Chara estaba tomando su tiempo, nunca había estado por ahí a solas por temor a que no fuera posible, tenía razón, mientras más lejos de Frisk menos real era en un sentido figurado.
La demonio con el ceño fruncido había dicho que vigilaría al robot para darles consejos, pero era lo que menos deseaba hacer, ¿Para qué ir a ver a un psicópata obsesionado de las cámaras y el público? Pamplinas.Se sentía extraño caminar como fantasma, no le fascinaba hacerlo pero ahora tenía unas razones.
Frisk siempre intentaba ser su amiga, al principio le irritaba, no deseaba nada con la humana, sólo quería matar a todos, y aún lo deseaba, pero como un día confesó, tenía mejores planes.
No podría avanzar por su cuenta al punto de su idea, era un parásito que necesitaba que su huésped hiciera el mayor trabajo, quería robar las almas y destruir todo sin más problemas.
¿Pero qué estaba haciendo afuera entonces?
Sans era la respuesta.Ambos sabían muy bien lo que sucedía en aquella línea temporal, el cambio de la historia y un nuevo diálogo que hasta sorprendía a los omnipresentes como ella y el esqueleto.
Deseaba descargar su enojo contra el ser que arruinó su primer plan, y como actuaba más atrayente a Frisk, era imposible que siguiera con rencor con ella para que sea verdad la mentira que había contado a su acompañante humana la vez que recordó todo.
Pero tampoco era posible que Sans actuara así tan cuidadoso, él sabía que si Frisk moría podía revivir en los puntos de guardados, que extrañamente desaparecían en momentos drásticos.Llegó a un sector no tan lejano al laboratorio, sentía el ser del esqueleto cerca de ella, si lo amenazaba podía sacar mas conclusiones, parecía él más sabio que ella y no le gustaba para nada ser la segunda en ese juego.
– Chara. –La nombrada miró con desdén donde la llamaban, no era ni una voz grave ni femenina para que fueran los únicos que conocían de su existencia. Era Flowey.– Ha pasado tiempo que no nos vemos.
– ¿A qué vienes, estúpido? –La relación de ambos se había distorsionado, tan grave era que Chara no deseaba hablarle, esa flor ya no era más que obstáculo inservible.
– ¿Deseas respuestas... Cierto? –De todas formas, Flowey sonreía con maldad, él sabía que no tenía tanta importancia, pero podía dar un giro a la historia con sus palabras.
– Ya tengo a otra persona para hacer el cuestionario. –Ahora se preguntaba cómo carajo él la escuchaba o veía.
– Él no te dará respuestas, ni si quiera hablará contigo, es un basurero sonriente. –La flor no dejaba de mirar a Chara quién lo miraba obstinada.– ¿Por qué Frisk tiene menos determinación que ahora? ¿Por qué el saco de huesos la protege? ¿Serán ambas por coincidencia? ¿Cómo puedo ayudar?
– Será mejor que me las respondas todas.
– Frisk no quiere lastimar a nadie, yo como tú lo sabemos muy bien, pero gracias al tiempo encerrada ha estado más apegada a la motivación que a la determinación. Además, por el verdadero s u c e s o ya no aparecen puntos seguidos...
– ¿Cómo sabes que le mentí a ella?
– De lejos sé que mentirías, no soy idiota como otros. Sans la proteje por la misma razón del suceso, el fallo está hecho de ahora en adelante y él trata de evitarlo con salvarla de las muertes. –La flor cambiaba sus expresiones muy rápido.– ¿Y cómo puedo ayudar?
– Dilo.
– Sencillo, diciendo que si muere Frisk tú agarraras la suficiente determinación para tener tu propio cuerpo, ¿Crees que cualquier ser puede hacer un cuerpo ya invisible? Oh amiga mía, sólo haz que muera, y podremos hacer todo lo que queríamos de un principio.
Chara tenía su mirada oculta en su cabello, pensando un momento para unir rompecabezas, de la nada una sonrisa maniática apareció en su rostro, levantó el pie e hizo ademán de destruir a la flor, cosa imposible siendo nada.
– Me has ahorrado perdida de tiempo, flor.
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Heya, Sans. • Frans •
FanfictionLa joven caída del monte Ebott había decidido quedarse con Toriel, transcurrió un largo tiempo con ella en las ruinas hasta llegar a la edad donde cualquier joven presenta curiosidad, ¿Qué pasa si cruzaba aquel portón? ¿Qué mundo desconocido había d...