Capítulo 14: Una última cita decente.

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Todo esto dio tiempo para saltar parte de una historia que todos conocen, era momento de la pelea decisiva junto a Mettaton si pasaba el centro de su hotel, Chara había vuelto a su lado pero más callada de costumbre, y eso era a hablarle una vez cada hora.
Frisk intentó no demostrar su preocupación, no sospechaba nada, seguía siendo una joven con una mente libre de malos pensamientos exceptuando a la demonio.

Cerca de ahí había un punto de guardado.
Caminó hacia allí para guardar la partida, no había visto ninguno desde que salió de la casa de los hermanos esqueletos.

“El ambiente elegante del lugar y la sensación
de nervios a algo diferente de lo normal
Te llena de DETERMINACIÓN.”

Era verdad lo que sentía, hace poco que se había adentrado a la sala la tensión de su cuerpo aumentaba, no sabía a qué era pero parecía que lo producía su acompañante fantasmal por lo alejada que estaba.
En la entrada entonces, al volver unas cuantas veces, se quitó varias de las vendas que su preciado salvador le envolvió con cariño.
Se detuvo a pensar un momento.
Sólo llevaba tres días en ese lugar, tres únicos días donde había hablado seguido con Sans.
No sabía cómo mirarle a la cara después de su pesadilla, quien la asesinó sin piedad y realmente temía si su amor era falso para ponerle en una trampa, tenía miedo de él.
Sin darse cuenta, la luz amarilla que alumbraba la esquina desapareció.
Frisk se quedó mirando extrañada, se sobó el brazo arrepentida de haber pensado en eso, todo iba a salir bien, nada malo le pasaría.

– Heya, Frisk. –Hablando del rey de Roma, Sans apareció a espaldas de Frisk quien retrocedía por inercia, ella se dió vuelta con una expresión angustiada, el esqueleto sonreía tranquilamente pero era obvio que notaba esa forma de colocar el rostro al verlo.– Parece como si soñaste que era un ser malvado.

Frisk palideció al escucharlo, venga, este esqueleto sabía todo no se le podía esconder nada.
Sans le revolvió el cabello para después abrazarle, ella al contrario de él no sabía que pasaba por su cabeza.

– He estado por ahí, y viendo que falta poco para tu batalla con el robot rosa, ¿No vendría bien una comida?

– Eh... –Frisk dudaba a qué responde, ¿La llevaría al bar? No deseaba caminar tanto de vuelta.

– Tranquila, esta vez será más elegante... ¿Qué te parece una cita con el saco de huesos?

Frisk al escucharlo echó hacia abajo todas las ofensas y probabilidad de odio, nadie saldría a una cita aunque fuera falsa con alguien que odias.
Estaba algo sonrojada, el esqueleto por la espera también en sus mejillas pálidas hubo un ligero rubor, pero a diferencia de los humanos el color de su sonrojo era celeste combinando con su ropa, se veía bastante adorable.

– ¿Y entonces? ¿Me vas a dejar huesolado o no?

– Vamos, acepto la cita.

Ambos sonrieron, Sans quería tener cuidado de hacer algo brusco o ir la sopa, a veces podía ser impulsivo con sus acciones. Frisk deseaba hablar con él, ya sea para calmar sus posibilidades de odio a ella o por querer su compañía, de todos modos, no se conocían de hace tres días...

– Tengo un atajo por acá. –Sans tomó la mano de la humana, y la atrajo hacia sí para caminar por un callejón, en un abrir y cerrar de ojos estaban en una de las mesas dentro del restaurant de lujo, Frisk miró a su alrededor.– Puedes pedir lo que sea, aunque solo quiero conversar contigo.

– ¿De? –Un monstruo vino y llenó las copas con un líquido que Frisk pensó que era vino, Sans tomó el vaso y empezó mover en círculos el objeto para que el vino también reaccione.

– Tú sabes que nada es normal acá. –Respondió para empezar a hablar, su tono de voz, ese grave y ronco que al principio cuesta de escuchar sin alarmarse, cuando se colocaba serio, daba miedo.– El guardado, las muertes, los ambientes y los mismos monstruos en general, ¿Verdad? Heh... Tu camino para llegar a Asgore y de seguro volver a casa en las ruinas va a llegar.

– Esa es la idea principal hasta el momento.

– Piénsalo bien entonces, Frisk. –Cerró los ojos con la sonrisa cada vez más pequeña.– Te contaré una historia. Hace bastante tiempo, yo normalmente practicaba mis chistes de toc toc en la puerta que separaba Snowdin con las ruinas, una vez una voz me respondió. Estuve un tiempo junto a esa voz, hasta que un día dejó de responder. Pensé que le había sucedido algo.

– Hace... ¿Cuantos años sucedió eso?

– Cuatro a cinco años.

Frisk por segunda vez palideció por completo, bajó la mirada, su llegada provocó que Sans no estuviera con su madre adoptiva. ¿Y si pensaba que la mató y por eso el odio?

– ¿Qué tiene que ver eso con mi aventura? –Osó preguntar ella, Sans observaba su copa que estaba a la mitad, Frisk no tocó nada, tenía miedo de lo que pasara.

Él expandió su sonrisa.

– Una vez, me hizo ceder a una promesa, andaba de ánimo bajo, me dijo que protegiera al humano que pasara por acá, no me gusta hacer promesas, la acepté en ese tiempo. ¿Pero sabes? –Los ojos de Sans fueron tenebrosos, sus cuencas estaban completamente negras.– La rompí.

Frisk se encogió aún más, alejando su asiento lo más posible de la mesa, su alma se volvió azul y junto a su silla se acercó nuevamente en acto de magia a su sitio, la mano alzada del esqueleto lo decía todo.

– Déjame terminar, sweetheart. –Sans volvió a su expresión normal, reposando su cabeza en ambas manos.– Eso había pasado, pero a la vez no. ¿Tú entiendes verdad?

– ¿L-La vida anterior...? –Él asintió.

– La verdad es que esta vez no me hizo prometer nada, como te dije, no me volvió a hablar ni a responder los chistes hace años.

– Ella está bien. –Susurró ella, Sans relajó su sonrisa, parecía haber estado forzada.

– Por lo que, esta vez estoy haciendo esto por mi cuenta... Pensarás, “¿Tú? Un vago que no recoge ni sus calcetines ¿Haciendo algo por sí mismo?” Quizá tú no, pero presiento que alguien sí.

Frisk no volvió a mirarle, miró a su plato completamente vacío, él le decía la verdad, y ante aquella declaración ya estaba nerviosa a cualquiera cosa.

Su rostro se levantó por dos dedos huesudos en su mentón, ella miró quien lo hacía, se había teletransportado a su lado, se miraron fijamente, él con dulzura posó sus dientes -aunque en ese momento no se veía ninguno por hacer lo que cualquier boca hace para besar- sobre sus labios se separó sin rubor ni nada, ella a cambio estaba como tomate.

– Considera esto como un beso de buena suerte contra un robot asesino.

Guiñó el ojo sonriente, caminó unos pasos atrás y desapareció como de costumbre, Frisk se tocó los labios, al menos averiguó lo que era besar a un esqueleto.

Hasta ahí pueden llegar sus mentiras... –Murmuró Chara quien lo vio todo.

– Creo que me gusta mi asesino.

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GRACIAS POR LOS 1K DE VISITAS/VISTOS/LECTURAS O COMOSEDIGA.
Nunca pensé que mi sueño iba a ser realidad.
Espero que disfruten la historia, pues se acerca el clímax 👀
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Gracias por los comentarios y favs, me ayudan mucho moralmente.
Sin más que decir.
See ya.

Heya, Sans. • Frans •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora