Maratón (Parte 2/10)
Capítulo 13
Me apoye en los codos, acostada sobre mi barriga mientras sin rumbo navegada a través de Tumblr. Puse clic en re blog en un post que me pareció divertido antes de continuar hacia debajo de la pagina. Mi madre había estado fuera por un tiempo. Ella estaba visitando a un familiar que nunca había visto antes, que estaba enfermo. La había llamado por la mañana, preguntando cómo estaba todo, pero sonaba un poco desanimada. Todavía no tenía ni idea de cuándo iba a estar en casa, pero le dije que no se preocupara. Mi cabeza giro bruscamente al oír un zumbido de mi teléfono. Solté un suspiro, porque no quería moverme de mi posición cómoda. Me di vuelta con pereza, mis dedos sosteniendo el dispositivo. El nombre de Zoe apareció en la pantalla, abrí el texto.
De: Zoe
“Hey J Solo quería hacerte saber que estamos teniendo una noche de películas en mi casa mañana. ¡TRAE HELADO! Xx”
Me eche a reír antes de responder. Nuestras noches de cine casi siempre terminaban en nosotras charlando mientras la película quedaba olvidada en el televisor. No las había visto recientemente, y tuve la sensación de que estarían muy interesadas en toda esta situación de Kendall.
“¡Genial! Dalo por hecho. Xx” Le conteste.
Deje mi teléfono en el edredón, mirando de vuelta la pantalla de mi laptop. Una pequeña risa salió de mis labios, ya que mi teléfono volvió a sonar segundos después. Mis dedos rutinariamente desbloqueando me teléfono, mi atención aun en Tumblr cuando abrí el mensaje.
De: Kendall.
“¿Cuál es tu segundo nombre? x”
Fruncí el ceño en confusión hasta que examine a la parte superior de la pantalla. Kendall. El nunca había preguntado por mí antes, no estaba segura de si debía divulgar la información. Mis dedos juguetearon con el caso en el teléfono antes de que escribiera.
“Samantha”.
Me mordí el labio inferior, mientras mi pulgar se posaba sobre el botón de enviar. Salte cuando mi gato gris atigrado, Eddy, se subió a la cama. Su pelaje rayado suave rozo mi mano en un intento de llamar mi atención. Sonreí, le rasque detrás de la oreja antes de mirar a la pantalla del teléfono. Mis dedos se apresuraron a añadir algo al mensaje.
“Samantha. ¿Cuál es el tuyo? X.”
Mi teléfono siguió zumbando toda la noche. Nos enviamos mensajes, preguntándonos acerca de nuestras vidas. Pero siendo Kendall hizo un par de preguntas muy intimas que hicieron que mis mejillas se sonrojaran.
*La próxima noche*
“¿T-te salvo, Kendall te salvo?”
Asentí con la cabeza. Las chicas se miraron asombradas de lo que les había dicho. Estábamos echadas en la sala de estar de Zoe, almohadones por todas partes. Como predije, la película en el televisor estaba siendo ignorada mientras comíamos nuestro helado y hablábamos.
“¿Y ustedes… ustedes, bueno tu sabes?” Balbuceo Charlotte.
Podía sentir la subida de color rosa a mis mejillas mientras confirmaba lo que había sucedido en el dormitorio de Kendall. Nos contábamos todo entre nosotras, algo que hizo ser amigas muy cercanas. Me llamo la atención mi teléfono que estaba equilibrándose sobre el apoyabrazos. El nombre de Kendall brillo hasta antes de abrir el texto.
De: Kendall.
“¿Qué color de ropa interior llevas puesta? x”
Mis mejillas continuaron sonrojándose mientras leía las palabras en negrita. Su confianza me asombro. Puse mi teléfono hacia abajo, sin responder.
“¿Tal vez no es tan malo como pensábamos? Kendall parece bien.” Sugirió Lucy.
Yo sabía que me veía un poco nerviosa, las chicas sonriéndome. Varios pares de ojos se posaron de mi cara hacia mi teléfono.
“¿Qué es?”, Pregunto Zoe sonriendo.
“Umm, voy al baño”. Dije.
Me levante y salí fuera de la habitación, caminando rápidamente hacia el baño. Mentalmente maldiciendo, me di cuenta de que había dejado mi teléfono. Cuando regrese a los pocos minutos, las chicas estaban en silencio antes de reírse incontroladamente. Rachos, que habían visto el texto. El teléfono fue agarrado a toda prisa en mi mano mientras miraba a través de la pantalla. Mis ojos se abrieron cuando vi mis mensajes enviados, para mi desgracia habían respondido el mensaje de texto de Kendall.
“Negro de encaje Wink x”
Levante mi cabeza.
“¡Oh, Dios mío, no puedo creer que hayan hecho eso!” Yo hable con urgencia.
Sus risas se interrumpieron cuando una vibración recorrió mi mano. Mis ojos se dirigieron a mi teléfono. Mi corazón latía contra mi pecho cuando abrí el mensaje.
De: Kendall.
“Mierda. Envíame una foto. X”
Sus cejas se levantaron mientras esperaban mi reacción Charlotte tuvo la oportunidad de arrebatarme el teléfono de la mano mientras yo estaba con la boca abierta.
“¡Oh, Dios mío!”
Le paso el teléfono a las otras dos, que estaban sentadas en el sofá de enfrente. Sonrieron antes de mirarme.
“El te quiere.” Zoe bromeo.
Ella se levanto y se acerco a mí, entregándome el teléfono. Empuje sus manos mientras ella juguetonamente trato de hacerme cosquillas. Me deje caer en el asiento, soltando un suspiro. Mi cabeza cayó hacia atrás con mis ojos cerrados.
“Maldita sea”. Murmure.
*****
Nos dimos un abrazo fuerte cuando nos despedimos.
“Puedo llamar a un taxi.” Zoe sugirió.
“No, está bien.” Sonreí. “No estoy muy lejos de casa”.
Salí por la puerta principal y me volqué hacia ella.
“¿Y estás segura de que no quieres pasar la noche?”
Me agarre de su brazo, apretándolo.
“Estoy bien, honestamente”.
“Muy bien, mándame un mensaje cuando llegues” pauso Zoe. “Eso si no estás muy ocupada enviando mensajes de texto a Kendall.”
Murmure para que se callara mientras se reía. Nos despedimos y comencé mi corto camino a casa. Mi abrigo fue tirado cerca de mi cuerpo cuando el viento azotaba. La luna brillaba con fuerza mientras miraba hacia arriba. Las luces de la calle tenuemente iluminando el camino mientras yo caminaba rápidamente. Coches alineados en la tranquila calle residencial y me di cuenta de algunas luces saliendo de las casas que pasaba. Mis pies girando la esquina, mis ojos viendo un bar un poco más lejos. Fuertes risas saliendo por las puertas. Mi ritmo se acelero, con ganas de escapar de la atmosfera basada en alcohol. Pero tuve que tomar un segundo vistazo al callejón oscuro por el costado del edificio. Incluso desde el otro lado de la carretera, reconocí su cuerpo alto y sus largos y rubios cabellos. Mi cuerpo se detuvo. Me di cuenta de que la situación era tensa, las posturas de los hombres un poco a la defensiva. Mi visión se quedo bloqueada en el grupo mientras fui testigo de cómo Kendall empujo con fuerza a uno de los chicos. Yo no sabía qué hacer. Mi mente me decía que me fuera, pero no pude. El ritmo de mi respiración aumento cuando uno de ellos sostuvo a Kendall contra la pared. El otro dio un golpe fuerte en el estomago.
“¡KENDALL!”