Capítulo 21

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Quinn

»Los encontramos« Me avisa Chloe desde el comunicador.

Como lo tenía previsto, sabía que atacarían por la zona norte del Alfa, los demás puntos de ataque sólo fueron distractores.

Que predecibles pueden llegar a ser los humanos.

—Mándame imágenes de cada rebelde atrapado, así como quiero que me notifiques si encuentras a alguien extraño— le ordeno por la bocina del ínter comunicador de la cabina principal de vigilancia. Y con "extraño", me refiero a esa persona que quiere mi creador, y que según dijo, yo lo reconocería enseguida.

»Entendido. Cambio, fuera« dice Chloe y enseguida corta la comunicación. Yo sigo mirando por las pantallas de vigilancia, buscando a esa persona que busca el científico.

Liana me dijo que el científico estaba custodiado en el laboratorio Humans, que no pudieron trasladarlo a tiempo al castillo. Pero Moon y Bree se encuentran junto a él dentro de su laboratorio personal.

»Aquí, Chloe.« Vuelve a comunicarse mi compañera.

—Adelante— se escucha silencio, después un carraspeo como si dudará en hablar. ¿Qué le sucede? Rápidamente salgo de la cabina de vigilancia y me dirijo a mi motocicleta de suspensión, trazo el camino con mi dedo en la pantalla que me muestra un mapa, y que se encuentra incrustada en mi vehículo.

Destino trazado. Me comunica el sistema operativo y enseguida arranca.

Sigo escuchando murmuros a través del comunicador que traigo en mi oído. La pantalla de mi motocicleta también me empieza a mostrar la situación del que será mi destino.

Una voz empieza a hablar, captando enseguida mi atención. —Llévame a mi hogar— un casi inaudible susurro está ordenando a Chloe. No entiendo qué pasa. Necesito llegar rápidamente.

Quisiera decir que ya van los refuerzos en camino, pero algo me indica que debo esperar y saber bien la situación, además no puedo exponer a otra dandroi a esta persona que parece hipnotiza con su voz a mis compañeras.

La pantalla por fin me muestra la situación; hay tres dandros, dos Dandrois, que son Chloe y Freya. También se encuentran dos humanos; uno es un niño de aproximadamente entre diez y doce años, el otro chico creo tendrá diecinueve o veinte años, es sólo que a este último solo lo deduzco por la voz y por la anatomía de su cuerpo, ya que su rostro lo ha cubierto con una capucha. Rápidamente bajo de la motocicleta y me dirijo apuntando con el arma a los dos extraños.

—Identifiquence— les ordeno, pero el pequeño niño rubio ni siquiera se molesta en contestar, en lugar de eso sólo ríe con burla. «Malcriado.» pienso molesta. —Primera advertencia, la segunda vez que les pregunte algo, si no responden...—  miro directo a las ojos del niño, ya que el otro humano tiene la mirada baja. —les disparo. — Enseguida el niño mira a su compañero, en señal de apoyo, pero este otro no dice aún nada. —Identi...— pero de un movimiento rápido, Freya levanta su pierna con agilidad, golpeando mis manos. Yo casi suelto el arma, pero logro sujetarla con fuerza. —¡qué rayos!— exclamo asombrada.


—Contener a agresor— dicen los tres dandros. Pero no entiendo, ¿acaso se refieren a mí? Y al parecer así es, pues Chloe coloca a modo de tijeras sus espadas cortas en mi cuello.

—Nunca dañar al creador— cita la primera regla natural en toda la creación. Refiriéndose a nosotras, ya que somos una creación de Dante, que es llamado el creador. Pero lo que no entiendo es porqué está recitándome esa regla sí aquí no está el científico, al contrario, él está resguardado en un lugar muy seguro y custodiado por sus mejores Dandrois.

Dandrois HumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora