Maratón (Parte 5/6)
Capitulo 10:
Aspire profundamente antes de entrar en el apartamento. Kendall se movió detrás de mí mientras me ayudaba a quitarme la chaqueta. Su cabeza descanso sobre mi hombro durante unos segundos, sus labios gruesos besando mi cuello. Me estremecí ante la sensación, la respiración caliente tocando mi piel antes de que el se alejara. Colgó la ropa, me volqué hacia el mientras se movía hacia adelante, con una sonrisa y sus dientes adornando su rostro. Di un paso atrás aumentando la distancia entre nosotros.
“Yo...” Mi boca encontraba difícil formar palabras.
Kendall espero a que yo hablara de nuevo, inclinando un poco la cabeza hacia un lado me miraba fijamente.
“Gracias… Kendall.” Hable en voz baja.
Sabia exactamente de lo que estaba hablando. Mi cabeza cayó al suelo, mis zapatos llegando a verse muy interesantes. Mi respiración se trabo en mi garganta cuando lo sentí moverse más cerca. Se inclino hacia abajo, el pelo liso haciéndome cosquillas en la mejilla en cuanto el llevo a sus labios a mi oído.
“Lo haría de nuevo.” Su tono ronco susurro.
Mi pequeña mano se aferro a sus dedos, el pulgar acariciando suavemente sus nudillos. Me sorprendió cuando el se alejo de mi agarre, pasándome y caminando por el pasillo. El sonido del agua lleno el silencio y fui dejada a buscarlo por mi cuenta. El apartamento de Kendall estaba impecable. Asome la cabeza por lo que se suponía que era la puerta de la entrada de la sala de estar. Parecía normal, sofás, mesas de café, TV. Realmente no sabia lo que me esperaba, algo que de miedo, supongo, pero no fue así.
“¿Kendall?”
“Mmm.”. Tarareo su voz profunda.
Entre a la cocina, con los ojos cayendo sobre la espalda de Kendall mientras el pasaba la mano por debajo del agua fría. Tenia la cabeza volcada mirándome mientras yo estaba en la puerta. Yo jugueteaba nerviosamente con mis dedos mientras el se volcaba. Los músculos tensos en sus brazos se volvieron prominentes cuando el giro el grifo, evitando que salga agua. Agarro un trapo de un costado y lo puso sobre su mano lesionada, secándola. Kendall se apoyo contra el mostrador, con sus ojos verdes cayendo sobre mí mientras sostenía una sonrisa. Su cabeza se movió hacia un lado, indicando que me acerque.
“Ven aquí.”
Poco a poco me acerque a su lado de la cocina, cruzando los brazos sobre el pecho. Me detuve a pocos metros de el.
“¿Vives con alguien más?”
“No.”
Mi corazón se hundió en su respuesta. Yo estaba esperando que hubiera alguien que me ayude si pasaba algo. El me miro con curiosidad antes de hablar.
“Puedes quedarte en mi cama.”
Mi corazón latía con sus palabras. Yo no quería quedarme en su dormitorio.
“No… No, esta bien, voy a dormir en el sofá.” Tartamudeé.
Me estremecí cuando Kendall rápidamente se dirigió hacia mí. Su altura se alzaba sobre mí mientras yo miraba hacia arriba. Su pelo liso caía sobre sus ojos antes de que el los empujara hacia atrás.
“No seas difícil y solo toma la cama.” Hablo un poco áspero.
“No.”
Tenía la frente arrugada, ojos oscuros flechándome. Tal vez el no estaba acostumbrado a que la gente desobedezca sus demandas. Me mantuve firme con valentía, eso fue hasta que mis pies fueron barridos. Uno de los brazos de Kendall se fue debajo de mis piernas del otro apoyando mi espalda cuando me puso sobre su pecho.
“¡Bájame!”
El me ignoro como anteriormente lo hizo en el aparcamiento. Sus dedos presionados en mí mientras me sostenía más fuerte. Kendall me llevo estilo nupcial de la cocina y por el pasillo. Salte un poco cuando su pie pateo la puerta para abrirla. Estaba de color negro azabache dentro de la habitación, envolví rápidamente mis brazos en el cuello de Kendall. Nunca me gusto la oscuridad, pero Kendall parecía no importarle la falta de luz. El maniobro alrededor de la habitación fácilmente. Chille un poco cuando me bajo y me puso en algo suave. Mis manos tocando alrededor y me di cuenta de que estaba sentada en su cama. Salte un poco en cuanto una pequeña luz se encendió en la mesilla de noche. La lámpara solo proporcionaba un brillo tenue, pero también hacia que los ojos de Kendall brillaran. Mis pies estaban congelados en el lugar cuando lo vi dar la vuelta y dirigirse a los cajones, sacando ropa y extendiéndomela para que la tome.
“Usa esto.”
Vacilante tome la camiseta y los shorts de su mano, alejándome de el un poco. Kendall no dijo nada, simplemente salió de la habitación y cerro la puerta. Mis ojos vagaron alrededor del espacio. Me senté en la cama de dos plazas, un suspiro profundo cayó de mis labios. Había algunas fotografías por la habitación, una guitarra apoyada en un rincón. Bote mis zapatos y me saque mis jeans, rápidamente subiendo los shorts por mis piernas. La blusa dejando al descubierto mi torso. Acababa de pasar la camiseta por mi cabeza cuando la puerta se abrió de nuevo. Los ojos verdes de Kendall viajando por arriba y debajo de mi cuerpo, formándosele una sonrisa en sus labios mientras se apoyaba contra el marco de la puerta con los brazos cruzados sobre el pecho.
“Mmm, te ves bien con mi ropa.”
No hice caso a su comentario, inclinándome para recoger mis artículos, solo para que se caigan de nuevo un segundo más tarde. Kendall tarareando en mi oído, con los brazos pasando alrededor de mi cintura. Su cabeza empujando la mía hacia un lado, besando suavemente la piel expuesta de mi cuello. Mi espalda presionada firmemente contra su pecho. No podía moverme en cuanto su brazo se tensaba alrededor de mi cintura. Su mano libre se deslizaba por la parte superior de la camiseta que llevaba puesta. Sus dedos se arrastraron hacia arriba y pude oír su respiración agitada en mi oído. Gemí cuando toco por encima de la curva de mi pecho. Su mano grande, entonces lo tomo, apretándolo suavemente. Mi cabeza cayo hacia atrás sobre su hombro con la nueva sensación, mis ojos fuertemente cerrados. Nunca había sentido algo así antes, un hormigueo disparándose a través de mi cuerpo. Eso fue antes de que la neblina en mi mente se aclarara. Luche contra el agarre de Kendall, el se rio profundamente mientras me soltó. Me encontré en la puerta, sujetando el mango y jalándolo para abrirlo.
“Marie”. Advirtió Kendall.
El estaba justo detrás de mí. Su mano grande se estrello contra la puerta por encima de mi cabeza, rápidamente cerrándola antes de que pudiera escapar. Mi corazón latía con fuerza cuando me volqué, mi espalda presionada contra la madera. Levante la mirada para encontrar a Kendall mirando hacia mí. Mi respiración se estremeció mientras lentamente el acerco sus labios de color rosa a mi oído.
“Quiero que te sientas bien.” Kendall susurro en tono ronco.