Despertó de una pesadilla.
Agitada y como si se hubiera asustado con la película de terror más espantosa, se sienta sin saber donde estaba.Se abrazó a sí misma sintiendo un sudor frío en su frente, estaba temblando de frío.
Buscó en su cintura su abrigo pero no había nada, ni siquiera su mochila.
Todo estaba oscuro y no podía distinguir nada, ¿Dónde estaba ahora?Palmea la superficie donde estaba sentada, una tela suave y vieja, era un sofá.
Pudo ver mejor a la oscuridad, ya sabía donde estaba.Revisó sus brazos desnudos, tenía marcas rojizas, como si una tormenta de mosquitos le picaran por todo el cuerpo, no había muerto, no... estaba viva aún y por eso no estaba en su antiguo punto de guardado.
— Chara... —Murmuró Frisk buscando alguien que le consolara o al menos le diera compañía, no hubo respuesta.
— Heh.
Frisk había bajado la cabeza, aunque estuviera en una casa conocida y habitada se sintió sola por un momento... mira el lado bueno Frisk... Si hubieras muerto tendrías que volver a luchar contra Undyne. Al escuchar la risa ajena levantó la cabeza para el encuentro visual.
Sans apareció prendiendo una lámpara en vez de la luz de la sala, sacó una mano de su bolsillo cual llevaba un rollo ancho de vendas limpias, Frisk supuso que era para tapar las heridas, sería extraño andar con puntos rojos en el cuerpo.
— Creí que iba a salvarte haciendome el dormido... —Agregó en voz baja.— De hecho lo estaba... —Siguió hablando a la joven lastimada.— Pero la partida es más brusca de lo que pensaba.
— ¿Por qué sigo viva?
— Porque eres una humana determinada, aunque está algo inestable. —El esqueleto sacó del otro bolsillo crema.— Acercate, esto va a calmar el dolor o picazón.
Frisk no pudo evitar reír, necesitaba humor a esas alturas, tenía demasiadas dudas.
Sans untó la crema en los brazos de la joven, la helada crema junto al frío tacto de la huesuda mano contraria provocó un escalofrío en ella, de todos modos se sentía cómoda aunque fuera ya el segundo día consecutivo de estar a solas con él.
— ¿Y Papyrus? —Preguntó ella para romper el silencio que nació en el masaje de la crema en sus brazos.
— Sucede que Undyne invitó a Papyrus a una "reunión" sobre la captura humana. También a mí pero me rehusé con mis típicos chistes. Heh, creo que tú sabes la razón de mi negación.
— ¿Curar...me?
— Más que eso. —Palmeó la espalda contraria, bajó la voz para no cambiar completamente el tema.— Date la vuelta, tu espalda también está herida.
Y sus piernas y el abdomen... Pensó ella.
Hizo caso a la petición, colocándose de espaldas contra Sans, se mantuvo viendo sus manos medias espesas por la crema que ahora iba a estar en su espalda, el mayor levantó la remera también dañada pero de tal forma que no subiera la prenda desde adelante, siguió con su trabajo intentando no incomodar el espacio único dónde podia tocarla... Frisk ignoraba esos pensamientos.
— Está frío...
— Tranquila, solo será un momento tibia-mente calculado.
— Papyrus te mataría.
— Heh... es increíble que sepas tanto de él si lo has conocido solo un día.
— ¿Hum?
— ¿Recuerdas la pregunta que te hice en el bar, verdad?
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Heya, Sans. • Frans •
FanfictionLa joven caída del monte Ebott había decidido quedarse con Toriel, transcurrió un largo tiempo con ella en las ruinas hasta llegar a la edad donde cualquier joven presenta curiosidad, ¿Qué pasa si cruzaba aquel portón? ¿Qué mundo desconocido había d...