Capitulo catorse.

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POV MATT.

Lunes.

Escuela 9:10 de la mañana.

Mientras revisaba unas fichas de adolescente en mi computadora, sentía el tic-tac del reloj que se mesclaban con el ruido de las teclas, formando un terremoto en mi cabeza.

No tenía buen presentimiento. Sentí la puerta abrirse y cerrarse con fuerza y entonces, levante la vista para encontrarme con el director. Traía consigo la frente arrugada y sus labios en una línea recta mientras me miraba como si quisiera matarme. Lo mire confundido y la boca se me seco de golpe. 

-Buenos días.- Dije como pude. –¿Cómo esta? ¿necesita algo?- El me miro sin desenfreno.

-Necesito que te alejes de la alumna Lavín, Bommer.- Me dijo mientras golpeaba la mesa con un puño cerrado. Haciendo que diera un pequeño salto.

-¿Disculpe?- Dije con la voz entrecortada.

-No se haga.- Respondió serio. –Tienes que alejarte Matt, es la única advertencia que te doy. Sí no, me veré yo mismo denunciándolo, y no lo hago ahora por no defraudar a Mamá Jan. Porque ella no se merece eso. – Me quede sin habla. –Ya te lo dije, tienes que terminar con todo esto.- Dicho esto se fue, dando un golpe en la puerta, seco. 

¿Cómo se había enterado? ¿Mamá Jan le dijo? No, no lo creo. Mamá Jan no se atrevería hacerlo. ¿Debía terminar con Destiny o seguir luchando? ¿Y si me meten a la cárcel? ¿Qué debía hacer? 

Me pare y camine de un lado a otro, necesitaba respuestas, pero nadie me las podía responder, solamente yo. Demonios, era consejero, tenía que saber qué hacer. Golpeé de una patada el escritorios, haciendo que algunas cosas se cayeran, pero no me importaba en ese momento. El timbre sonó, debía de atender a los chicos. Respire hondo y alce las cosas, para después sentarme en mi silla. La puerta se abrió y yo tenía que actuar normal. 

[…] 

Me encontraba recostado en la cama con la espalda apoyada en el respaldar. Con el control en la mano mientras cambiaba los canales de la televisión. Destiny, por más que suene raro, estaba recostada boca abajo a mi lado haciendo tarea, mientras de vez en cuanto ojeaba la tv. Ella había querido venir, y yo no se lo iba a negar, ella no sabía nada, pero parecía sospechar, porque yo la trataba un poco indiferente.

No me culpen, tenía dos mil cosas en la que pensar. Mi menté divagaba por la cara del director, por Destiny y por todo. La mire. Estaba concentrada en su tarea, con sus antojitos y su pelo revuelto de tanto pasarse la mano cuando no entendía nada ¿Cómo decirle que no la quería ver más? Ella no me dejaría explicarle, la conocía y se iba a enojar tanto conmigo que esta vez, no me perdonaría. Pero también, por otro lado, puede que sea lo mejor. Demonios, la amo. 

Ella me miro con el ceño fruncido y después me sonrió, pestañe varias veces y cambie mi vista a la tele. Ella suspiro y lo próximo que vi fue la cara de Destiny frente mío.

-¿Qué te pasa? Estas raro.- Me dijo, yo aclare mi garganta.

-No me pasa nada Destiny.- Trate de sonar seguro, pero no pude del todo. Ella me miro con una mueca en la cara.

-¿Qué me escondes?- Se aproximo a mí y beso mis labios, esto debía parar, antes que me arrepienta por lo que iba hacer. La empuje lentamente por los hombros y ella me miro sin entender, como me dolía todo esto. -¿Qué pasa Matt?

-No podemos estar más junto Destiny.- Ella me miro unos segundos antes de que su cara se desfigurara por completo. 

-¿Es una broma?- Trague saliva, mis manos comenzaron a temblar, lentamente, baje la cabeza. Pues, lo que le iba a decir no tenía sentido alguno.

Los secretos de un consejero y su alumna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora