ValentinaUna noche antes...
En el camino rumbo a mi ciudad natal, estuve sumida en mis pensamientos, ni siquiera prestaba atención a los paisajes hermosos que abundan por estos sitios, pero es que no sabía qué le diría a Dante si es que resultaba el plan de Gema. Aunque... Bueno, si sabia lo que tenía que preguntarle, pero... ¿Cómo actuar frente a ese chico tan seguro de sí mismo? ¿Cómo empezar una conversación con él si la que siempre comenzaba definitivamente no era yo?
Daba unos sorbos a mi botella de agua que Gema había comprado para mí, pero en realidad no es que tuviera sed, solo lo hacía mientras seguía pensando. En cambio Gema ya había terminado su agua, pues ella decía que necesitaba mantener hidratada muy bien su piel para cuando saliera de fiesta... Aunque la verdad es que no le iba prestando demasiada atención en lo que me iba contando, yo sólo tenía mi mente en otro lugar.
—¡Hemos llegado!— exclama mi amiga, muy emocionada y se dispone a bajar. Veo como rodea el vehículo mientras yo me me enfoco más en lo que hay detrás de ella...
Gema abre mi puerta y me extiende la mano para que salga, aunque esa sonrisa que se resiste a abandonar su rostro de niña traviesa, no me da mucha confianza que digamos. ¿Y es que acaso no me había dado cuenta? ¡Aquí no es mi hogar, aquí es el famoso Cosmo y Cosmos!
—¿Qué hacemos aquí, Gema?— le pregunto muy extrañada. Bajo del deslizable y veo a algunas chicas de la universidad así como otros compañeros de mis clases que también llegan al sitio.
—¡Vamos a divertirnos!— grita mi alocada amiga y levanta su mano como mostrando triunfo, enseguida un grupo de chicos le secundan ese ánimo y empieza a escucharse más alto la música del interior del establecimiento. Rápidamente veo hacia las puertas que han sido abiertas por unos grandes y mal encarados dandros, y me doy cuenta que no estoy vestida para este tipo de eventos.
—Yo paso— Gema me mira asombrada, y yo me encojo de hombros. —No traje ropa para este sitio, sí quiero divertirme, amiga, pero me hubieras avisado...
—Si te avisaba era obvio que me rechazarías la invitación. Te conozco muy bien Valentina Farias y sé que estos lugares no te agradan tanto, así como también me previne con la ropa, y aquí está—. Me nuestra una pequeña bolsa que está en el interior de su bolsa personal. Yo ruedo los ojos y suspiro derrotada, después ella me toma del brazo y casi me arrastra al interior del lugar.
—Deténganse— nos dice el Dandro que custodia la entrada, mientras el otro robot empieza a escanear nuestros cuerpos y bolsos.
Gema se apresura a sacar su cartera y del interior de esta extrae una tarjeta dorada. Me asombro de ver una en vivo, pues esas tarjetas son muy exclusivas, y aunque sé que mi amiga viene de una familia muy adinerada, no creí que le dejaran así como así una cantidad de créditos andantes por el alfa y menos por estos sitios.
—Quiero el pase preferencial para mi amiga y para mí— lo dice levantando la tarjeta. Uno de los dandros le acerca su muñeca y mi amiga pasa su tarjeta. Alcanzo a ver el sensor que marca veinte mil créditos. Si recuerdo bien las cantidades de cada tarjeta, entonces eso se salta seis etapas de tarjetas y casi llega a la tarjeta gris de veinte un mil créditos, que es lo que ganan mis padres.
—Gema, son muchos créditos, mejor vamos a otro sitio— le digo, jalando su blusa, pero ella solo me sonríe. —¿Además que tienen de especiales esos pases que cuestan tanto?
—Todo— se apresura a contestar un Dandro. Pero yo no entiendo eso de "todo". Así que lo observo confundida, y antes de que pueda preguntar que conlleva "todo", Gema me adentra al lugar.
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Dandrois Humans
Science FictionValentina es una joven egresada de la universidad más prestigiosa de Montañas y Mares, que es de las pocas ciudades habitables de mayor lujo que han quedado después de la cuarta guerra mundial, aquí exclusivamente viven las personas más exitosas de...