¿Cuántas horas habrán pasado?
Podría decirse que una y media.La pelea había durado esa cantidad de tiempo, la humana espectante estaba sorprendida de que ambos duraran harto, especialmente por el esqueleto, se notaba que no tenía gran condición física y apenas podía levantar el brazo para invocar más de sus huesos.
Aunque Chara tampoco estaba en sus mejores aires, la batalla se había hecho estúpida en los últimos minutos.– Uhg... –Gruñó Chara, cansada, muy cansada como para seguir, sus piernas flaquearon inevitablemente cayendo de bruces el suelo, su frente estaba impregnada de sudor y su respiración estaba agitada, si hubiera silencio de seguro hasta Frisk que estaba a distancia escucharía su corazón latiendo a mil por hora.
Sans se acercó a la demonio caída, pensaba acabar con todo ahora, su sudor también era notorio y alzaba los hombros repetidamente por su pérdida de aliento, él hacía un esfuerzo de no terminar igual que Chara en las baldosas.
– ¡Sans! –La humana en cambio de ambos estaba más descansada, su ojo aún seguía palpitando pero no era nada más exceptuando la sangre seca en su clara tez.
Había corrido a detener al esqueleto antes que su ser impulsivo hiciera algo que ella no deseaba que sucediera.
– Sans... –Volvió a llamar agarrando el brazo de su querido amigo o bueno... No estaba segura de qué eran después de los besos que se dieron.– No hagas nada aún...
Él no respondía, sus pupilas brillantes no estaban pero estaba claro que observaba al agitado cuerpo recostado en el suelo, levantó una mano ignorando la petición de Frisk, pero ésta última tomó su mano con agilidad, ahora ella era la más fuerte por lo descansada que estaba, él no debía negarse.
– Sans... Tranquilo. –La oscura y tenebrosa imagen esquelética de Sans fue reemplazado por una expresión más relajada, volviendo en sí miró a su querida todavía asfixiado de la adrenalina y movió parte de los mechones rebeldes que ocultaban la herida contraria.
– ¿Estás mejor? –Estaba más preocupado de ella que por él, Frisk enrojecida asintió con su cabeza, apoyó su cabeza en el hombro del mayor, había ganado.
Frisk se tomó mejor el abrigo del mayor, dando un pequeño paso atrás para ver qué haría ahora él, tenía que vigilarlo si no quería sangre demoníaca por el suelo.– Niña. –Su pantufla dio un golpe en la cabeza de la agresora, ella como pudo alzó su vista, hubo contacto visual entre ambos combatientes, la gruesa y ronca voz de Sans alteró hasta a Frisk.– ¿Todavía quieres pasar un mal rato?
Ella no respondió, estaba decepcionada, bajó su cabeza otra vez.
Sans chasqueó sus dedos, esto hizo que apareciera un hueso largo controlado por la gravedad apuntando a la demonio.– Sans... –Interrumpe en la pérdida de control del llamado, gruñó desapareciendo el ataque, deseaba dormir.– ¿Qué otra idea puede haber?
– Ninguna. –Contestó, tomó la mano de Frisk para alejarse junto a ella.– Pero es mejor andar con cuidado si quieres ir donde Asgore.
Frisk curvó sus labios esbozando una sonrisa de agradecimiento por darle tiempo a Chara, caminaron juntos hasta donde habitaba el rey.
Aunque.
Chara se levantó rápidamente para dar un ataque sorpresa, Sans quien estaba de espaldas sabía lo que iba a suceder, tiró a Frisk a su espalda e invocó un Gaster Blaster destruyendo la existencia de la chica sin alma, calcinando las posibilidades de un final trágico.
Frisk se asustó y no pudo evitar suspirar con tristeza, fue un torpe final, esa demonio había tenido los días contados.– Lo siento tanto... –Se disculpa Frisk observando las cenizas, arrepentida se levantó para ir junto a Sans donde el ser más poderoso cuando se habla de monarquía.
ESTÁS LEYENDO
Heya, Sans. • Frans •
FanfictionLa joven caída del monte Ebott había decidido quedarse con Toriel, transcurrió un largo tiempo con ella en las ruinas hasta llegar a la edad donde cualquier joven presenta curiosidad, ¿Qué pasa si cruzaba aquel portón? ¿Qué mundo desconocido había d...