:
"Es ella, es Marie?" preguntando a través del teléfono que el apretó con fuerza en su mano grande. Supuse que la tos fingida de Kendall fue para tratar de cubrir la otra voz. La persona sabía de mí? Tenía la sensación de que Kendall no le había dicho a mucha gente acerca de mí o nuestra relación. Todo era parte de su posesividad y protección. Pero a esta persona se le informó lo suficiente para saber que era yo la que estaba con él. Kendall debe confiar en ellos.
Su largo cuerpo tropezó en la puerta que rápidamente acababa de abrir, y me dejó ahí echada, ligeramente confundida, en el asiento trasero. Me senté, moviéndome hacia la salida que Kendall acababa de tomar. Mis pies se pusieron en contacto con el asfalto en cuanto baje de un salto. Vi a Kendall caminar con el teléfono en la oreja.
"No, no estábamos haciendo nada." Murmuró, con las mejillas ligeramente teñidas de color rosa.
Realmente, nunca había visto a Kendall tan incómodo antes, el ligero rubor en su rostro le hacía parecer más joven. Se veía adorable, un aspecto que rara vez llegaba a ver. Yo no podía dejar de sonreír. Su cabeza cayó a mí, cuando cerré la puerta trasera de su coche. Parecía un poco preocupado. Pero le di una sonrisa tranquilizadora, su cuerpo se relajo un poco en cuanto me moví a la puerta del acompañante y me metí en la parte delantera. Lo observé a través del parabrisas antes buscar algo en la radio, mi cabeza recostada mientras cerraba los ojos y escuchaba a Ed Sheeran.
Minutos después la puerta del conductor se abrió. Volqué la cabeza mientras Kendall se subía.
"¿Todo bien?"
Él tarareó en respuesta, sus largos dedos corriendo por sus mechones dorados.
"Pero estoy umm, voy a tener que llevarte a casa." Parecía un poco culpable.
"Está bien. Mi madre llamó esta mañana y me dijo que vuelve a casa esta noche. "
Parecía satisfecho en cuanto me sonrió.
"Bueno".
El motor rugiendo mientras me ponía el cinturón de seguridad.
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